Por qu¨¦ una ley de sanidad ha dividido Estados Unidos durante siete a?os
La reforma sanitaria de Obama moviliz¨® a la derecha m¨¢s conservadora que hoy ha logrado su gran triunfo
La colosal reforma sanitaria en la que se embarc¨® el presidente Obama en 2009 consumi¨® sus dos primeros a?os de presidencia y dividi¨® al pa¨ªs como ninguna de las medidas que aprob¨® posteriormente. Otras promesas electorales como reinventar el sistema de inmigraci¨®n quedaron relegadas por una batalla tan intensa como el rechazo que ha recibido despu¨¦s. Era la pieza clave que articulaba su legado, el eje sobre el que circulaba una visi¨®n de Estados Unidos que le propuls¨® hasta la Casa Blanca, pero que no ha terminado de convencer a una buena parte del pa¨ªs.
La ley de salud aprobada en 2010 dividi¨® EE UU en dos. Un a?o antes, un premonitorio art¨ªculo en POLITICO ya alertaba de que el debate no era ¡°una cuesti¨®n de pol¨ªticas ni de estrategia¡±, sino de ¡°diferencias fundamentales de perspectiva¡±. El escritor y periodista Bill Bishop auguraba en su an¨¢lisis la brecha social que persigui¨® a Obama en la campa?a por su reelecci¨®n, en 2012, que segu¨ªa presente cuatro a?os despu¨¦s en las presidenciales que enfrentaron a Donald Trump y Hillary Clinton, y que ha vivido hoy su ¨²ltimo episodio.
Bishop hablaba de los dos modelos de pensamiento enfrentados en la sociedad estadounidense y que se han traducido en los dos bandos que debaten el sistema sanitario. ¡°?Vamos al cielo por nuestros buenos actos, por lo que hacemos por nuestros hermanos y hermanas en la Tierra? ?O depende de la relaci¨®n individual que tengas con Dios? ?Qu¨¦ hace mejor al mundo, los actos p¨²blicos o los privados?¡± escribi¨® entonces.
El autor separaba as¨ª la visi¨®n de Obama, que se presentaba como ¡°el cuidador de mi hermano ¡ªlleg¨® a crear un programa p¨²blico con ese nombre¡ª, de quienes vieron en su sistema de salud para todos una intromisi¨®n del Gobierno en los asuntos de los ciudadanos. Los dem¨®cratas quer¨ªan garantizar el acceso a la sanidad para todos los estadounidenses, con ayudas p¨²blicas para los que viven con menos recursos. Los republicanos m¨¢s conservadores vieron en la ley un modelo de redistribuci¨®n econ¨®mica que impon¨ªa qui¨¦n ayudaba a qui¨¦n.
Salir al rescate del 15% de los ciudadanos que carec¨ªan de seguro m¨¦dico era el porqu¨¦ de esa redistribuci¨®n y los impuestos el c¨®mo. Y ah¨ª Obama, adem¨¢s de chocar con una perspectiva distinta, se enfrent¨® al asunto m¨¢s espinoso de toda campa?a electoral estadounidense: ?subimos los impuestos a las rentas m¨¢s ricas o no? Su respuesta fue que s¨ª. En los m¨¢s de 700 folios de la legislaci¨®n conocida como la Ley de Acceso Asequible a la Salud, est¨¢ articulado un sistema de redistribuci¨®n de impuestos que incrementa las tasas de las rentas m¨¢s altas para poder financiar la sanidad de los m¨¢s pobres.
El sistema conocido como Obamacare a?adi¨® impuestos de cerca del 4% a las rentas superiores a los 250.000 d¨®lares anuales (en el caso de parejas casadas, 200.000 d¨®lares para solteros), otro 0,9% sobre esos ingresos para financiar el programa p¨²blico Medicare que atiende a los mayores de 65 a?os y un impuesto m¨¢s para las empresas vinculadas al negocio de la salud como aseguradoras y farmac¨¦uticas.
El rechazo fue tan intenso que los republicanos lograron arrebatar a los dem¨®cratas 63 esca?os de la C¨¢mara de Representantes y seis en el Senado apenas unos meses despu¨¦s de que Obama firmara la legislaci¨®n en marzo de 2010. El d¨ªa 23 de ese mes tiene tanto simbolismo que siete a?os despu¨¦s ha sido la fecha elegida para convocar la votaci¨®n para eliminar la normativa y sustituirla por otra.
El reemplazo es la versi¨®n opuesta a Obamacare. Los republicanos han peleado durante estos siete a?os por un sistema que elimine esos impuestos, retire la obligaci¨®n de contratar un seguro y reduzca las obligaciones de las empresas aseguradoras con sus clientes. Trump busca firmar una ley que elimina cerca de 900.000 millones de d¨®lares de los fondos p¨²blicos destinados a la salud gracias a nuevas desgravaciones. El 90% de ellas benefician a todas las familias con ingresos de m¨¢s de 100.000 d¨®lares anuales.
Y a¨²n as¨ª, la divisi¨®n sigue siendo palpable entre los sectores m¨¢s conservadores, afectados tambi¨¦n por la brecha de la que hablaba Bishop. Trump estaba dispuesto a mantener e incluso ampliar los programas p¨²blicos que cubren las ayudas a personas sin recursos. Los republicanos m¨¢s conservadores, la derecha inspirada en 2009 y 2010 por el cambio de rumbo ¡ªy de filosof¨ªa¡ª que lider¨® Obama en EE UU, ha exigido ahora m¨¢s restricciones a la sanidad y menos ayudas, a cambio de su voto. En una nueva demostraci¨®n de fuerza, este viernes ha forzado a Trump a retirar su propuesta estrella. La brecha est¨¢ ahora en el Partido Republicano.
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