El hartazgo de los rusos con la corrupci¨®n desaf¨ªa al Kremlin
El ¨¦xito de las protestas, lideradas por j¨®venes, muestra una actitud m¨¢s reivindicativa por parte de la ciudadan¨ªa
El ¨¦xito de las manifestaciones contra la corrupci¨®n que se celebraron el domingo en decenas de ciudades en toda Rusia, supone un desaf¨ªo serio e inesperado para el Kremlin y, tal vez, un punto de inflexi¨®n entre la aceptaci¨®n impotente del deterioro del nivel de vida y la abismal diferenciaci¨®n social, que han caracterizado los ¨²ltimos a?os, a una actitud m¨¢s reivindicativa por parte de la ciudadan¨ªa, sobre todo de los j¨®venes.?
Los m¨ªtines tuvieron lugar en Mosc¨², San Petersburgo, y grandes ciudades como Yekaterinburg o Novosibirsk, pero tambi¨¦n en localidades m¨¢s peque?as, en el C¨¢ucaso, en la Rusia meridional, en los Urales, Siberia o el Pac¨ªfico (isla de Sajalin incluida). Se trata pues de un fen¨®meno distinto a las manifestaciones de 2011 y 2012, que se celebraron en las grandes urbes y fueron protagonizadas en gran medida por la clase media o acomodada (la llamada ¡°intelectualidad creativa¡± que en parte ha emigrado) en se?al de protesta por las irregularidades en las elecciones parlamentarias y presidenciales, respectivamente.
Las marchas del domingo se caracterizaron por la juventud de muchos de sus participantes, escolares que no han ingresado en la universidad. La reacci¨®n p¨²blica del Kremlin, trasmitida por Dmitri Peskov, el jefe de Prensa del presidente Vlad¨ªmir Putin, ha sido la de acusar a los organizadores de irresponsabilidad por sacar a la calle a menores de edad y someterlos supuestamente, a peligros para su vida. Peskov ha dicho que Putin ha sido informado del ¡°intento de celebrar un acto ilegal en la capital ayer¡± y que el Kremlin valora las manifestaciones ¡°de forma sobria¡± ¡°sin exagerarlas ni minimizarlas¡±. El alto funcionario insinu¨® tambi¨¦n la posibilidad de que se pidan responsabilidades penales por las compensaciones materiales supuestamente prometidas a quienes se manifestaron.
El Kremlin, ha dicho, teme que ¡°alguien contin¨²e utilizando a los ciudadanos activos para sus fines, exhortando a la gente a participar en actos ilegales¡±. El Kremlin respeta los derechos de los ciudadanos, pero ¡°no podemos mostrar el mismo respeto por los que de forma consciente confunden a la gente (¡) provocando a la acci¨®n ilegal¡±. Peskov se desentendi¨® de la falta de cobertura informativa por parte de los canales de televisi¨®n estatales, que no informaron de las manifestaciones en sus programas nocturnos del domingo ni en los matutinos del lunes. Los m¨ªtines del domingo en Mosc¨² y en otras partes son fruto de la ¡°provocaci¨®n¡± y la ¡°mentira¡± y los canales de televisi¨®n estatales ¡°muestran lo que consideran importante y significativo¡±, manifest¨®. Por su parte, Dmitri Medv¨¦dev, el pol¨ªtico que ha sido el detonante de las marchas (por su supuesta vinculaci¨®n con un imperio de propiedades de lujo), se dedic¨® el domingo a esquiar, seg¨²n dej¨® claro en un breve mensaje en "istagram".
Los analistas pol¨ªticos tratan de escrutar cu¨¢l ser¨¢ la reacci¨®n del Kremlin y buscan puntos de referencia en el pasado. La revoluci¨®n de febrero de 1917 (cuyo detonante fueron las protestas de los habitantes de Petrogrado por el deficiente suministro del pan y las condiciones econ¨®micas y sociales sobre el tel¨®n de fondo de la Segunda Guerra Mundial) es tambi¨¦n un punto de referencia. La protesta del domingo, que suponen una acci¨®n de car¨¢cter estatal contra la corrupci¨®n, ¡°ha hecho menos aburrida la tarea de las autoridades de pasar sin conmociones el centenario de la revoluci¨®n¡±, escrib¨ªa el analista y ex diplom¨¢tico ruso Aleksandr Ba¨²mov, en la p¨¢gina Carnegie.ru. Ba¨²mov aconseja a los dirigentes rusos que ¡°no repitan¡± los ¡°errores fatales¡± que cometieron los dirigentes rusos ante la revoluci¨®n de 1917. ¡°Las autoridades que se han planteado la tarea de afrontar la rebeli¨®n mejor que el desgraciado ¨²ltimo emperador, tendr¨¢n que encontrar el estrecho camino entre la determinaci¨®n y la fuerza excesiva¡±, se?alaba.
Los m¨ªtines del domingo evocan tambi¨¦n las protestas contra la corrupci¨®n en las altas esferas del partido Comunista de la URSS, que tuvieron lugar a fines de los a?os ochenta del pasado siglo. Aquellas manifestaciones encumbraron a Boris Yeltsin, cuya carrera pol¨ªtica durante la ¡°perestroika¡± se bas¨® en una populista campa?a contra la corrupci¨®n.
¡°La protesta del domingo en Mosc¨² iba dirigida verdaderamente contra la corrupci¨®n ¡±, manifestaba la soci¨®loga Tatiana Vorozh¨¦ikina, que particip¨® en la marcha. La soci¨®loga qued¨® sorprendida por ¡°la falta de miedo de los participantes, que no eran ni?os enga?ados, como algunos pretenden, sino j¨®venes adultos y ciudadanos conscientes, que sab¨ªan lo que quer¨ªan¡±. Por primera vez en muchos a?os, se?alaba Vorozh¨¦ikina, ¡°se han concentrado la protesta social y pol¨ªtica y Navalni, al que muchos de los manifestantes no apoyaban, ha sabido sin embargo dar en el clavo y encontrar el tema que moviliza a los ciudadanos¡±. Entre otras consignas, en la marcha de Mosc¨² gritaban ¡°Putin ladr¨®n¡± y ¡°Rusia contra Putin¡±.
La polic¨ªa, seg¨²n coinciden diversos manifestantes, actu¨® con gran rudeza y sin contemplaciones. Para aumentar el ambiente de insatisfacci¨®n en Rusia, los camioneros de largo recorrido organizaron el lunes una jornada de protesta de car¨¢cter estatal, durante la cual en San Petersburgo se quem¨® un veh¨ªculo en el centro de la ciudad y fue detenido uno de los organizadores. Hubo detenciones en otras ciudades rusas como Tula, Krasnodarsk y St¨¢vropol. Los camioneros se quejan del aumento de las tarifas por el uso de las carreteras federales, que aumentar¨¢n un 25% el pr¨®ximo abril.?
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