Xavier Olea: ¡°No tengo capacidad para enfrentar al crimen¡±
El fiscal del Estado de Guerrero, la regi¨®n m¨¢s violenta de M¨¦xico, hace balance de su gesti¨®n a 15 meses de asumir la tarea
A Xavier Olea le gusta comparar su trabajo con los procesos fisiol¨®gicos del cuerpo humano. El fiscal del Estado de Guerrero, la regi¨®n m¨¢s violenta de M¨¦xico, dice por ejemplo que ¡°las arterias¡± de la fiscal¨ªa ¡°est¨¢n muy tapadas¡±. O que ¡°hay mucha grasa en la coronaria¡±. O que sus intentos por erradicar la corrupci¨®n de la instituci¨®n son una ¡°operaci¨®n a coraz¨®n abierto¡±.
Abogado penalista, gestor de un inquietante tono de voz que un segundo cae en el susurro y al siguiente es capaz de resucitar a un muerto, Olea recibe a EL PA?S cuando cumple un a?o y tres meses al frente de la agencia investigadora.
El fiscal reconoce que la situaci¨®n es muy delicada. Dice que con los medios de que dispone, es imposible plantarle cara a la delincuencia. Con 400 polic¨ªas ministeriales para todo el estado, Olea reconoce: ¡°No tengo la capacidad humanitaria para enfrentar al crimen organizado¡±.
Olea repasa las cifras delictivas del 2016, recogidas por la propia fiscal¨ªa, que muestran que los asesinatos aumentaron en Guerrero, pasando de 2.016 en el a?o 2015 a 2.213 en 2016, rayando niveles del fat¨ªdico ejercicio de 2012. Tambi¨¦n creci¨® el n¨²mero de extorsiones y los robos violentos. Otros delitos, como el secuestro, se mantuvieron en niveles de 2015.
El fiscal inicia la conversaci¨®n hablando de grasa y arterias coronarias: la corrupci¨®n.
¡°En Guerrero no se ejecutaban ¨®rdenes de aprehensi¨®n. Solo si la v¨ªctima del delito hac¨ªa un regalo. Y ahora llevamos m¨¢s de 2.000. Tampoco se tomaban inter¨¦s por los secuestros. Y ahora llevamos capturados 868 gentes. Hemos liberado a m¨¢s de 90 personas. Y hemos desarticulado m¨¢s de 33 bandas¡±.
PREGUNTA: Y sin embargo, de 2015 a 2016 se mantuvo la incidencia de este delito.
RESPUESTA: S¨ª, pero antes no se resolv¨ªan. Ahora se resuelve el 80%
P: Vamos a un caso no resuelto, el de los jinetes de Morelos. ?Qu¨¦ ha pasado?
El caso de los jinetes acapar¨® la atenci¨®n de los medios hace mes y medio en M¨¦xico. Un grupo de siete jinetes y la mujer de uno de ellos desaparecieron en Guerrero cuando iban camino de una feria de charrer¨ªa. Un foso, un toro, un jinete y la habilidad para no caerse del lomo de la bestia. Iban camino de la feria y alguien se los llev¨®. No han aparecido.
R: A ver, ellos salieron de Cuautla, pasan a Cuernavaca, luego van a Taxco y luego van a Iguala, [Guerrero]. Ojo, traen placas de Morelos. Suben hacia la sierra. Ah¨ª hay grupos delincuenciales del Se?or de la I. Hay mucha amapola.
P:??Qui¨¦n es ¨¦l?
R: Se llama Isaac. Tiene el control en esa zona. Controla una banda desde la parte baja de la sierra.
Entonces, al ir a su evento seguramente los confundieron. Y creyeron que eran personas del Carrete, que opera en la parte norte del estado de Guerrero y que ahora, presumiblemente, opera tambi¨¦n en Morelos.
Ah¨ª pudo haber existido una confusi¨®n. Eso o que algunos de estos jinetes tuviera alguna relaci¨®n con el crimen organizado¡ Los estamos buscando. Precisamente vengo de una reuni¨®n y creemos que podemos localizarlos. Vivos o muertos, lamentablemente.
El fiscal vuelve a la carga con los logros del a?o pasado. Ahora, la extorsi¨®n. Dice que se redujeron los casos, aunque de acuerdo a los datos que la fiscal¨ªa envi¨® al Gobierno federal, aumentaron.
¡°Creo que logr¨¦ hacer sentir a los extorsionadores que yo le estaba cayendo a la extorsi¨®n¡±.
P: Pero la extorsi¨®n aument¨® bastante.
R: Se ha reducido. Yo tengo que tomar los n¨²meros que yo tengo.
P: Pero los n¨²meros que maneja el Gobierno federal, ?no vienen de ustedes?
R: No. Es decir, yo saco mi estad¨ªstica y es una estad¨ªstica nacional, con la que muchas veces no estoy de acuerdo. Cuando el gobernador [H¨¦ctor] Astudillo asumi¨® la legislatura, nada m¨¢s en Acapulco hab¨ªa entre 14 y 15 homicidios diarios, hoy tenemos 2.2 de media.
P:?Pero entonces usted, ?est¨¢ en desacuerdo con el conteo en general, solo en materia de extorsi¨®n o c¨®mo? Si no, ?qu¨¦ n¨²meros maneja usted? Seg¨²n sus propios datos han crecido la mayor¨ªa de delitos.
R: ?Pero en todo el pa¨ªs!
P: Bueno, pero a usted supongo que le importa lo que pasa aqu¨ª.
R: Aqu¨ª pudo haber subido, pero est¨¢n resueltos. Es a lo que voy. Por ejemplo, hay 1.000 secuestros, pero se resuelven 800.
P: Bueno, y de los m¨¢s de 2.200 homicidios dolosos de 2016, ?cu¨¢ntos se han resuelto?
R: De esos, poco m¨¢s del 60%
En los primeros dos meses del a?o, la violencia arrecia. En febrero hubo m¨¢s asesinatos que en el mismo periodo del a?o anterior. En marzo parece que la situaci¨®n no cambiar¨¢. Uno de los primeros asesinatos del mes fue el de Cecilio Pineda, el primero de los tres reporteros ejecutados en marzo en M¨¦xico.
P: Un caso que quer¨ªa tocar, el de Cecilio Pineda.
R: Sabemos qui¨¦n lo mat¨®. Cecilio hab¨ªa tenido un par de atentados. No es tan f¨¢cil detener a ciertas personas. Sabemos qui¨¦nes son los autores intelectuales. Se est¨¢ investigando quienes fueron los materiales, que fueron dos. Pero la gente no coopera en decir c¨®mo ocurrieron los hechos.
Pocas horas antes de morir, Pineda subi¨® un video a su cuenta de Facebook en que criticaba al Gobierno del estado por no haber detenido a uno de los delincuentes m¨¢s c¨¦lebres de la entidad, El Tequilero. Autor de secuestros masivos en el estado, El Tequilero, seg¨²n Olea, se esconde en la sierra. Y es dif¨ªcil dar con ¨¦l. Pineda dec¨ªa que no lo agarraban porque no quer¨ªan. A las dos horas le tirotearon en un lavadero de coches.
El Tequilero es uno de los grandes quebraderos de cabeza del fiscal. Hace unos meses acudi¨® a sus dominios, el pueblo de San Miguel Totolapan. Abrazado a un grupo de vecinos que le contaban las penurias que les hac¨ªa pasar, Olea dijo: ¡°La intenci¨®n no es detenerle, vamos a acabar con el (¡) Le damos pa¡¯bajo¡±.
¡°Es un personaje que se ha publicitado a los cuatro vientos. ?Y me han atacado por atacar a un delincuente!¡±
P: Bueno, pero es que usted dijo que ¡®lo vamos a dar pa¡¯bajo¡¯
R: Claro, hay que bajarlo. El se?or est¨¢ ah¨ª arriba, el se?or nos ve.
P: Usted dijo ¡®lo vamos a dar pa¡¯bajo¡¯, ?usted sugiri¨® que lo iban a matar!
R: El se?or est¨¢ en la sierra, hay que bajarlo.
A eso, dice, se refer¨ªa, a bajarlo de la sierra.
El diputado Beltr¨¢n
El fiscal toc¨® otros temas: la pelea encarnizada por las rutas del opio entre dos bandas criminales, Los Ardillos y Los Rojos; la tranquilidad que se respira en Iguala, el pueblo donde desaparecieron los 43 estudiantes de magisterio en 2014 y por ¨²ltimo, tambi¨¦n, el caso del diputado local Sa¨²l Beltr¨¢n. La fiscal¨ªa acusa al diputado de asesinato. Los medios, de ser compadre de El Tequilero. En un ejemplo de la podredumbre del sistema, un agente local de la fiscal¨ªa y una juez pusieron en peligro el proceso, salt¨¢ndose un paso primordial para proceder a la detenci¨®n de Beltr¨¢n.
Olea dice que por presiones del crimen organizado. ¡°Pero tendr¨ªan que haber informado a sus superiores¡±, lamenta.
P: Y en este caso tan sensible, ?no tendr¨ªa que haber estado la fiscal¨ªa m¨¢s encima para evitar poner en peligro el proceso?
R: Pero ?encima de qu¨¦? Si no ten¨ªamos conocimiento de la existencia de esa denuncia. ? [El agente] la escondi¨® en el escritorio! Si no, la hubiera concentrado en otro lugar, Chilpancingo, Iguala. Yo me entero de la orden de aprehensi¨®n cuando llega a la coordinaci¨®n de la polic¨ªa ministerial y el coordinador me la lleva a m¨ª. Y me dice, vea.
La charla continu¨® largo rato. Olea, tranquilo, solo se levant¨® para decirle a sus asistente que avisara al juez ¨Cun juez¨C para ir a comer.
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