¡°Una mala renegociaci¨®n del TLC ser¨ªa peor que la ruptura¡±
Jaime Serra Puche, uno de los creadores del NAFTA, alerta sobre las pol¨ªticas proteccionistas


Jaime Serra Puche (Ciudad de M¨¦xico, 1955) no es solo el arquitecto mexicano del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (TLCAN): sigue siendo, m¨¢s de dos d¨¦cadas despu¨¦s, uno de sus mayores conocedores. Y cuando la tormenta arrecia, como desde la victoria de Donald Trump en noviembre pasado, su voz cobra una especial relevancia. Secretario de Comercio en el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari y de Hacienda en el Ejecutivo de Ernesto Zedillo, ambos priistas, y hoy dedicado ¨ªntegramente a la actividad privada, avisa de que el mayor riesgo para M¨¦xico vendr¨ªa no tanto por el lado de la ruptura del tratado sino por una ¡°mala renegociaci¨®n¡±. Y alerta frente a una pol¨ªtica proteccionista basada ¡°en el ojo por ojo y diente por diente¡± en materia comercial.
Pregunta. Como uno de los arquitecto del TLCAN, ?qu¨¦ cambiar¨ªa hoy?
Respuesta. Cuando lo negociamos, la innovaci¨®n tecnol¨®gica m¨¢s sobresaliente era el fax. Las cosas han cambiado mucho desde entonces y lo primero que habr¨ªa que hacer es incluir nuevos cap¨ªtulos de informaci¨®n y datos, comercio electr¨®nico¡ Adem¨¢s, ha habido cambios importantes en la estructura misma de la econom¨ªa de Am¨¦rica del Norte. Hemos pasado de un modelo que los pa¨ªses comerciaban entre s¨ª a otro en el que los pa¨ªses producen conjuntamente. Es un nuevo paradigma econ¨®mico y me parece que puede haber muchos espacios de mejora siempre que se entienda el cambio estructural en la naturaleza econ¨®mica de la regi¨®n. Lo que no creo que deba cambiar es la esencia del TLCAN: es un tratado que busca el comercio libre y eso debe permanecer.
P. Pero si pudiese volver a 1994, ?qu¨¦ habr¨ªa acordado en t¨¦rminos distintos a los firmados?
R. Dos cosas: el esquema de relaci¨®n institucional del tratado y la movilidad laboral. Creo que nos vimos demasiado modernos haciendo todo muy horizontal. Yo lo hubiera hecho un poco m¨¢s vertical, como por ejemplo en materia de resoluci¨®n de disputas; no ha habido una estructura piramidal que permitiese que las reglas se implementasen con m¨¢s fuerza. Adem¨¢s, la movilidad del capital qued¨® muy clara, pero no de trabajo. Y ese punto, m¨¢s de dos d¨¦cadas despu¨¦s, es esencial.
P. Si se hubiese enfocado de una manera distinta en el plano de la movilidad del factor trabajo, ?cree que no estar¨ªa donde estamos ahora?
R. No lo s¨¦. Lo que s¨ª creo es que si lo hubi¨¦semos querido sacar entonces con ese cap¨ªtulo desarrollado dentro del articulado, no habr¨ªa habido TLCAN. Es un tema con tantas aristas pol¨ªticas que hubiera sido muy dif¨ªcil que hubiera pasado todo el acuerdo.
P. ?Cree que las autoridades mexicanas deber¨ªan haber tenido en cuenta que podr¨ªa darse un escenario como el actual, en el que una persona con una ret¨®rica proteccionista ha llegado a la presidencia de EE UU?
R. No. Creo que este escenario era imprevisible. Para M¨¦xico, para Canad¨¢ y para EE UU. Todos estamos sorprendidos con esto y ser¨ªa injusto pensar que M¨¦xico se deber¨ªa haber preparado para un escenario de esta naturaleza. No creo que nadie en el mundo esperase esta situaci¨®n.
P. Hay una cr¨ªtica com¨²n a muchos analistas: que M¨¦xico se ha centrado demasiado en el comercio con EE UU en detrimento de otros pa¨ªses.
R. No lo creo. El a?o previo a la entrada en vigor del TLCAN, el 82% de nuestras exportaciones iban a EE UU. El a?o pasado, era el 81%. Sigue siendo una cifra alt¨ªsima, pero no ha aumentado. Y es absolutamente natural que el mercado m¨¢s grande del mundo, que est¨¢ a nuestro lado, sea el que predomine. El problema de la diversificaci¨®n es mucho m¨¢s t¨¦cnico: con el TLCAN se han generado cadenas de producci¨®n entre los tres pa¨ªses y muchos productos no cumplen las reglas de origen de otros pa¨ªses o bloques econ¨®micos. El problema es que el contenido mexicano es muy bajo: ese es el mayor reto.
P. ?Le preocupa m¨¢s una mala renegociaci¨®n del TLCAN o una ruptura?
R. Una mala renegociaci¨®n. El peor escenario no es que EE UU se salga del TLCAN, el peor escenario es que se hagan reformas poco racionales en el tratado. Entre la ruptura y cambios como la introducci¨®n de cuotas, es mejor la ruptura e irnos a un esquema de relaci¨®n guiada por las normas de la OMC. Ese debe ser el l¨ªmite en la negociaci¨®n.
P. Pero no se puede dar por descontado que, en ese escenario, la Administraci¨®n Trump cumpliese la normativa de la OMC.
R. Es otro tema muy importante. Estoy dando por hecho que EE UU cumplir¨ªa con las reglas de la OMC porque estamos hablando de 174 pa¨ªses, pr¨¢cticamente el mundo entero. Pero, efectivamente, no es del todo descartable.
P. El impuesto fronterizo que est¨¢n estudiando los republicanos infligir¨ªa a M¨¦xico un castigo igual o superior que una mala renegociaci¨®n del tratado, ?no cree?
R. Lo primero que hay que decir es que ese impuesto fronterizo dejar¨ªa en papel mojado todos los acuerdos bilaterales de no doble imposici¨®n con otros pa¨ªses. Y violar¨ªa uno de los principios m¨¢s elementales del comercio exterior: a los insumos importados por empresas estadounidenses no le dar¨ªan el mismo tratamiento que al insumo nacional. Y eso ir¨ªa en contra tanto del TLCAN como de la normativa de la OMC. En ese frente, M¨¦xico estar¨ªa en buena compa?¨ªa, porque ser¨ªa todo el mundo el que enfrentar¨ªa ese tema. Adem¨¢s, no perder¨ªa competitividad frente al resto del mundo, porque todos los pa¨ªses se ver¨ªan afectados.
P. Dar¨ªa lugar a una competencia fiscal en un momento en el que es bien complejo aumentar la recaudaci¨®n.
R. Sin duda. Y ser¨ªa muy preocupante.
P. ?C¨®mo podr¨ªa responder M¨¦xico?
R. Tendr¨ªa que ajustar su base impositiva corporativa. Y defenderse ante el mecanismo de resoluci¨®n de disputas del TLCAN, si es que el tratado sobrevive a todo este proceso, y ante la OMC.
P. Todos los caminos ¨Cruptura del TLCAN o impuesto fronterizo¨C terminar¨ªan, por tanto, con la OMC como ¨¢rbitro.
R. S¨ª. No hay otra manera de defenderse de ello.
P. ?Y si se desata una guerra comercial?
R. Ir¨ªamos en direcci¨®n contraria a la que debemos ir. El camino para M¨¦xico es m¨¢s apertura, no menos. La reacci¨®n pol¨ªtica podr¨ªa ser de ojo por ojo y diente por diente, pero eso ser¨ªa entrar en una espiral muy da?ina. Hay que tener el talento pol¨ªtico para convencer que el camino es abrirnos m¨¢s y no cerrarnos.
P. ?Qu¨¦ probabilidad le asigna a ese escenario de guerra comercial?
R. Inferior al 50%. En las pr¨®ximas semanas lo iremos teniendo m¨¢s claro. Pero, si prevalece la racionalidad, la probabilidad deber¨ªa ser m¨¢s baja a lo que todos pensamos inicialmente.
P. ?Est¨¢, entonces, m¨¢s tranquilo que hace unos meses?
R. S¨ª, creo que ha habido un cierto apaciguamiento. Han empezado a funcionar las instituciones en EE UU. Y eso es indispensable.
P. Su nombre ha sonado para integrar una suerte de comit¨¦ asesor del Gobierno mexicano en este proceso de negociaci¨®n. ?Aceptar¨ªa la oferta?
R. S¨ª, por supuesto. Yo ya tuve mi momento hace m¨¢s de 20 a?os, pero estoy aqu¨ª para lo que me necesiten.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
