El apoyo de Valls a Macron agrava el cisma del socialismo franc¨¦s
La decisi¨®n del ex primer ministro amenaza la supervivencia de un partido central en la V Rep¨²blica
Los socialistas franceses dieron ayer un paso m¨¢s hacia un cisma que amenaza la supervivencia de un partido central en la V Rep¨²blica. La decisi¨®n de una de sus principales figuras, el ex primer ministro Manuel Valls, de apoyar a un candidato ajeno al partido, el centrista Emmanuel Macron, agrava una batalla entre el ala izquierda y los reformistas. El candidato oficial del PS, Beno?t Hamon, considera una traici¨®n la decisi¨®n de Valls. Su gesto tambi¨¦n incomoda al propio Macron, porque le dificulta el esfuerzo por aparecer como un pol¨ªtico nuevo, una alternativa al statu quo.
Nada ser¨¢ igual en la pol¨ªtica francesa despu¨¦s de esta campa?a. Los Republicanos, que son el gran partido de la derecha, han sufrido un descalabro en los sondeos por los asuntos judiciales de su candidato, Fran?ois Fillon. El otro partido hegem¨®nico en las ¨²ltimas d¨¦cadas, el socialista, corre el riesgo de desaparecer, desgarrado por las querellas ideol¨®gicas y por la emergencia de un novato en pol¨ªtica como es Macron. Exbanquero y exministro de Econom¨ªa en un gobierno socialista, aunque ¨¦l no lo sea, Macron ha seducido a una parte del electorado y a numerosos cargos electos del PS con un mensaje europe¨ªsta y renovador. Su liberalismo con acentos sociales rompe con la divisoria tradicional entre izquierda y derecha.
Macron ya hab¨ªa recibido el apoyo de algunos diputados y del ministro de Defensa, el socialista Jean-Yves Le Drian. Tambi¨¦n de l¨ªderes hist¨®ricos del centrismo, como Fran?ois Bayrou, y de algunos pol¨ªticos de la ¨®rbita del neogaullista Jacques Chirac, presidente entre 1995 y 2009. Ning¨²n, sin embargo, ten¨ªa el peso de Valls, que fue primer ministro hasta el pasado diciembre y aspirante a la presidencia hasta que vio frustradas sus ambiciones al perder en enero las primarias socialistas contra Hamon.
Valls mantuvo durante semanas la inc¨®gnita sobre su voto en las elecciones a dos vueltas, el 23 de abril y el 7 de mayo. Se deb¨ªa a las siglas: a fin de cuentas es un pol¨ªtico que ha estado en primera fila del PS desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. Pero tambi¨¦n pesaba la lealtad a los gobiernos del presidente Fran?ois Hollande, sometido durante su quinquenato a la fronda contra la pol¨ªtica gubernamental de un grupo de ministros y diputados socialistas encabezados por el hoy candidato Hamon. Ideol¨®gicamente pr¨®ximo de Macron, las relaciones personales de Valls con ¨¦l fueron tensas cuando se sentaron juntos en el gabinete ministerial.
En una entrevista con la cadena de radio RMC y la televisi¨®n BFMTV, Valls justific¨® la decisi¨®n con el argumento del voto ¨²til: la necesidad de evitar el peligro de que Marine Le Pen, la candidata del viejo partido ultra, el Frente Nacional, gane las elecciones. ¡°Votar¨¦ a Emmanuel Macron porque no quiero tomar ning¨²n riesgo por la Rep¨²blica¡±, dijo Valls, convencido de que los sondeos infravaloran la posibilidad de una victoria del FN.
Hamon quiere una gran uni¨®n de la izquierda
El candidato socalista Beno?t Hamon llam¨® ayer a una gran coalici¨®n de izquierdas con los ecologistas, los comunistas y el movimiento de la Francia Insumisa del exsocialista Jean-Luc M¨¦lenchon. Inspirado por Podemos en Espa?a o por Bernie Sanders en EE UU, Hamon busca reforzar la identidad socialista del partido de Mitterand y Hollande, supuestamente diluida por la tentaci¨®n de la tercera v¨ªa que hace dos d¨¦cadas ensay¨® Tony Blair en Reino Unido y un poco m¨¢s tarde Gerhard Schr?der en Alemania.
En una entrevista con EL PA?S y otros diarios europeos, la semana pasada, el candidato Hamon anticip¨® el gesto de Valls. "En la vida hay principios: no se recompone una familia pol¨ªtica sin respetar la palabra dada y el veredicto de las urnas [en las primarias socialistas], que es lo que ha hecho Manuel Valls", dijo.
A la pregunta sobre si el PS seguir¨¢ existiendo despu¨¦s de las elecciones, respondi¨®: "Seguir¨¢ habiendo un Partido Socialista, pero, ?cu¨¢l ser¨¢? No soy un fetichista de los aparatos. Dejo la respuesta abierta¡±.
Seg¨²n este razonamiento, votar a Hamon, o no votar, aumentar¨ªa las probabilidades de dispersi¨®n de voto del centroizquierda y evitar¨ªa que se clasificasen para la segunda vuelta Le Pen y el candidato de Los Republicanos, Fillon, imputado por un caso de supuestos empleos ficticios de su mujer e hijos. Los sondeos colocan hoy a Le Pen y a Macron como favoritos para quedar en las dos primeras posiciones en la primera vuelta y, por tanto, disputarse la presidencia en la segunda.
Los socialistas solo han faltado una vez en la segunda vuelta desde 1969. Ocurri¨® en el traum¨¢tico 2002, cuando el socialista Lionel Jospin qued¨® tercero y Jean-Marie Le Pen, padre de Marine Le Pen, disput¨® la segunda vuelta con el presidente Jacques Chirac. Chicac derrot¨® entonces a Le Pen con un 82% de votos y renov¨® su mandato como presidente.
Hamon reprocha a Valls que no haya asumido el resultado de las primarias y califica de indigna su actitud. Cuando se celebraron Valls se comprometi¨® a adherirse al vencedor. La r¨¦plica de los vallsistas es que tampoco Hamon respet¨® la disciplina gubernamental al rebelarse contra las pol¨ªticas de Hollande cuando Hamon era ministro.
Valls y el grupo de diputados socialistas en la Asamblea Nacional que le apoyan pueden ser claves para ayudar a formar gobierno a Macron en el caso de que este gane la segunda vuelta de las elecciones presidenciales el 7 de mayo. Quiz¨¢ bajo unas nuevas siglas, como partido socialdem¨®crata. En Marche!, el partido de Macron, es un movimiento joven, a la medida del l¨ªder, sin la implantaci¨®n territorial ni la experiencia que le facilite obtener una mayor¨ªa en las elecciones legislativas de junio, tanto o m¨¢s decisivas que las presidenciales para el futuro pol¨ªtico de Francia.
El candidato de En Marche!, que busca votos no solo en la izquierda sino tambi¨¦n en la derecha, quiere evitar aparecer como el continuador del impopular presidente Hollande y de sus gobiernos. Contar con personalidades socialista realza su credibilidad presidencial, pero puede diluir su mensaje de cambio de estilo.
Cuantos m¨¢s notables socialistas le apoyen, m¨¢s puede calar el mensaje de que Macron es el verdadero heredero del actual presidente, un Hollande bis como le llama la derecha, o un Valls bis. Su centrismo, la voluntad de apelar a la izquierda y a la derecha, le obliga hacer estos equilibrios.
¡°Le doy las gracias [a Valls]¡±, dijo Macron en la cadena Europe 1. Pero a?adi¨®: ¡°Ser¨¦ el garante de la renovaci¨®n de los rostros y de la renovaci¨®n de las pr¨¢cticas¡±.
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