La Justicia mexicana revisar¨¢ todas las sentencias emitidas por el juez que absolvi¨® al Porky
El ¨®rgano de control judicial suspende al magistrado en medio de la pol¨¦mica por el fallo favorable a Diego Cruz, acusado de pederastia


Anuar Gonz¨¢lez Hemadi se ha convertido en el enemigo p¨²blico de M¨¦xico. Este juez ha sido el primero en emitir una sentencia favorable para Los Porkys, unos j¨®venes acusados de abusar y violar a una menor de edad en Veracruz. Un caso que puso al pa¨ªs frente al espejo de uno de sus peores males: la impunidad de los ricos ante la pasividad de las autoridades. La conclusi¨®n de Gonz¨¢lez se ha enfrentado a la de medio M¨¦xico, que sigui¨® el caso de la joven Daphne Fern¨¢ndez como si se tratara de su vecina, su hermana o su hija. Y en medio de una oleada de cr¨ªticas contra la sentencia, el Consejo de la Judicatura ha decidido suspender al juez y revisar con lupa todo su trabajo anterior.
Fuentes cercanas al ¨®rgano judicial explican a EL PA?S que el magistrado estar¨¢ apartado del cargo de seis a ocho meses, en lo que se investiga si cometi¨® alg¨²n tipo de irregularidad con el caso de Diego Cruz, uno de los miembros de la pandilla. Y con cualquiera con el que se haya cruzado en los ¨²ltimos cinco a?os que lleva trabajando en Veracruz. Durante los pr¨®ximos meses, un mediador de la instituci¨®n se entrevistar¨¢ con abogados, procesados, compa?eros de trabajo y empleados del juzgado para determinar si adem¨¢s hubo corrupci¨®n.
Todo el trabajo de este juez federal ser¨¢ examinado con lupa porque, seg¨²n aseguran desde el organismo, "el impacto p¨²blico" lo justifica. Gonz¨¢lez fall¨® que Diego Cruz no hab¨ªa abusado de la menor, pese a reconocer que s¨ª le toc¨® los senos, que s¨ª estuvo presente cuando le metieron la mano por debajo de la falda y estuvo en el momento de la presunta violaci¨®n posterior por parte de uno de sus amigos. Pese a todo, Gonz¨¢lez interpret¨®?que no existi¨® una intenci¨®n "lasciva" ni que Cruz tuviera la intenci¨®n de "copular", porque?el supuesto agresor no "expres¨® palabra alguna" sobre ello.
"Hay resoluciones que pueden ser correctas pero que pol¨ªticamente?pueden ser debatibles, que pueden no ser populares, pero que est¨¢n basadas en derecho. Pero en este caso por el tipo de asunto y el tipo de resoluci¨®n se han tenido que tomar medidas extraordinarias", explican fuentes cercanas al Consejo.?
No es la primera vez que la presi¨®n social acelera?la maquinaria de Justicia del pa¨ªs en este caso. De hecho, fue as¨ª como despu¨¦s de un a?o de silencio administrativo, se reabri¨® la denuncia de violaci¨®n que hab¨ªa permanecido archivada en la Fiscal¨ªa veracruzana desde 2015. En ese momento los cuatro j¨®venes ni siquiera se les conoc¨ªa como los Porkys.?
La indignaci¨®n social actu¨® tambi¨¦n como motor de la Justicia cuando al menos dos de estos cuatro j¨®venes se dieron a la fuga, en un momento donde el caso hab¨ªa escalado ya de un suceso local a un tema de irritaci¨®n nacional. Y lo hicieron sin ning¨²n tipo de impedimento de las autoridades, pues despu¨¦s de un a?o de cargar con una denuncia de violaci¨®n a sus espaldas, no exist¨ªa ni una sola orden de detenci¨®n en su contra. Fue entonces cuando la Fiscal¨ªa General del Estado tuvo que asumir la tarea que aparentemente hab¨ªa evitado la Fiscal¨ªa de Veracruz: presion¨® para agilizar las ¨®rdenes de detenci¨®n y pidi¨® a la Interpol que emitiera las fichas rojas. As¨ª Cruz fue detenido en Madrid en junio del a?o pasado.?
Las consecuencias a las que se enfrenta el juez Gonz¨¢lez van desde un toque de atenci¨®n durante medio a?o hasta una denuncia penal, que puede interponer el ¨®rgano. En cualquier caso, es poco probable que, aunque no se halle ninguna negligencia, vuelva a su puesto anterior, seg¨²n aseguran desde la instituci¨®n.
En las redes sociales el escarnio ha llegado hasta la publicaci¨®n de fotos de ¨¦l con su familia. Algo que, teniendo en cuenta la vida extremadamente privada que llevan los jueces federales en M¨¦xico, por las constantes amenazas que sufren e intentos de extorsi¨®n, ha sido considerado por muchos compa?eros como un ataque desmedido. Otros apuntan a que su resoluci¨®n, "sesgada y malintencionada", ha despertado a la bestia.
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