Hasta Pitufina desaparece de la escena ultraortodoxa israel¨ª
El ¨²nico personaje femenino de los populares dibujos animados es censurado por imp¨²dico en un basti¨®n religioso
Ni Hillary Clinton en campa?a presidencial, ni las ministras del Gobierno de Benjam¨ªn Netanyahu. Ninguna mujer se salva de la censura y la invisibilidad en los medios de comunicaci¨®n de la comunidad ultraortodoxa de Israel, que considera toda representaci¨®n de la imagen femenina como una incitaci¨®n a la impudicia. Incluso la multinacional sueca Ikea distribuy¨® recientemente un cat¨¢logo de muebles y decoraci¨®n destinado al colectivo hared¨ª en el que madres e hijas hab¨ªan desaparecido de los espacios hogare?os. La actriz estadounidense Jennifer Lawrence tambi¨¦n se cay¨® de los carteles que anunciaban la ¨²ltima entrega de la serie de pel¨ªculas Los juegos del hambre en los barrios jud¨ªos m¨¢s conservadores del Estado hebreo.
Hasta Pitufina, el ¨²nico personaje femenino de la popular serie de dibujos animados creado por el belga Peyo hace 51 a?os, acaba de esfumarse en los p¨®steres que daban cuenta del estreno de Los pitufos: la aldea escondida, en Bnei Brak, una ciudad de180.000 habitantes en la periferia de Tel Aviv. No ha sido a causa de un encantamiento del hechicero Gargamel, sino de las ordenanzas municipales de este basti¨®n ultraortodoxo.
La imagen de la diminuta rubia de piel azulada her¨ªa la sensibilidad de los vecinos, seg¨²n reconoci¨® al diario Haaretz la empresa Mirkaim-Hutzov Zahav, responsable de la carteler¨ªa promocional de la pel¨ªcula, que tom¨® la decisi¨®n de efectuar el borrado digital.
A escasos kil¨®metros de donde miles de homosexuales participan cada a?o en uno de los principales desfiles del Orgullo Gay del mundo, la censura religiosa se ha cebado con una inocente figura de animaci¨®n solo porque representa a una mujer. A pesar de que Sony Pictures ha presentado el ¨²ltimo filme de la saga como ¡°el m¨¢s feminista¡±, con ¡°Pitufina como gran protagonista¡±, tan solo sus hermanos Fil¨®sofo, Valiente y Torpe permanecen en el gran anuncio del estreno que se alza en las calles de Bnei Brak.
Los ultrarreligiosos jud¨ªos constituyen un 12% de la poblaci¨®n israel¨ª (8,5 millones de habitantes). La creciente expansi¨®n de esta comunidad, impulsada por una tasa de fecundidad de 6,9 hijos por mujer, hace prever que a mediados de siglo su peso demogr¨¢fico se haya duplicado en el Estado hebreo.
Las estrictas reglas del pudor proh¨ªben que los hombres ultraortodoxos puedan mirar im¨¢genes humanas femeninas. A partir de ahora, el tab¨² parece haberse extendido tambi¨¦n a vi?etas y dibujos animados, como los de Pitufina.
Los israel¨ªes laicos ya se han ocupado de advertir a los haredim a trav¨¦s de las redes sociales de que Pap¨¢ pitufo y otro centenar restante de criaturas azules son machos que se muestran siempre con el torso desnudo.
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