Maduro intenta desmarcarse del autogolpe

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El presidente de Venezuela, Nicol¨¢s Maduro, ha aparecido en p¨²blico por primera vez desde el martes, cuando el Supremo asumi¨® las funciones del Parlamento, para intentar desmarcarse de la deriva golpista que ¨¦l mismo impuls¨® y cerrar la grieta abierta en el r¨¦gimen por las declaraciones de la fiscal general Luisa Ortega D¨ªaz, que ha calificado la anulaci¨®n de la Asamblea Nacional como un acto contrario a la Constituci¨®n.

Maduro volvi¨® a aparecer m¨¢s tarde en la televisi¨®n para inaugurar la sesi¨®n del Consejo de Defensa de la Naci¨®n (Codena), un ¨®rgano de consulta, del cual forman parte el vicepresidente, los titulares de los cinco poderes p¨²blicos y algunos ministros, para deliberar el alcance de las dos sentencias de la Sala Constitucional ¡°y sacar a la naci¨®n del impasse?que se ha generado¡±. La sesi¨®n ha sido convocada para la noche del viernes y el gobernante ha prometido comunicar los resultados de esa cumbre en las pr¨®ximas horas. En la reuni¨®n, no estaban ni Luisa Ortega D¨ªaz, ni el presidente del Parlamento, Julio Borges, que s¨ª fue invitado. En un v¨ªdeo distribuido en las redes sociales el dirigente opositor afirm¨®: ?"No vamos a ir a una reuni¨®n que pretende crear un circo para decir que hay normalidad en el pa¨ªs".

Maduro, que ofreci¨® estas declaraciones en medio de un evento de nuevas tecnolog¨ªas, quiso mostrarse en todo momento como un hombre de Estado, partidario del di¨¢logo con sus opositores y especialmente comprensivo con las diferencias que existen entre sus aliados. Un retrato que dista bastante del modo estalinista con el que suele conducirse el grupo que le apoya. ¡°?Cu¨¢ntas controversias surgen entre el Poder Judicial y el Poder Ciudadano, por ejemplo?¡±, se pregunt¨®. ¡°A veces la fiscal¨ªa apela las decisiones. Y no por eso no existe en Venezuela el Estado de Derecho, ni la separaci¨®n de poderes. Yo no sab¨ªa nada ni de las sentencias del Supremo, ni de las declaraciones de la fiscal¡±, explic¨® como pre¨¢mbulo a su anuncio.

El r¨¦gimen parece haber acusado el rechazo enorme que ha generado entre la comunidad internacional la anulaci¨®n del Parlamento y la incomprensi¨®n de los decretos del Supremo entre el cuerpo diplom¨¢tico. Con todo, Maduro mantuvo el tipo y no perdi¨® la ocasi¨®n para cargar contra los Gobiernos que apoyaron la convocatoria del Consejo Permanente de la OEA y denunciar que esas gestiones pretenden ¡°generar una conmoci¨®n interior, provocar un golpe de Estado y provocar la intervenci¨®n de Venezuela¡±. ¡°Washington¡±, agreg¨®, ¡°est¨¢ guardando distancia y env¨ªa a una coalici¨®n de derechas a hacer el trabajo sucio¡±

La oposici¨®n ha aprovechado el lance para despertar del letargo en el que estaba sumida luego del fracaso de las conversaciones facilitadas por el Vaticano y tres expresidentes iberoamericanos, e intenta retomar la iniciativa pol¨ªtica. Este s¨¢bado han convocado a una manifestaci¨®n en un sector del Este de Caracas que pretende convertirse en un gran foro de rechazo al nuevo flanco de la crisis nacional abierto por el r¨¦gimen. En esa misma l¨ªnea se ha pronunciado la Conferencia Episcopal Venezolana, que ha condenado en un comunicado ¡°el ejercicio omn¨ªmodo y unilateral del poder¡±. ¡°Una naci¨®n sin Parlamento es como un cuerpo sin alma. Est¨¢ muerto¡±, agregaron.

La disoluci¨®n del Legislativo es la consecuencia de la imposibilidad de que el Ejecutivo pueda llevar a cabo su proyecto pol¨ªtico con un Parlamento contrario a sus intereses. Desde que se declar¨® como socialista en 2006, el r¨¦gimen bolivariano siempre tuvo a los poderes p¨²blicos a su servicio. La victoria opositora en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015 modific¨® ese escenario y supuso el desaf¨ªo para el Ejecutivo de intentar convencer a sus contrarios y de negociar con ellos. El chavismo, que reniega de los concili¨¢bulos porque los considera una traici¨®n a su electorado, prefiri¨® enfrentarse al Legislativo para anularlo con el apoyo del Supremo. El desacuerdo mantiene a Venezuela en medio de la peor crisis de su historia contempor¨¢nea.