La impunidad de Los Porkys irrita a M¨¦xico
La absoluci¨®n de un joven rico por violar a una menor reabre las heridas de un caso que ha sacudido a la sociedad en el ¨²ltimo a?o
Diego Cruz Alonso no llevaba la camisa puesta cuando sali¨® del Mercedes negro reci¨¦n estrenado pero la clave del caso fue durante mucho tiempo si ella llevaba minifalda. En un lugar exclusivo del Puerto de Veracruz (M¨¦xico), cuatro j¨®venes, hijos de familias adineradas e influyentes, salieron de fiesta y decidieron que el remate de la noche podr¨ªa ser Daphne Fern¨¢ndez, que en ese momento ten¨ªa 17 a?os. La subieron al coche y en la parte trasera abusaron de ella, seg¨²n los testimonios de la v¨ªctima. Al llegar a una casa, el cabecilla del grupo la viol¨®. Todav¨ªa los miembros de la pandilla no se apodaban Los Porkys. La absoluci¨®n de uno de ellos esta semana ha reabierto las heridas de uno de los casos que m¨¢s ha irritado a M¨¦xico en los ¨²ltimos a?os.
Todo ocurri¨® en enero de 2015 pero la denuncia estuvo un a?o enterrada en la Fiscal¨ªa estatal. Los acusados segu¨ªan libres, ni una sola orden de detenci¨®n en su contra. Hasta que lleg¨® un momento en el que, como si una violaci¨®n hubiera colmado la paciencia ante la impunidad de los m¨¢s poderosos, la sociedad estall¨®. Un suceso local se convirti¨® en una batalla nacional por la justicia. Y la presi¨®n de la opini¨®n p¨²blica sobre las instituciones ha sido el motor de acci¨®n fundamental para un caso destinado al olvido.
Hace exactamente un a?o, el padre de la v¨ªctima, Javier Fern¨¢ndez, filtr¨® una serie de v¨ªdeos en los que los presuntos agresores confesaban su responsabilidad en lo ocurrido. Las im¨¢genes se extendieron como la p¨®lvora por las redes sociales y los medios de comunicaci¨®n mexicanos. Ante el esc¨¢ndalo, el caso se reabri¨®. Aunque no fue suficiente: unos d¨ªas m¨¢s tarde, al menos dos de ellos pudieron huir del pa¨ªs, ya que no exist¨ªa todav¨ªa una orden de detenci¨®n en su contra. El hecho de que dos acusados de pederastia ¡ªun delito sancionado con hasta 30 a?os de prisi¨®n¡ª hubieran podido cruzar las fronteras sin ning¨²n impedimento dispar¨® la indignaci¨®n, hasta tal punto, que el Gobierno federal tuvo que tomar las riendas y pedir a la Interpol que los capturara.
El primero en caer fue Enrique Capitaine, cabecilla del grupo e hijo de un exalcalde de Nautla (al norte de Veracruz), una zona conocida por el trasiego de droga hacia el norte del pa¨ªs, Tamaulipas. Fue detenido en mayo del a?o pasado. Daphne lo se?al¨® desde el principio como el que conduc¨ªa el Mercedes y el que la llev¨® a su casa para violarla en el ba?o.
La Interpol detuvo al segundo en Madrid en junio del a?o pasado. Diego Cruz, viv¨ªa en una lujosa residencia de estudiantes del centro de la capital, donde las habitaciones cuestan entre 650 euros al mes hasta casi 800. La noche de su captura sal¨ªa de fiesta con unos amigos e intent¨® mentir sobre su identidad. Despu¨¦s de meses de batallas legales en Espa?a para intentar frenar su extradici¨®n, la Audiencia Nacional decret¨® que fuera entregado a M¨¦xico. Ahora la misma Justicia que pidi¨® su captura, ha permitido su absoluci¨®n esta semana en M¨¦xico, aunque no es definitiva.
Seg¨²n el testimonio de Daphne, Cruz, junto a su amigo Jorge Cotaita, le "toc¨® los senos, le met¨ªa sus mano debajo de la falda y le introdujo sus dedos por debajo del calz¨®n y se los introdujo en la vagina". Pese a ello, en una sentencia que ha desatado una oleada de cr¨ªticas, el magistrado consider¨® que Cruz no ten¨ªa ninguna intenci¨®n de ¡°copular¡± porque ¨¦l no se lo dijo directamente a la v¨ªctima. De manera que anula el delito de abuso sexual y por tanto pide su liberaci¨®n inmediata.
Una jueza federal, que prefiere no dar su nombre, explica a este diario que el magistrado us¨® una jurisprudencia antigua, sin tener en cuenta el Tratado de Bel¨¦m do Par¨¢, al que M¨¦xico est¨¢ suscrito y que exige una perspectiva de g¨¦nero. Adem¨¢s, la magistrada a?ade que el juez se equivoca al se?alar el componente ¡°lascivo¡±, cuando este no est¨¢ recogido en el delito de pederastia. Y, debido ¡°probablemente a una mentalidad machista, ¨¦l entra a valorar si ella pudo haber huido de sus agresores, cuando eso ocurri¨® en un momento posterior al que se refiere el delito¡±.
El caso de los Porkys ha resucitado esta semana con esta ¨²ltima sentencia. De nuevo, la presi¨®n social ha acelerado la maquinaria institucional para frenar lo que parec¨ªa una puesta en libertad de uno de los presuntos agresores. El ¨®rgano de control de los jueces ha cesado al magistrado de su cargo para investigar si cometi¨® alg¨²n tipo de irregularidad, como, por ejemplo, corrupci¨®n.
De los cuatro j¨®venes implicados en la violaci¨®n, s¨®lo dos est¨¢n en manos de las autoridades. Uno de ellos, el que iba con Cruz en la parte de atr¨¢s del coche, est¨¢ pr¨®fugo. Y el ¨²ltimo, Gerardo Rodr¨ªguez, logr¨® librarse desde el principio con un amparo. La lucha contra la impunidad de los m¨¢s poderosos la libra la opini¨®n p¨²blica fuera de los tribunales.
Mientras que en Espa?a se produce una violaci¨®n cada ocho horas, en M¨¦xico durante el mismo tiempo se perpetran 16. Y eso teniendo en cuenta que solo una de cada 10 se denuncia, seg¨²n estimaciones oficiales. De Veracruz, el propio fiscal ha dicho que se trata de "la fosa m¨¢s grande de M¨¦xico", donde hay enterradas al menos 250 personas que a¨²n no han sido identificadas. Una tierra donde su exgobernador, Javier Duarte, se encuentra pr¨®fugo y est¨¢ considerado el pol¨ªtico m¨¢s corrupto de la historia del pa¨ªs, al menos, desde que se tienen registros. Nada hac¨ªa pensar que el abuso sexual de una menor de edad iba a poner patas arriba a todo un entramado institucional aparentemente dise?ado para proteger a los amigos. La violaci¨®n a Daphne Fern¨¢ndez ha evidenciado el tama?o de sus propias grietas.
EL ORIGEN DEL MOTE DE LA BANDA
Los Porkys, hijos de familias adineradas en Veracruz, que se paseaban exhibiendo su poder por las zonas m¨¢s exclusivas de la entidad como aut¨¦nticos mirreyes, fueron bautizados con el mote por su parecido con aquellos Porkys de Xalapa que marcaron el imaginario colectivo de los veracruzanos en los a?os noventa y principios de los 2000. Todos juniors o mirreyes, chicos de familias poderosas e influyentes de la regi¨®n, hijos de empresarios y pol¨ªticos, fueron se?alados por la comisi¨®n de un crimen y exonerados despu¨¦s de las consecuencias penales. Aquellos mataron a un joven a golpes y, como los actuales, pese a estar implicados en el caso, lograron sortear la Justicia y cruzar las fronteras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.