La privatizaci¨®n de un banco abre grietas en la coalici¨®n portuguesa

La privatizaci¨®n de Novo Banco (NB) ha resquebrajado la alianza del Gobierno socialista con sus socios de la izquierda. El Bloco de Esquerda ha calificado la venta de ¡°ruinosa¡± y el PC quiere que la operaci¨®n se someta a votaci¨®n en el parlamento, lo que echar¨ªa por tierra la operaci¨®n del Gobierno, pues no contar¨ªa ni con sus tradicionales apoyos ni con los del centro derecha. Esto no ocurrir¨¢ porque el Ejecutivo tiene facultad para negarse a ese control, pero puede derivar en una moci¨®n de reprobaci¨®n de la medida con car¨¢cter simb¨®lico y sin consecuencias legales.

"Esta entrega es un error¡±, ha manifestado en la ma?ana del lunes la dirigente del Bloco de Esquerda, Catarina Martins. ¡°Haremos todo lo que est¨¦ a nuestro alcance para evitarlo. El Parlamento debe votar esta cuesti¨®n¡±. El Bloco de Esquerda, junto con el PCP, mantiene al Gobierno socialista de Ant¨®nio Costa desde noviembre de 2015.

No es la primera ocasi¨®n que los socios manifiestan intereses diferentes al Gobierno que apoyan, pero s¨ª es la vez en que se han expresado con mayor rotundidad, quiz¨¢s tambi¨¦n porque las elecciones municipales est¨¢n cerca o porque la venta de NB recuerda mucho a otras historias similares, como Banif, BNP y otros.

Para Martins, la nacionalizaci¨®n de NB hubiera salido m¨¢s barata a los contribuyentes que la venta, palabra que no pronunciar Martins, pues prefiere calificar la operaci¨®n de ¡°entrega¡±. El fondo norteamericano Lone Star se ha hecho con el 75% del banco por cero euros y el compromiso de inyectar 1.000 millones en dos a?os; sin embargo cuenta tambi¨¦n con una garant¨ªa del Estado de cerca de 4.000 millones para hacer frente a cr¨¦dito impagado. Mientras que, en la noche del viernes, el primer ministro calificaba a Lone Star como "un grupo inversor", minutos despu¨¦s el portavoz socialista en el Parlamento, Jo?o Galamba, le llamaba "fondo depredador" y "fondo buitre".

Para el mismo Partido Socialista ha sido un gran sapo que tragar. El presidente del partido y del grupo parlamentario, Carlos C¨¦sar, hab¨ªa calificado en enero la oferta de Lone Star de ¡°vejatoria¡±. Es la misma que ha sido aceptada.

Quiz¨¢s por ello, explic¨® la operaci¨®n el primer ministro , cuando en los recientes casos del Banif y de la Caixa Geral de Dep¨®sitos fue el titular de Finanzas, Mario Centeno. Para Ant¨®nio Costa, la nacionalizaci¨®n de NB hubiera supuesto una inyecci¨®n inmediata del Estado de 4.500 millones de euros, aparte de que Bruselas exig¨ªa la venta o la liquidaci¨®n de NB antes de este agosto.

Martins adivina la maniobra de Lone Star: ¡°Hace una peque?¨ªsima recapitalizaci¨®n del banco cuando sea suyo, d¨¢ndose dinero a s¨ª mismo, y despu¨¦s tiene una opci¨®n de colocar las futuros p¨¦rdidas para el Estado. El Estado va a pagar siempre, pag¨® en el pasado y pagar¨¢ en el futuro. Lone Star no paga nada¡±.

Pese al desencuentro con el Gobierno, Martins no acaba de hacer sangre: la responsabilidad de todo fue del anterior Gobierno de centro derecha. Martins ha obligado a que el Parlamento debata este mi¨¦rcoles la venta con car¨¢cter de urgencia.

El PC no se ha quedado atr¨¢s. La primera reacci¨®n, de su diputado Miguel Tiago, fue recordar que "los recursos del Estado se utilizan otra vez para salvar a bancos privados". Ya en la tarde del lunes, tras la reuni¨®n del comit¨¦ central del PCP, su miembro Jorge Pires anunciaba que el partido va a presentar en el parlamento la suspensi¨®n de la venta de Novo Banco y su nacionalizaci¨®n.

Por mucho que voten en contra comunistas y bloquistas, m¨¢s los diputados de centro derecha, la anunciada derrota del Gobierno ser¨ªa m¨¢s simb¨®lica que pr¨¢ctica. No va a servir para alterar la operaci¨®n, pero s¨ª para diferenciarse del PS, y el Bloco del PC, ante las elecciones municipales de octubre. Ser¨¢ a partir de entonces cuando se plantee la ruptura de esta entente de colaboraci¨®n y la posibilidad de adelantar elecciones legislativas porque, por un lado, PC y Bloco cada d¨ªa aprietan m¨¢s a su socio socialista y, por otro, el primer ministro se acerca en los sondeos a la mayor¨ªa absoluta. Aunque PC y Bloco le aseguran el Gobierno a Costa, sus insistentes reivindicaciones de m¨¢s gasto p¨²blico y de salida del euro, penalizan a Portugal en la escena internacional y en los mercados financieros.