Kasai, el nuevo coraz¨®n del horror en Congo
Fuerzas rebeldes y gubernamentales se enfrentan con una violencia inusitada en el centro del pa¨ªs
El presidente de la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo, Joseph Kabila, prometi¨® el pasado 5 de abril delante del Congreso que ¡°los presuntos responsables de toda exacci¨®n y crimen grave contra los civiles, responder¨¢n ante la justicia¡±. Pero sus palabras sonaron vac¨ªas ante el absoluto descontrol que sufre uno de los pa¨ªses africanos m¨¢s asestados por la violencia. Kasai es el nuevo coraz¨®n del horror. Jean Pierre Pandi Kamuina Nsapu era l¨ªder tradicional de esta zona central de Congo. Quer¨ªa que su feudo fuera reconocido por el Estado as¨ª que el pasado a?o, mientras crec¨ªa la crisis pol¨ªtica desatada por los deseos del presidente Joseph Kabila de perpetuarse en la presidencia, Kamuina decidi¨® enfrentarse al poder central y a sus representantes locales en la regi¨®n: la polic¨ªa, el Ej¨¦rcito y los gobernadores. De este modo, con una peque?a revuelta popular contra el poder, naci¨® en junio de 2016 la insurrecci¨®n en una zona hasta entonces tranquila, lejos de las convulsiones pol¨ªticas de la capital, Kinshasa, y de la guerra diaria del este del pa¨ªs.
La polic¨ªa congole?a respondi¨® a la revuelta con la muerte del l¨ªder. Entr¨® en casa de Kamuina y le mat¨® el pasado mes de agosto. A partir de ese momento, las atrocidades se han disparado, la violencia ha descarrilado y se ha ido extendiendo. Desde el pasado verano, al menos 400 personas han perdido la vida y 600.000 han tenido que huir de sus hogares. Seg¨²n la oficina humanitaria de la ONU, 1,7 millones de congole?os se ven afectados por la violencia en Kasai.
Los combates entre los hombres fieles a Kamuina, que han jurado venganza, y las brutales fuerzas del orden, acusadas de una desmesurada represi¨®n, est¨¢n sacudiendo los pueblos de Kasai y se han extendido ya a otras cinco provincias. Uno de los principales reclamos de los rebeldes, la entrega del cad¨¢ver de Kamuina, se cumpli¨® precisamente este s¨¢bado. La familia de Kamuina confirm¨® haber recibido y enterrado el cuerpo, y se?al¨® que ha nombrado a Jabeya Jacques Ntumba Mupala como su sucesor, seg¨²n recogi¨® la emisora local Radio Okapi.
Una violencia inusitada
El nivel de brutalidad del conflicto de Kasai ha sido y es inusitado: en febrero varios v¨ªdeos recorrieron las redes hasta llegar al diario The New York Times. En las grabaciones, grupos de uniformados tirotean a civiles desarmados. La justicia congole?a ha procesado a varios soldados por estos cr¨ªmenes. El pasado 25 de marzo, el Gobierno inform¨®, por otra parte, que una treintena de efectivos de las fuerzas de seguridad hab¨ªan sido decapitados por milicianos de Kamuina en la regi¨®n de Kasai.
La ONU anunci¨® el pasado 3 de abril el descubrimiento de 13 nuevas fosas comunes en la zona, que se suman a las 10 que ya se hab¨ªan encontrado. Y eso que ¡°a¨²n no se ha investigado la provincia de Lomami, donde seguimos trabajando porque se han se?alado otras fosas¡±, indic¨® Jos¨¦ Mar¨ªa Aranaz, el director de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
La Misi¨®n de las Naciones Unidas en Congo (MONUSCO), a menudo criticada por los congole?os por su ineficacia ante las numerosas atrocidades a pesar de tener el mayor contingente del mundo, est¨¢ en una posici¨®n complicada. Ha denunciado la represi¨®n del estado y, por este motivo, las relaciones con el gobierno se han deteriorado. En un mes de marzo especialmente convulso en Kasai, dos investigadores del Grupo de Expertos de la ONU, el estadounidense Michael Sharp y la sueca Zaida Catalan, fueron capturados y asesinados cuando se dirig¨ªan a Tshimbulu.
Estaban investigando, junto a un equipo de cuatro congole?os, la presunta ejecuci¨®n de cien miembros de la milicia de Kamuina. Se trata de un episodio sin precedentes ya que, a pesar de la guerra, nunca antes los equipos de expertos de la ONU hab¨ªan sido objetivo. Por el momento ha sido detenidos dos individuos por su posible relaci¨®n con el doble asesinato
La regi¨®n de Kasai es el feudo del hist¨®rico opositor Etienne Tshisekedi, que falleci¨® en febrero en plenas negociaciones para salir de la crisis.
Este estallido de brutalidad en pleno centro del pa¨ªs es un nuevo fen¨®meno, que ha quedado camuflado por la vor¨¢gine pol¨ªtica de los ¨²ltimos meses. El presidente Joseph Kabila, se neg¨® a abandonar el poder en diciembre, cuando terminaba su mandato. Ahora, Congo est¨¢ pendiente de unas elecciones inciertas, mientras las fuerzas del orden acumulan acusaciones de detenciones arbitrarias, torturas y asesinatos. Y mientras, en el este del pa¨ªs, la guerra m¨¢s mort¨ªfera del planeta. Todo, sin que paren de bombear las minas que alimentan el mercado internacional de la tecnolog¨ªa m¨®vil.
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