Las autoridades mexicanas, incapaces de adaptarse al nuevo sistema de justicia
Especialistas se?alan que culpar al modelo acusatorio del aumento de la violencia evidencia que los gobernantes no han sabido aplicar correctamente los cambios legislativos
Desde mediados del a?o pasado cuando comenz¨® a aplicarse en todo el pa¨ªs el nuevo sistema de justicia penal que privilegia la presunci¨®n de inocencia, unos 20.055 presos han dejado las c¨¢rceles. En algunos Estados los gobernantes han se?alado que el aumento de la violencia se debe a esta liberaci¨®n de reos. Sin embargo, especialistas en el tema penal aseguran que esto es mentira y es una excusa de los gobernantes que no realizan indagatorias s¨®lidas y no hacen correctamente su trabajo para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Antes de que entrara en vigor el nuevo sistema acusatorio, la prisi¨®n preventiva ¡ªel m¨¦todo de encarcelar a las personas mientras se demuestra si son culpables o inocentes¡ª era usada de manera irracional y excesiva. Especialistas en el tema y organizaciones de la sociedad civil han denunciado que las c¨¢rceles est¨¢n llenas de personas sin sentencia y que cometieron delitos menores como robos. Un 60% de la poblaci¨®n penitenciaria est¨¢ acusada de il¨ªcitos no violentos y en muchos casos se les dictan penas de tres a?os de c¨¢rcel, se?alan las estad¨ªsticas de los expertos.
La reforma penal busca cambiar el sombr¨ªo panorama. Con las modificaciones legislativas ahora se garantiza que los imputados en alg¨²n delito sean tratados como inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Adem¨¢s les permite acogerse a medidas cautelares para seguir su proceso en libertad cuando se trate de il¨ªcitos no graves, disminuyendo as¨ª el uso de la prisi¨®n preventiva que, a diferencia de antes, ahora se usa exclusivamente para delitos graves como secuestro, delincuencia organizada y homicidio doloso, entre otros.
Karen Silva, investigadora del ¨¢rea de justicia del Centro de Investigaci¨®n para el Desarrollo (CIDAC), explica que con el antiguo sistema las instituciones estaban saturadas y no pod¨ªan hacer investigaciones s¨®lidas, lo que se traduc¨ªa en altos niveles de impunidad. ¡°Los ¨ªndices de tortura se fueron para arriba porque las autoridades no sab¨ªan investigar y ten¨ªan que encontrar nuevos m¨¦todos para obtener pruebas. Entonces a las personas acusadas de delitos se les estaban violentando sus derechos y las v¨ªctimas ten¨ªan una respuesta negativa¡±, menciona.
Las c¨¢rceles ten¨ªan niveles de poblaci¨®n en promedio del 120% y en algunos casos de hasta el 400%, explica Guillermo Zepeda Lecuona, experto en temas justicia penal. Ahora que el nuevo sistema comienza paulatinamente a despresurizar las prisiones, los gobernantes han dicho que estas personas salen a delinquir aumentando los ¨ªndices delictivos.
El repunte de violencia en la capital
El Observatorio Nacional Ciudadano dio a conocer a mediados de marzo que la Ciudad de M¨¦xico registr¨® el a?o pasado la cifra de homicidios dolosos m¨¢s alta en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. Otros delitos como el robo a negocio, a casa habitaci¨®n y a transe¨²nte tambi¨¦n tuvieron un repunte. Adem¨¢s la delegaci¨®n Cuauht¨¦moc --una zona que abarca el centro hist¨®rico y los barrios de moda en la capital-- fue la que concentr¨® el mayor n¨²mero de casos de extorsi¨®n, asaltos y robo con violencia, de acuerdo a los datos difundidos por la organizaci¨®n especializada en temas de seguridad.
Francisco Rivas, director de la organizaci¨®n, destac¨® que la ciudad vive "una epidemia de homicidios" porque las pol¨ªticas publicas no est¨¢n funcionando. "Los ciudadanos de esta capital no nos estamos sintiendo seguros", afirm¨® durante la presentaci¨®n del estudio. El activista destac¨® que en nueve de las 16 delegaciones que conforman la metr¨®poli hubo un aumento en por lo menos cinco delitos de alto impacto.
D¨ªas despu¨¦s de la presentaci¨®n de este informe, el jefe de Gobierno capitalino, Miguel ?ngel Mancera, culp¨® al sistema de justicia penal del incremento delictivo. "Hay un incremento que obedece a que tenemos muchas personas que antes estaban en prisi¨®n, ese es un factor que tiene que analizar", declar¨® a medios locales. Seg¨²n sus cifras, el nuevo modelo acusatorio?hab¨ªa permitido que 12.000 presos dejaran las c¨¢rceles de la Ciudad de M¨¦xico. Sin embargo, de acuerdo a estad¨ªsticas de la Comisi¨®n Nacional de Seguridad han sido liberados 7.177 reos. En junio de 2016, la poblaci¨®n penitenciaria era de 34.501, mientras que en enero de este a?o fue de 27.324.
Las autoridades han puesto ¨¦nfasis en criticar el sistema porque no est¨¢n haciendo lo que les corresponde: investigar correctamente y proveer de seguridad a la ciudadan¨ªa, dice Silva. ¡°El sistema no es el problema, el problema es la falta de capacidad de las instituciones, tanto para proveer de seguridad, como para llevar cabo investigaciones s¨®lidas de los delitos¡±, expresa. Las instituciones no saben investigar correctamente los casos de homicidios y secuestros y se les caen esas indagatorias. Los casos que concluyen regularmente son los relacionados a delitos menores. "Es muy irracional decir eso (en referencia a las declaraciones de Mancera), cuando la mayor¨ªa de la poblaci¨®n penitenciaria est¨¢ por robo u otro delito menor, como narcomenudeo o posesi¨®n de drogas. Es decir, delitos de menor impacto que no implican violencia", destaca.?
Zepeda coincide en que culpar al sistema acusatorio del aumento en los ¨ªndices delictivos es un argumento poco v¨¢lido. ¡°Muchas autoridades que tienen mal capacitados a sus funcionarios o son impotentes ante el tema de la delincuencia usan este tipo de argumentos¡±, menciona. En el 2008 cuando empez¨® a operar el nuevo sistema en Chihuahua dijeron que por eso se hab¨ªa aumentado la violencia, recuerda. ¡°Es absurdo pensar que un cambio a la ley sirve para detonar la violencia. La impunidad es mala para cualquier sistema jur¨ªdico¡±, expone.
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