Un grupo disidente de las FARC mata a un soldado en el sureste de Colombia

Un soldado ha muerto, tres han resultado heridos y otro est¨¢ en paradero desconocido a causa de un ataque perpetrado por la disidencia de las FARC la noche del s¨¢bado en Guaviare, al sureste de Colombia. El responsable del atentado fue el Frente 1, seg¨²n informaci¨®n del Ministerio de Defensa. Se trata de un grupo de combatientes que decidi¨® no unirse al proceso de paz acordado entre la guerrilla y el Gobierno de Juan Manuel Santos el pasado noviembre. "Condeno ataque subversivo en Guaviare que dej¨® soldado muerto y cuatro heridos. Solidaridad con sus familias. Ej¨¦rcito sigue labores en la zona", ha escrito el mandatario en su cuenta oficial en Twitter.

"Un veh¨ªculo tipo camioneta que transportaba personal militar que se movilizaba para realizar el acompa?amiento a la Polic¨ªa Nacional y autoridades ambientales del departamento del Guaviare fue atacado mediante artefacto explosivo improvisado", ha explicado Defensa en un comunicado. En este momento, el Ej¨¦rcito colombiano contin¨²a con la investigaci¨®n y la b¨²squeda de los responsables del atentado en la zona de La Momposina.

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La primera hip¨®tesis apunta a Miguel Botache Santanilla, alias Gentil Duarte, un ex alto mando de las FARC que lider¨® durante muchos a?os el Frente 1 y responsable del secuestro de Ingrid Betancourt, pol¨ªtica colombiana candidata a la presidencia. El pasado julio, poco tiempo despu¨¦s de que la guerrilla y el Gobierno firmaran el cese al fuego bilateral y definitivo, un grupo que se calcula en unos 60 guerrilleros, liderados por mandos medios, envi¨® un comunicado anunciando su negativa a cumplir con lo pactado. ¡°Hemos decidido no desmovilizarnos, continuaremos la lucha por la toma del poder por el pueblo y para el pueblo, independientemente de la decisi¨®n que tomen el resto de integrantes de la organizaci¨®n guerrillera. Respetamos la decisi¨®n de quienes desistan de la lucha armada, dejen las armas y se reincorporen a la vida civil, no los consideramos nuestros enemigos¡±.

En aquel momento, el Ejecutivo de Santos mostr¨® su rechazo a esta decisi¨®n. "Cualquiera que tenga alguna duda que mejor la deje a un lado y se acoja [al acuerdo de paz], porque es la ¨²ltima oportunidad que tienen para cambiar de vida, porque de otra forma terminar¨¢n, se los aseguro, en una tumba o en una c¨¢rcel", asegur¨® entonces el mandatario. Las FARC tardaron en pronunciarse cinco meses. El pasado diciembre, el Secretariado de la guerrilla emiti¨® un comunicado en el que apartaban de sus filas a cinco mandos, entre ellos Gentil Duarte y John 40, el que anta?o fuera uno de los hombres de confianza del Mono Jojoy, uno de los comandantes m¨¢s sangrientos y beligerantes de la insurgencia, ca¨ªdo en combate en 2010.

Era la primera vez que la organizaci¨®n guerrillera dejaba de hablar ¨²nicamente de desertores, el calificativo que hasta ese momento hab¨ªan usado para responder al Gobierno y otros colectivos cuando se refer¨ªan a la disidencia de las FARC.

Desde que el pasado 24 de noviembre Santos y Timochenko, l¨ªder de la guerrilla, firmaran el acuerdo definitivo que acab¨® con 52 a?os de conflicto armado en Colombia, el Ministerio de Defensa ha sido la ¨²nica instituci¨®n en referirse a la disidencia con cifras. Luis Carlos Villegas, titular de la cartera, considera que este colectivo representa un 5% de los guerrilleros, sin diferenciar si se trata de individuos que han continuado en el combate, la extorsi¨®n o el negocio del narcotr¨¢fico, o si son desertores que han regresado a sus casas. Las FARC no han confirmado ni desmentido este porcentaje. "Nosotros no estamos contando qui¨¦n se va, sino quien llega a las zonas veredales", ha declarado en m¨¢s de una ocasi¨®n Marcos Calarc¨¢, comandante y miembro del Mecanismo de Monitoreo y Verificaci¨®n encargado de controlar la primera parte de la implementaci¨®n del proceso.

"Los n¨²meros est¨¢n dentro de los esperados en cualquier proceso de paz", explicaba Ariel ?vila, analista de la Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n en un art¨ªculo en EL PA?S. El experto cree que la tardanza en aplicar la amnist¨ªa pactada en la mesa de negociaciones de La Habana sembr¨® desconfianza y miedo entre combatientes que cargan importantes delitos a causa del conflicto. Adem¨¢s, "se pactaron sueldos de 620.000 pesos, cerca de 280 d¨®lares por mes, a cada guerrillero. Esto est¨¢ bien para la base de las FARC pero no para los mandos medios". Es decir, comandantes que, en opini¨®n de ?vila, "manejaban miles de d¨®lares al mes, que ten¨ªan a su cargo centenares de guerrilleros y que ten¨ªan poder ante la comunidad".

A estos dos factores que explicar¨ªan la disidencia, se unen las organizaciones criminales que aun dominan muchos territorios de Colombia, y que ofrecen nuevos salarios a quienes decidan dejar las filas guerrilleras. Al mirar el mapa, los disidentes operan fundamentalmente en varios departamentos selv¨¢ticos, como Guaviare, Guain¨ªa y Vichada, estos dos ¨²ltimos lim¨ªtrofes con Venezuela, as¨ª como en Nari?o, fronterizo con Ecuador, especialmente en la localidad de Tumaco. Zonas donde el narcotr¨¢fico sigue representando un negocio muy rentable.