Trump amarga la vida, antes dulce, a Maribel, ?lvaro y otros inmigrantes en EEUU
Una pareja de espa?oles asentada en Wisconsin y con hijos estadounidenses simboliza la desaz¨®n que invade a muchos for¨¢neos instalados hace a?os
Los dos proceden de la orilla del mar, Maribel Morales, de San Fernando de C¨¢diz, y ?lvaro Garc¨ªa, de Gij¨®n. Se conocieron en Estados Unidos, se casaron all¨ª y viven all¨ª, en el c¨¦ntrico Estado de Wisconsin, a la orilla del lago Michigan, tan inmenso que parece un mar. ¡°No ves la otra costa, es infinito, es como el mar abierto, las posibilidades son muchas,¡± dice ?lvaro. Pero sienten que con la llegada del presidente Donald Trump a la Casa Blanca, el agua dulce del lago Michigan, y sus vidas dulces en Am¨¦rica, ya tienen otro sabor.
¡°Agua sucia,¡± dice Maribel. ¡°El lago es una met¨¢fora de lago contaminado,¡±. Desvelan que desde la victoria de Trump, hablan espa?ol en las calles de Wisconsin en voz bajita. Porque no quieren que alg¨²n desconocido les llame la atenci¨®n delante de sus dos ni?os de corta edad. Maribel ya tuvo un aviso hace cinco a?os en una biblioteca p¨²blica cuando una mujer le recrimin¨®... ¡°Speak English. This is America.¡± (Habla ingl¨¦s, esto es Am¨¦rica).
¡°Oyes historias de gente que no est¨¢ de acuerdo con que haya gente de fuera aqu¨ª y se hizo m¨¢s evidente cuando gan¨® las elecciones el presidente [Trump]¡±, dice Maribel. ¡°Antes me sent¨ªa bien aqu¨ª y ahora tengo m¨¢s miedo, m¨¢s incertidumbre.¡± ¡°Cuando llegamos a este pa¨ªs,¡± explica ?lvaro, ¡°una de las cosas que siempre estaba para nosotros era la aceptaci¨®n. Eres inmigrante, vienes de fuera, eres aceptado. Esta ret¨®rica que ha utilizado Trump en contra de la inmigraci¨®n, en contra de la diversidad, te rompe el coraz¨®n".
¡°Esta ret¨®rica que ha utilizado Trump en contra de la inmigraci¨®n, en contra de la diversidad, te rompe el coraz¨®n¡±
Y sus corazones est¨¢n muy vinculados a Estados Unidos. ?lvaro se fue en 1996 con becas para estudiar m¨²sica en la prestigiosa Universidad de Yale, y lleva 15 a?os como profesor de m¨²sica en la Universidad de Wisconsin, en el campus de Parkside. Maribel se fue en 2003 para ense?ar castellano en la escuela p¨²blica en Kenosha, Wisconsin, a 100 kil¨®metros al norte de Chicago, y trabaja desde hace 11 a?os como profesora de lengua y literatura espa?ola en el Carthage College, en la misma peque?a ciudad.
El INE cuenta que 136.805 espa?oles viven en EE UU. Muchos est¨¢n en Miami, pero pocos en Kenosha, con sus inviernos largos y duros. Hay pasillos enteros en los supermercados locales con chiles y salsas para la comida mexicana pero para conseguir un poco de jam¨®n o queso manchego, la pareja acude a una tienda italiana, y lo paga caro.
En Kenosha, han vivido durante a?os con las pol¨ªticas republicanas, incluso durante la presidencia de Obama. Porque su congresista en Wisconsin es el conservador Paul Ryan, que ahora tambi¨¦n es el presidente de la C¨¢mara de Representantes en Washington y el segundo en la l¨ªnea de sucesi¨®n, despu¨¦s de Trump y su vicepresidente.
Ryan dio un discuro en la ceremonia de graduaci¨®n en Carthage College en mayo pasado y Maribel estaba sentada a 10 metros de ¨¦l. ¡°Previamente hubo mucha pol¨¦mica. Muchos profesores estaban en contra de que [Ryan] viniera,¡± dice Maribel. ¡°El presidente [de Carthage] tuvo que mandar un correo diciendo 'vamos a separar la pol¨ªtica del hombre dando un mensaje de motivaci¨®n a los estudiantes.¡±
Adem¨¢s de Ryan, los republicanos controlan el Estado de Wisconsin, incluyendo el propio gobernador. Sus recortes han afectado directamente a la universidad p¨²blica y al bolsillo de ?lvaro. Antes, el seguro m¨¦dico estaba incluido en su contrato de profesor, pero los republicanos introdujeron los copagos, hasta un tope de 2.300 euros anuales para la familia de ?lvaro.
Y ahora en Washington, como en Wisconsin, los republicanos tienen el control del Senado y de la C¨¢mara de Representantes, y adem¨¢s, tienen a Trump. ?lvaro dice que no es dif¨ªcil imaginar los cambios que van a venir. ¡°Como vemos a nivel nacional republicano, la educaci¨®n -- no es una prioridad de su pol¨ªtica, y esto es lo que nos afecta m¨¢s que nada a todos,¡± dice ?lvaro.
Pero la promesa de Trump de construir un muro con M¨¦xico, contra la inmigraci¨®n ilegal, tambi¨¦n preocupa a la pareja, por sus viajes entre EE UU y Espa?a. Kenosha est¨¢ a una hora en coche del aeropuerto de Chicago, con un vuelo directo de Iberia a Madrid.
Su hija, de 6 a?os, y su hijo, de 3, nacieron en Kenosha y tienen dos pasaportes, estadounidense y espa?ol. ?lvaro tambi¨¦n ha adquirido la ciudadan¨ªa norteamericana, para que siempre pueda entrar en EE UU con los ni?os. Pero Maribel solo tiene la tarjeta verde, de residencia. Ahora con Trump, ¡°el miedo es incluso mayor de que [el departamento de] Inmigraci¨®n cambie sus normas,¡± dice Maribel. ¡°De que ellos tres entren y no me dejen entrar por cualquier raz¨®n.¡± Cuando Trump gan¨® las elecciones, Maribel dice que tuvo "una crisis.¡± Su a?oranza latente de volver a Espa?a se convirti¨® en una b¨²squeda urgente de ofertas de trabajo en Espa?a para profesores.
Pero no encontr¨® nada parecido a lo que tienen en Am¨¦rica. Adem¨¢s de profesor fijo, ?lvaro es decano asociado interino en su facultad. Maribel opta ahora para su plaza fija en Carthage. Sus salarios son m¨¢s altos all¨ª de lo que ser¨ªan en Espa?a. Y la familia termin¨® de construir su nueva casa el pasado septiembre, poco antes de la victoria de Trump. Un chal¨¦ con jard¨ªn, a 10 minutos en coche de sus trabajos y el lago Michigan.
¡°El ver las olas te enga?a. Te ayuda un poquito a recordar C¨¢diz, San Fernando¡±
¡°Estoy un poco resignada,¡± dice Maribel. ¡°Bueno, son cuatro a?os [de Trump]¡±, dice ?lvaro. ¡°Si es que logra mantenerse en el poder cuatro a?os.¡± Maribel ha decidido tambi¨¦n solicitar la ciudadan¨ªa estadounidense, para evitar cualquier riesgo en la aduana de Chicago. Lo har¨¢ este verano. Cuando la familia pueda disfrutar de las playas del lago Michigan. ¡°El ver las olas te enga?a,¡± dice Maribel. ¡°Te ayuda un poquito a recordar C¨¢diz, San Fernando.¡±
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