Confesiones y silencios
No hay duda de que la constructora cant¨®, pero ?cant¨® completo? ?D¨®nde est¨¢ el detalle de los pagos?
En Brasil la llaman "la delaci¨®n del fin del mundo", aunque parte del mundo parece no estar de acuerdo. Mientras en Brasil se filtraban a la luz, por escrito y en v¨ªdeos, las masivas confesiones de los jefes corporativos y los principales ejecutivos de Odebrecht, en Estados Unidos una inesperada petici¨®n judicial del Departamento de Justicia encog¨ªa la escala del caso. En un documento presentado este 11 de abril al juez Raymond J. Dearie, del Distrito Judicial Este de Nueva York, los fiscales Bridget M. Rohde y Andrew Weissmann, del Departamento de Justicia estadounidense, solicitaron rebajar la multa que Odebrecht deber¨ªa pagar a Estados Unidos ¡ªcomo parte de un acuerdo global¡ª, de 260 millones a 93 millones de d¨®lares.
La raz¨®n de esa fuerte rebaja, seg¨²n el Departamento de Justicia, obedece a la incapacidad de Odebrecht de pagar la multa inicialmente acordada, a tenor de "un an¨¢lisis independiente" que el Departamento de Justicia habr¨ªa llevado a cabo en conjunto con las autoridades brasile?as. Seg¨²n el director del Blog FCPA (por las siglas en ingl¨¦s de la ley federal contra pr¨¢cticas corruptas en el extranjero), Richard Cassin, la "capacidad de Odebrecht de pagar las multas por sus delitos ha sufrido una disminuci¨®n. Luego de firmar su acuerdo global [con Estados Unidos, Brasil y Suiza] en diciembre, Odebrecht ha perdido importantes contratos de construcci¨®n con los Gobiernos de Per¨², Colombia y Panam¨¢".
M¨¢s del autor
La internacionalizaci¨®n del caso Lava Jato le ha conferido una din¨¢mica nueva e interesante. Ahora, las autoridades fiscales y judiciales brasile?as muestran preocupaci¨®n por el acoso que sufren Odebrecht y otras compa?¨ªas fuera de Brasil. Cuando una docena de fiscales generales latinoamericanos visit¨® hace algunas semanas a su par brasile?o Rodrigo Janot, en Brasilia, este los inst¨® a buscar acuerdos bilaterales con las empresas que replicaran el modelo brasile?o de informaci¨®n a cambio de beneficios.
Como el tema no ha marchado bien, las autoridades fiscales brasile?as dejaron saber que la segunda parte de la delaci¨®n corporativa de Odebrecht, la que concierne a los sobornos pagados fuera de Brasil, que deber¨ªa hacerse p¨²blica el pr¨®ximo junio, podr¨ªa no llevarse a cabo si ¡ªen la expresi¨®n de una autoridad judicial brasile?a¡ª "se estrangula al cantor", sobre todo ahora cuando, seg¨²n parece, no para de cantar.
Pero ?cu¨¢nto ha cantado realmente Odebrecht? De un lado, con solo ver y escuchar las horas y horas de testimonio videograbado de los Odebrecht, padre e hijo, y de sus principales ejecutivos, entre ellos el del exjefe de la "oficina de operaciones estructuradas", pareciera que mucho. Eso supuestamente creen los funcionarios del Departamento de Justicia estadounidense, que en el reciente documento al juez Dearie mencionan en detalle la cooperaci¨®n confesional de Odebrecht y las acciones de reforma corporativa que ha emprendido (entre ellas, el despido de 51 ejecutivos involucrados en actos de corrupci¨®n y las sanciones a otros 26).
Que Odebrecht cant¨®, no hay duda, pero ?cant¨® completo? Parece que no. Para empezar, en su acuerdo de diciembre con el Departamento de Justicia gringo, la corporaci¨®n reconoci¨® haber pagado sobornos por "aproximadamente 788 millones de d¨®lares" entre 2001 y 2016 por m¨¢s de 100 proyectos en 12 pa¨ªses. Pero, ante las autoridades brasile?as, el que fuera jefe del departamento de operaciones estructuradas, Hilberto Mascarenhas da Silva, confes¨® que entre 2006 y 2014 Odebrecht realiz¨® pagos il¨ªcitos por cerca de 3.390 millones de d¨®lares. Es decir, cuatro veces m¨¢s de lo admitido ante el Departamento de Justicia.
Aparte de las confesiones, ?d¨®nde est¨¢ el detalle de los pagos? En el servidor encriptado que el departamento a cargo de la ejecuci¨®n de los sobornos ¡ªla oficina de operaciones estructuradas¡ª mantuvo en Suiza desde por lo menos 2006. Ah¨ª debe encontrarse el proceso de cada pago y su beneficiario final.
El problema, seg¨²n informaci¨®n de fuentes suizas con conocimiento de causa, es que solo una parte del impresionante volumen de informaci¨®n del servidor ha sido abierta. El resto, por lo menos el 50% seg¨²n las fuentes, sigue siendo secreta y la clave de acceso no ha sido todav¨ªa proporcionada por Odebrecht.
As¨ª que si algo est¨¢ claro es que esta temporada de canto no es la final. Por ahora, los silencios parecen ser tan elocuentes como las canciones. Y con lo importante que es, la delaci¨®n actual no solo no es la del fin del mundo, sino ni siquiera de la temporada.
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