Se busca: gente que hable bien del Gobierno de Brasil
El ejecutivo brasile?o ofrece publicidad a los medios a cambio de que apoyen sus recortes y compra el favor de populares 'youtubers'
El gobierno en Brasil sufre una grave crisis de popularidad, en buena parte por culpa de los cientos de casos de corrupci¨®n que lo atenazan. En la ¨²ltima gran encuesta de opini¨®n, de febrero, por ejemplo, apenas llegaba al 10% de aprobaci¨®n, y eso fue antes de que el Tribunal Supremo ordenara investigar a ocho de sus ministros. El ejecutivo siempre ha respondido a esos datos con el mismo mantra: el problema se solucionar¨¢ por s¨ª solo si ellos logran resolver otra crisis, quiz¨¢ m¨¢s manejable: la econ¨®mica.
Pero en econom¨ªa tampoco est¨¢n consiguiendo la aprobaci¨®n que necesitan, en este caso en las c¨¢maras que tienen que dar luz verde a sus medidas. Ning¨²n senador ni diputado quiere estar detr¨¢s de las medidas de austeridad y los recortes con los que el Gobierno pretende sacar al pa¨ªs de la peor recesi¨®n que ha visto en d¨¦cadas. Por ahora los dos grandes proyectos del presidente, Michel Temer, la reforma laboral y la de las pensiones, est¨¢n en el limbo administrativo.
Acorralado, el Gobierno hizo la semana pasada un llamamiento desesperado a los medios. Aquellos que hablen de las reformas de Temer de forma positiva recibir¨¢n golosa publicidad federal. El resto lo tendr¨¢ m¨¢s dif¨ªcil. El anuncio a?ade que se valorar¨¢n especialmente los medios locales del Nordeste, la zona m¨¢s pobre, que ser¨¢ la m¨¢s atizada por los recortes. Hay un ¨²ltimo giro: permite que quienes nominen a estos medios favorecidos sean los diputados y los senadores, muchos de los cuales son due?os de canales de televisi¨®n y radio. Es decir, el Gobierno est¨¢ comprando a la prensa y, en cierto modo, sobornando al poder legislativo de un mismo golpe. La estrategia ha alarmado a muchos de los (cada vez menos) colectivos que velan por la libertad de prensa brasile?a.
Pero comprarse la buena fama es pr¨¢cticamente sello de la casa brasile?a. El pasado oto?o, cuando el Gobierno estaba sacando adelante una reforma educativa, se supo que hab¨ªa pagado a seis youtubers para que publicaran?en sus canales v¨ªdeos hablando bien del plan para los estudiantes de secundaria. El m¨¢s exitoso de ellos tiene hoy m¨¢s de dos millones de visionados y en ¨¦l, la pareja de youtubers estrella en Brasil asegura: ¡°Si yo estuviese en el instituto y supiese de esta reforma, estar¨ªa encantado¡±. Los autores se defendieron diciendo que iban a hacer el v¨ªdeo de todas formas y que no les costaba nada aceptar los 65.000 reales (20.000 d¨®lares) del Gobierno, pero no deja de ser publicidad encubierta. En total, la compra de propaganda favorable en estos seis canales cost¨® 295.000 reales (95.000 d¨®lares). Pero a cambio, al menos, el atribulado Gobierno de Temer puede decir que alguien, por fin, ha hablado bien de ellos.
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