Un nuevo mandamiento en las tablas de la ley, de compras en Sabbat

Tres jueces de Tribunal Supremo de Israel, las tres mujeres, han fallado a favor de la apertura de m¨¢s de 160 tiendas de alimentaci¨®n y de art¨ªculos de primera necesidad en ¨¢reas residenciales de Tel Aviv durante el Sabbat, la festividad jud¨ªa que discurre entre el anochecer del viernes y el del s¨¢bado. Entre otras muchas cosas, en el Estado hebreo est¨¢ vetado el transporte p¨²blico y la actividad de los comercios durante la jornada sagrada.

El ayuntamiento de la liberal ciudad costera israel¨ª aprob¨® un reglamento hace tres a?os para atender la demanda de la poblaci¨®n laica, deseosa de poder efectuar sus compras durante el d¨ªa festivo. Pero el Gobierno, que tiene la potestad ¨²ltima para determinar las excepciones a la norma general de cierre durante el Sabbat, se hab¨ªa mantenido en silencio desde entonces. Cinco ministros del Interior, responsables en teor¨ªa de adoptar una resoluci¨®n, se sucedieron en los distintos Gabinetes del primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu. De uno a otro se pasaron la patata caliente de la apertura de tiendas en Tel Aviv a sabiendas de que, tomaran la decisi¨®n que tomaran, iban a contrariar a un importante sector del electorado ¨Cya fuera en el bando religioso o en el secular¨C, lo que equivale a una prohibici¨®n b¨ªblica para la estrategia pol¨ªtica del jefe de Gobierno.

Ni siquiera el actual titular de la cartera, el ultraortodoxo Arye Dery, se hab¨ªa atrevido a solventar la espinosa cuesti¨®n y mantuvo la misma t¨¢ctica dilatoria. Los haredim (temerosos de Dios) representan ya un 12% de la poblaci¨®n israel¨ª (8,5 millones de habitantes). Con una tasa de fecundidad de 6,9 hijos por mujer, est¨¢ previsto que su peso demogr¨¢fico se duplique dentro de tres d¨¦cadas.

Dos partidos pol¨ªticos ultrarreligiosos ¨Cel Shas (sefard¨ª, liderado por Dery), con siete esca?os, y la Uni¨®n de la Tor¨¢ y el Juda¨ªsmo (askenazi, que encabeza el ministro de Sanidad, Yaakov Litzman), con seis¡ª apuntalan la coalici¨®n que permite gobernar a Netanyahu tras las elecciones de 2015. Precisamente Litzman ha responsabilizado al Supremo de ¡°erosionar los valores de la religi¨®n y la tradici¨®n jud¨ªa en Israel¡±.

Ante la indecisi¨®n del Ejecutivo, la presidenta y dos magistradas del Alto Tribunal tuvieron que zanjar la cuesti¨®n el mi¨¦rcoles, en beneficio de la todav¨ªa predominante poblaci¨®n laica, al validar el reglamento municipal que permite el funcionamiento de las tiendas de conveniencia en Tel Aviv.? En su fallo incluyeron la autorizaci¨®n para la apertura en la jornada festiva jud¨ªa de tres centros comerciales en zonas de ocio. El alcalde de la principal urbe econ¨®mica y cultural de Israel, el laborista Ron Hudai, record¨® que su ciudad ¡°siempre fue libre y seguir¨¢ siendo libre¡± en un marco de tolerancia mutua.

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Unos 65 kil¨®metros hacia el este, en Jerusal¨¦n, apenas una decena de comercios atienden en Sabbat a una poblaci¨®n (800.000 habitantes) que duplica a la del t¨¦rmino de Tel Aviv (400.000), en el que no se incluyen las grandes localidades de su ¨¢rea metropolitana (que suman cerca de cuatro millones de residentes, la mitad de Israel). En la Ciudad Santa, los ultraortodoxos superan ya el 20% del censo de poblaci¨®n. Sin embargo, esta restricci¨®n solo afecta a la parte occidental de la urbe. En la oriental, donde se sit¨²a el recinto hist¨®rico amurallado, anexionada tras la guerra de 1967 y con mayor¨ªa de poblaci¨®n palestina, la actividad comercial no se interrumpe durante el s¨¢bado.

Zehava Galon, presidenta del partido de izquierdas Meretz, cuyo feudo precisamente est¨¢ en la ciudad costera israel¨ª, celebr¨® que ¡°la cordura haya acallado las voces que aspiran a imponer la Halaja (ley jud¨ªa) en Israel". Bezalel Smotrich, colono en un asentamiento de Cisjordania y dirigente del partido ultranacionalista Hogar Jud¨ªo, conden¨® la ¡°profanaci¨®n de Sabbat por ego¨ªstas provocadores" . Las jueces de Israel parecen haber reescrito desde el Supremo las tablas de la ley para poder ir de compras en el d¨ªa sagrado del juda¨ªsmo, al menos en la descre¨ªda Tel Aviv.