La Historia m¨¢s all¨¢ de Col¨®n

V¨¦ase un se?or elegante y acaudalado, que gestiona minas de plata de Potos¨ª en el siglo XVII, cuando el territorio boliviano pertenec¨ªa a la jurisdicci¨®n de Lima. El trabajo forzado de miles de hombres en la oscuridad le reportan brillantes beneficios, de sobra como para regalar a su encantadora se?ora unas preciosas telas de la localidad francesa de Nantes. El capricho se plantea desafiante. ?C¨®mo era posible enviar su demanda a Europa y conseguir que la mujer acariciara esos tejidos venidos desde 10.000 kil¨®metros? El investigador colombiano Nelson Gonz¨¢lez se imbuye en los legajos del Archivo General de Indias de Sevilla para descifrar las pr¨¢cticas de circulaci¨®n de informaci¨®n entre Espa?a y Am¨¦rica en el siglo XVII y XVIII. ¡°El gran ¨¦xito del imperio espa?ol fue permitir que los mecanismos fueran legales y pudieran coexistir v¨ªas oficiales, particulares, eclesi¨¢sticas y militares¡±, apunta.

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Su b¨²squeda es solo una de las infinitas que cada d¨ªa repara en el Archivo General de Indias de Sevilla, que desde 1785 atesora la documentaci¨®n de los territorios ultramarinos espa?oles. ¡°Este archivo tiene repercusi¨®n mundial, es la historia de un continente desde el Cabo de Hornos hasta Alaska y parte de Asia¡±, resume Manuel Ravina, director de la instituci¨®n, que se?ala c¨®mo en ¨¦pocas pasadas el prisma para estudiar la Historia era la pol¨ªtica y la econom¨ªa. Seguir cada paso de Crist¨®bal Col¨®n, de Hern¨¢n Cort¨¦s y analizar las cuentas de las cajas reales de Am¨¦rica. Estos estudios se mantienen, pero destaca un giro hacia lo antropol¨®gico y el estudio transversal de una misma realidad.

¡°Los documentos hablan, est¨¢n vivos. Esto es algo que a la gente no se le ocurre. Pero si usted no le pregunta, no le responde. La cuesti¨®n es que no siempre se hacen las preguntas adecuadas a la Historia. Antes no se fijaban en aspectos m¨¢s human¨ªsticos porque no interesaban, ahora s¨ª. Por eso es importante reescribirla de forma permanente¡±, se?ala Ravina, que destaca las bondades de estos legajos a los que se les pueden recuestionar datos sobre agricultura, fortificaciones, lenguas, ingenier¨ªas, religiones, caminos, navegaci¨®n... ¡°Ahora vemos investigaciones como la participaci¨®n de la mujer en la colonizaci¨®n o las consecuencias del encuentro entre personas de diferentes culturas¡±, se?ala.

¡°Se estudian cada vez m¨¢s temas vinculados al presente que al pasado. Hay cierta preocupaci¨®n por la salud del planeta y el medio ambiente, por conocer los derechos de las comunidades ind¨ªgenas¡­ por ejemplo, qu¨¦ concesiones de tierras se les hac¨ªan a los caciques; o se estudia la flora y la fauna y su impacto en la gastronom¨ªa¡±, se?ala Antonio S¨¢nchez de Mora, jefe del departamento de referencias del Archivo General de Indias, por el que pasan todos los investigadores que entran en la sala de Sevilla, donde el a?o pasado se hicieron 17.000 consultas.?

La mexicana Graciela Bernal tiene clara la aproximaci¨®n humana a su investigaci¨®n. ¡°Me interesa c¨®mo los sectores sociales se ven afectados por el ejercicio de los funcionarios de la Nueva Espa?a en la segunda mitad del siglo XVIII, c¨®mo sus acciones irrumpen de manera directa a personas de carne y hueso¡±, dice la investigadora, que disfruta de una estancia de 45 d¨ªas en Sevilla con apoyo de la Universidad de Guanajuato. Su an¨¢lisis consiste en averiguar c¨®mo se gestion¨® la divisi¨®n de la Nueva Espa?a en 12 jurisdicciones y c¨®mo los funcionarios, a pesar de tener prohibido por un Real Decreto hacer negocios con los ind¨ªgenas, les obligaban a comprarles bienes. ¡°Por ejemplo, exig¨ªan a un ind¨ªgena que les pagaran una mula, lo que provocaba que pasaran la vida endeudados, y afectaba a la carga de trabajo cotidiano de esta persona¡±, concluye la investigadora.

Es una muestra tambi¨¦n de una nueva perspectiva de estudio multidisciplinar y transversal de una misma realidad. Sobre c¨®mo a partir de un documento se vislumbra una vida an¨®nima. ¡°Los investigadores se enfrentan ahora a una gran dificultad para abordar los temas, ya no se ven solo desde una vertiente. Y adem¨¢s ahora se plantean m¨¢s de cara al futuro, m¨¢s propositivos, m¨¢s activos. Hay cierto escal¨®n generacional¡±, apunta Ra¨²l Navarro, director de la Escuela de Estudios Hispano-Americanos del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas de Espa?a, ubicada tambi¨¦n en Sevilla. Un centro que es residencia de estudiantes y por el que pasan en su mayor¨ªa, mexicanos, colombianos, chilenos y brasile?os de los provenientes de Latinoam¨¦rica.

¡°Aqu¨ª han venido a buscar precedentes de cat¨¢strofes medioambientales en la zona de Nueva Orleans para reclamar a las aseguradoras de viviendas indemnizaciones por construir en zonas vulnerables, o cuestiones s¨ªsmicas, o de la salud de los corales del Caribe¡±, a?ade S¨¢nchez de Mora, que resalta tambi¨¦n que proliferan tem¨¢ticas en relaci¨®n con los aniversarios como las independencias o los 500 a?os de la primera Circunnavegaci¨®n de Magallanes, que se celebra en 2019.

La navegaci¨®n fue clave para la historia del hombre acaudalado de Potos¨ª. La carta con la demanda de telas, portada por una mula durante meses por las cumbres andinas hasta llegar al puerto de Lima, zarpar¨ªa hasta C¨¢diz para que un comerciante cumpliera el capricho. ¡°Lo interesante es que la correspondencia permit¨ªa v¨ªnculos de confianza entre desconocidos en la distancia. Se generaban acciones, expectativas en el otro¡±, ilustra Gonz¨¢lez, cuya investigaci¨®n se dirige desde la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Par¨ªs, con una beca de cinco a?os del Gobierno colombiano. Una comunicaci¨®n que escribe otras historias e Historia por descubrir.