Desaparecidos: una ley que no puede esperar

Hace poco conoc¨ª a una madre mexicana que desde hace a?os perdi¨® todo rastro de su hijo. ?l sali¨® de casa como cualquier d¨ªa y sujetos desconocidos se lo llevaron por la fuerza a plena luz del d¨ªa. Testigos de los hechos le contaron que hubo gritos y forcejeos, pero nadie pudo impedirlo. Los testimonios recabados en el expediente del caso est¨¢n incompletos. La denuncia que se interpuso se entramp¨® entre deficiencias de procedimiento y falta de pruebas contundentes. A la fecha, el joven sigue desaparecido.

El drama por la ausencia de una persona y la angustia que genera en sus familiares impactan en m¨²ltiples aspectos de la vida de esas personas, quienes llevan a?os buscando sin cesar, contra la desesperanza y de todas las maneras posibles a sus familiares. Ante este sufrimiento, contar con una ley para prevenir las desapariciones, mejorar la b¨²squeda de personas y sancionar ese delito es absolutamente necesario para dar una respuesta a esta tragedia.

Hace m¨¢s de dos a?os el Estado mexicano se comprometi¨® a adoptar una ley que atienda las consecuencias de las desapariciones y que responda a las necesidades de las personas desaparecidas y de sus familias. El proceso inici¨® en 2015 con la reforma constitucional que facult¨® al Congreso de la Uni¨®n a legislar sobre desaparici¨®n forzada y por particulares y a crear un Sistema Nacional de B¨²squeda de Personas. Durante su visita a M¨¦xico en abril de aquel a?o, el presidente del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, abord¨® el tema con el presidente Enrique Pe?a Nieto y otros altos funcionarios. Maurer fue informado entonces de que la adopci¨®n de esta ley era una prioridad para el mandatario y su Gobierno. A partir de entonces el CICR ha acompa?ado el proceso de elaboraci¨®n de esta ley en sus diferentes etapas, del Ejecutivo al Legislativo.

Ha pasado el tiempo y la nueva legislaci¨®n en la que est¨¢n depositadas tantas esperanzas sigue sin concretarse. ?Tendremos que esperar dos a?os m¨¢s para que el marco jur¨ªdico sobre personas desaparecidas sea finalmente aprobado?

Ante la existencia de m¨¢s de 30.000 desaparecidos, seg¨²n cifras oficiales, sus familias se han sentado a dialogar con las autoridades exigiendo mecanismos verdaderamente efectivos para la b¨²squeda de personas, investigaciones imparciales, efectivas e inmediatas de esos casos y el reconocimiento legal de la ausencia de una persona. Para ellas, as¨ª como para las familias de migrantes desaparecidos en M¨¦xico, no solo es absolutamente necesaria la aprobaci¨®n de una ley, sino urgente.

En ausencia de investigaciones que ofrezcan resultados, las desapariciones contin¨²an ocurriendo en el pa¨ªs y afectan no ¨²nicamente a mexicanos sino tambi¨¦n a personas migrantes que atraviesan el pa¨ªs. En ausencia de los mecanismos efectivos para la b¨²squeda de personas, que deben ser creados con esta esperada ley, colectivos de familiares han emprendido la b¨²squeda de sus seres queridos por su propia cuenta y riesgo y han encontrado fosas con personas no identificadas. Las cifras no mienten: la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha se?alado que entre enero de 2007 y septiembre de 2016 fueron halladas en M¨¦xico 855 fosas clandestinas de las que se exhumaron 1.548 fallecidos. De todos ellos, han sido identificados apenas 796.

El CICR ha visto avances significativos, consensos y compromisos valiosos por parte de los diversos actores para contar, por ejemplo, con una Comisi¨®n Nacional de B¨²squeda de Personas Desaparecidas, con polic¨ªas capacitados y certificados, que tenga acceso a bases de datos y a registros existentes en poder de las autoridades. Tambi¨¦n es positiva la anunciada creaci¨®n de un registro de desaparecidos y de otro para personas fallecidas sin identificar.

Soy consciente de que una problem¨¢tica tan compleja no se agota en la aprobaci¨®n de una ley, pero este es un paso imperativo y necesario en la direcci¨®n correcta para responder a las consecuencias humanitarias de las desapariciones de personas en M¨¦xico. Para garantizar su efectividad, su implementaci¨®n ser¨¢ fundamental. Deber¨¢n elaborarse los protocolos y reglamentos necesarios. Asimismo, ser¨¢ importante destinar el presupuesto necesario y suficiente para garantizar el funcionamiento de los mecanismos que se creen, pero tambi¨¦n para capacitar a los funcionarios y desarrollar las herramientas tecnol¨®gicas necesarias que los auxilien en la b¨²squeda y en la identificaci¨®n de las personas fallecidas.

Solo mediante un compromiso pol¨ªtico de este calado, que est¨¦ acompa?ado por el fortalecimiento de las instituciones existentes, estaremos en v¨ªas de atender esta problem¨¢tica que genera un enorme sufrimiento para miles de personas, en particular, y a la sociedad en su conjunto.

Juan Pedro Schaerer es jefe de la delegaci¨®n para M¨¦xico, Am¨¦rica Central y Cuba del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja.