La pen¨²ltima batalla de L¨®pez Obrador

La carrera presidencial del pr¨®ximo a?o se ha convertido en suerte de etapa reina de una gran vuelta ciclista. Un recorrido lleno de inclemencias en el que lo ¨²nico claro es la l¨ªnea de meta: Los Pinos. Como suele ser habitual, un corredor suele escaparse reci¨¦n iniciada la etapa mientras el resto guarda fuerzas, por c¨¢lculo, pero tambi¨¦n por falta de fuerzas. Un viejo conocido, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, lleva la delantera desde muy temprano. El pr¨®ximo 4 de junio, de la mano de su gregaria, Delfina G¨®mez, optar¨¢ a un premio casi tab¨² para cualquier partido que no sea el PRI: la gobernaci¨®n del Estado de M¨¦xico. Unas elecciones que, tambi¨¦n, pondr¨¢n a prueba la fuerza del dos veces candidato presidencial de cara al ascenso definitivo.

¡°Este es el pr¨®logo, la introducci¨®n a la obra de transformaci¨®n que se va llevar a cabo en todo el pa¨ªs el pr¨®ximo a?o. No es una elecci¨®n independiente, es un eslab¨®n de la cadena¡±, aseguraba la pasada semana L¨®pez Obrador durante el primer mitin de campa?a, en Cuautitl¨¢n, en el que acompa?¨® a la candidata de Morena, la formaci¨®n que cre¨® en 2014 despu¨¦s de desligarse del PRD. En total, El Peje participar¨¢ en 40 actos electorales, con los que pretende impulsar a la maestra mexiquense. G¨®mez, alcaldesa de Texcoco, un municipio del Estado de M¨¦xico de 200.000 habitantes, entre 2013 y 2015, es una figura alejada de los focos en comparaci¨®n con sus dos rivales, la excandidata presidencial Josefina V¨¢zquez Mota (PAN) y el aspirante del gobernante PRI, Alfredo del Mazo, primo del actual presidente, Enrique Pe?a Nieto, que encaja en el perfil de la dinast¨ªa que ha gobernado el Estado m¨¢s poblado del pa¨ªs desde hace 90 a?os.

La participaci¨®n en campa?a de L¨®pez Obrador supone tambi¨¦n un escrutinio del ¨²nico candidato claro a las pr¨®ximas presidenciales, toda vez que el PRI y el PAN a¨²n no han decidido su aspirante. La atenci¨®n se centra en comprobar hasta qu¨¦ punto la figura del l¨ªder de Morena, otrora considerado un peligro para M¨¦xico por muchos, ha cambiado. ¡°Hay momentos en que se puede ver una moderaci¨®n en su plataforma¡±, opina Jes¨²s Silva-Herzog, para quien ¡°lo que ofrece es un programa conservador, que no se puede asociar con un radicalismo: no est¨¢ proponiendo hacer una nueva Constituci¨®n ni mandar al diablo el TLC¡±, a?ade el analista. No obstante, considera que mantiene rasgos de anta?o: ¡°S¨ª creo que se trata del mismo L¨®pez Obrador de reflejos autoritarios, que no acepta que una persona pueda ser honesta y estar en desacuerdo con ¨¦l¡±. ¡°Andr¨¦s Manuel ha aprendido de las lecciones pasadas, de ah¨ª su moderaci¨®n¡±, profundiza el historiador y acad¨¦mico Lorenzo Meyer: ¡°Sabe que la del a?o que viene ser¨¢ su ¨²ltima oportunidad de ganar unas presidenciales¡±.

¡°Es la primera elecci¨®n en que su partido, y hay que recalcar el ¡®su¡¯, participa en unas elecciones del Estado de M¨¦xico despu¨¦s de haber destruido al PRD; L¨®pez Obrador tiene poco que perder, tiene por delante un escenario bastante positivo¡±, ahonda Silva-Herzog. Hasta el momento, Del Mazo y G¨®mez parten con ligera ventaja sobre V¨¢zquez Mota en las encuestas, sin que ninguno de los sondeos resulte clarividente. La importancia de esta elecci¨®n es crucial para calibrar las fuerzas pol¨ªticas que con miras al pr¨®ximo a?o. Una derrota de Del Mazo en detrimento de G¨®mez supondr¨ªa un batacazo, otro m¨¢s, para Pe?a Nieto, anta?o gobernador del Estado de M¨¦xico y por ende para el PRI, que deber¨ªa enfilar una traves¨ªa del desierto hasta las presidenciales. ¡°Lo ¨²nico que perjudicar¨ªa a L¨®pez Obrador es una derrota aplastante¡±, considera Meyer, para quien ¡°retar a Pe?a Nieto en su tierra y no morir en el intento tiene ya una importancia notabil¨ªsima¡±. El historiador cree que el papel de V¨¢zquez Mota, a quien no da opciones de victoria ser¨¢, no obstante, relevante: ¡°Se va a llevar muchos votos de cr¨ªticos con el PRI¡±.

El tercer escenario, no necesariamente por orden de posibilidades, supondr¨ªa una victoria m¨ªnima de cualquiera de los candidatos conservadores, que alentar¨ªa dos de las banderas que ha agitado ¨²ltimamente L¨®pez Obrador. Por un lado, ser¨ªa un triunfo de lo que ¨¦l denomina el PRIAN, una suerte de coalici¨®n de facto entre el PRI y el PAN para evitar que ¨¦l llegue al poder. Adem¨¢s, el l¨ªder de Morena aprovecha cada intervenci¨®n para alertas de posibles irregularidades que, en su opini¨®n, se dar¨¢n en las elecciones. ¡°Van a apostar sin duda por el fraude electoral¡±, insisti¨® esta semana L¨®pez Obrador durante su intervenci¨®n en Cuautitl¨¢n, que por momento result¨® m¨¢s un manual de c¨®mo votar que un mitin pol¨ªtico. ¡°Tenemos que consolidar nuestro trabajo de organizaci¨®n, ir casa por busca, buscar gente buena y honrada que el d¨ªa de la votaci¨®n cuide la casilla. ?Hay que conseguir el compromiso de la gente¡±, clamaba L¨®pez Obrador, sabedor de la fuerza que tiene la maquinaria del PRI en el Estado de M¨¦xico despu¨¦s de nueve d¨¦cadas de gobierno.

El l¨ªder de Morena ha apostado para su primera gran batalla por una candidata a la que sus oponentes suelen ningunear al considerarla poco menos que una t¨ªtere de L¨®pez Obrador, algo que ha contrarrestado desde el principio: ¡°Voy a apoyar a la maestra, la voy a asesorar aunque no les guste a la mafia del poder¡±, enfatiz¨® L¨®pez Obrador en su primer mitin de campa?a, ante los v¨ªtores de los simpatizantes. Uno de ellos se afanaba con poco ¨¦xito en vender unos discos con m¨²sica de campa?a de L¨®pez Obrador y un t¨ªtulo que, confiaba, fuese premonitorio: ¡°A la tercera es la vencida¡±.