La visita del Papa agita el caso de un italiano asesinado en Egipto
La familia del joven estudiante torturado y asesinado espera alg¨²n gesto del Pont¨ªfice que desbloquee una investigaci¨®n que ha congelado las relaciones entre ambos pa¨ªses
Giulio Regeni, un estudiante de 28 a?os que hab¨ªa viajado a El Cairo para completar su doctorado, sali¨® a cenar el 25 de enero de 2016 con unos amigos y nunca lleg¨® a la cita. Su cad¨¢ver, semidesnudo y con rastros de una larga tortura, apareci¨® en la cuneta de una carretera diez d¨ªas despu¨¦s. Tras las absurdas explicaciones oficiales y las trabas en la investigaci¨®n ¡ªque apunta a alguna rama de los servicios secretos¡ª, el embajador italiano abandon¨® Egipto y no ha vuelto. Ma?ana el papa Francisco aterriza en El Cairo y la familia le ha pedido alg¨²n gesto.
Desde el primer minuto no encajaba nada. Cuando encontraron el cad¨¢ver de Giulio Regeni, no llevaba ninguna documentaci¨®n. Adem¨¢s, le hab¨ªan golpeado tanto, que era incluso dif¨ªcil reconocer su rostro. Eso fue lo primero que extra?¨® a su madre. Entonces, ?c¨®mo supieron tan r¨¢pido que era ¨¦l? La primera versi¨®n fue la del accidente de tr¨¢fico. Pero tras esa patra?a, llegaron explicaciones todav¨ªa m¨¢s absurdas: hab¨ªa sido un robo y su pasaporte fue encontrado en casa de los supuestos delincuentes. Sin embargo, estos hab¨ªan muerto en un tiroteo posterior. As¨ª que los culpables ya no estaban y nadie pod¨ªa dar explicaciones. El Gobierno italiano rechaz¨® esta versi¨®n y llam¨® a consultas a su embajador, que no ha vuelto desde hace un a?o.
La exigencia de justicia en este caso se ha convertido en un clamor popular en Italia. En cada pueblo hay una pancarta record¨¢ndole y exigiendo la verdad sobre lo que sucedi¨®. Sus padres se han movilizado en todas las esferas ¡ªincluido con el Papa¡ª e Italia mand¨® un grupo de investigadores a El Cairo para aclarar el asunto. Pero el caso sigue sin resolverse y las relaciones entre ambos pa¨ªses contin¨²an condicionadas por el asesinato. Por eso la visita del papa Francisco, que ha demostrado una extrema sensibilidad por la defensa de los derechos humanos, ha revitalizado el inter¨¦s y ha abierto una puerta de esperanza en sus padres.
El Vaticano: ¡°Una cuesti¨®n entre dos Estados¡±
El secretario de Comunicaci¨®n del Vaticano, Greg Burke, fue preguntado esta semana por el asunto y sobre el papel que el Papa podr¨ªa desempe?ar durante su visita. Lo cierto es que nadie sabe si querr¨¢ pronunciarse, pero en cualquier caso el Vaticano dej¨® claro que es ¡°una cuesti¨®n, fundamentalmente, entre dos Estados¡±.
¡°El Pont¨ªfice, como todos los que vivimos en Italia, es consciente del caso. Ha rezado por ¨¦l y participa del dolor de la familia. Pero hay que entender c¨®mo funciona la Santa Sede. Cuando puede, atiende las demandas que llegan, pero trabaja con m¨¢xima discreci¨®n por respeto a todas las partes implicadas¡±, se?al¨® Burke.
Un a?o despu¨¦s, la verdad sobre el caso Regeni es una inc¨®gnita, aunque el Gobierno italiano, seg¨²n ha revelado la familia, ya tiene una posible lista de las personas que estuvieron implicadas en el asesinato. Quiz¨¢ tom¨¢ndole por un esp¨ªa que preguntaba demasiado ¡ªsu investigaci¨®n, dirigida desde la Universidad de Cambridge, se basaba en los sindicatos que propiciaron la revoluci¨®n de 2011¡ª o para complicar las relaciones internacionales del r¨¦gimen del mariscal Abdelfat¨¢ al Sisi, con quien se ver¨¢ el Papa.
Luigi Manconi, senador del Partido Democr¨¢tico (PD) encargado de la comisi¨®n de Derechos Humanos, ha seguido el caso y no es optimista. ¡°La investigaci¨®n est¨¢ completamente parada. A Italia solo le dejaron ver una parte del material prometido. No se han dado las condiciones que se ped¨ªan como el encuentro entre el fiscal egipcio y los familiares. Los v¨ªdeos de vigilancia en torno al lugar donde desapareci¨® y donde se encontr¨® el cad¨¢ver no han llegado. Todo va con una lentitud desesperante. Y hay mentiras, como la fecha en la que empez¨® la vigilancia sobre Giulio [ese dato tambi¨¦n mut¨® con el tiempo]¡±, denuncia a este peri¨®dico.
En la visita del Papa a Egipto, que empieza ma?ana, subyace la idea de tender puentes con el islam, arropar a la amenazada comunidad cristiana y participar en una conferencia de paz auspiciada por la Universidad sun¨ª de Al Azhar. Pero la familia de Regeni ha empujado para encajar el asesinato de su hijo en la agenda. En un correo electr¨®nico a EL PA?S explican su posici¨®n: "No puede haber una verdadera paz enre pueblos si en la base no hay una propensi¨®n a la verdad y, por tanto, a la b¨²squeda de justicia. No solo para Giulio, sino para todos los giulios de Egipto. El Papa podr¨ªa recordar que estamos esperando justicia y verdad sobre el asesinato de nuestro hijo".
Los equilibrios diplom¨¢ticos, como suele suceder, ser¨¢nn complicados. Y m¨¢s cuando algunas voces alertan de lo delicado de un encuentro que muchos podr¨ªan ver como una legitimaci¨®n de un r¨¦gimen que comenz¨® tras el golpe de Estado de 2013 y el encarcelamiento del islamista Mohamed Morsi. Pero la fama que arrastra la diplomacia vaticana no es gratuita.
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