La propiedad de la tierra, el primer y ¨²ltimo eslab¨®n del conflicto armado en Colombia
Comienza el desarrollo de la ley que debe cumplir con el primer punto del acuerdo con las FARC para garantizar el acceso al campo
La paz en Colombia tiene una premisa crucial, exactamente la misma que estuvo en el origen de la guerra que ha golpeado el pa¨ªs durante m¨¢s de 50 a?os. ¡°El conflicto colombiano empez¨® en la tierra y es en la tierra donde debe terminar¡±. Con estas palabras describe Miguel Samper la filosof¨ªa de la ley que debe concretar el primer punto de los acuerdos entre el Gobierno y las FARC, que tiene el objetivo de regular y democratizar el acceso al campo. En medio de un intenso debate pol¨ªtico sobre este proyecto legislativo, que ha sido blanco de las cr¨ªticas de representantes de la oposici¨®n y organizaciones del sector, el director de la Agencia Nacional de Tierras defiende la puesta en marcha de ¡°una verdadera revoluci¨®n en materia de propiedad¡±.
En este contexto, ese organismo comenz¨® el mi¨¦rcoles en Cali una gira de ¡°socializaci¨®n¡± de la llamada ley de tierras para tratar de explicar a los colectivos afectados los objetivos de esta reforma. La primera meta, se?ala Samper en conversaci¨®n con EL PA?S, es ¡°permitirle el acceso a la tierra a los que no la tienen¡±. La norma pretende tambi¨¦n ¡°brindar seguridad jur¨ªdica¡±, ya que ¡°si un campesino no es due?o de la tierra no tiene acceso a cr¨¦ditos, a subsidios, no puede hacer obras y por eso hay que formalizar la propiedad¡±. El Gobierno busca, finalmente, en esta fase de postconflicto que acaba de empezar, dar un correcto uso al campo. En definitiva, ¡°que la tierra se utilice para lo que es¡± en un pa¨ªs donde el 70% de la producci¨®n ocupa el 5% del ¨¢rea productiva.
Esta ley ha recibido las cr¨ªticas de un grupo de senadores y representantes en la C¨¢mara encabezados por Iv¨¢n Cepeda, del Polo Democr¨¢tico. En una carta dirigida a la Comisi¨®n de Seguimiento, Impulso y Verificaci¨®n a la Implementaci¨®n del Acuerdo con las FARC, afirman que el proyecto de ley ¡°permite entregar los bald¨ªos a personas que no cumplen con los requisitos de vulnerabilidad y pobreza que caracteriza a los sujetos de reforma agraria¡±. Tambi¨¦n aseguran que la propuesta ¡°incluso permite¡± la adjudicaci¨®n de los bald¨ªos a empresas mineras o petroleras, ¡°cuando conforme a la Constituci¨®n y a la jurisprudencia el fin primordial de los bald¨ªos es dotar de tierras a los campesinos que carecen de ellas¡±.
Las FARC y la tierra
Samper mantiene, en cambio, que el principal objetivo de la ley de tierras es facilitar el acceso al campo a quien hasta ahora no la tenido. Incluso a los exguerrilleros de las FARC, ya que este proyecto, afirma, ¡°remueve ciertos obst¨¢culos¡± para el uso de las tierras. ¡°No se trata de imponer un modelo de reintegraci¨®n que sea eminentemente rural¡±, razona. ¡°La persona que est¨¢ en este proceso de reintegraci¨®n¡±, agrega en referencia a la transici¨®n de la guerrilla a la vida civil, debe decidir si irse a la ciudad o montar un modelo de granja autosostenible. ¡°Tampoco se les puede imponer un ¨²nico esquema de reintegraci¨®n, pero nosotros y toda la sociedad en la actualidad preferimos que los guerrilleros est¨¦n sembrando caf¨¦ en lugar de minas antipersona¡±, prosigue.
En cualquier caso, el director de la Agencia Nacional de Tierras destaca la transformaci¨®n del modelo de relaci¨®n entre la administraci¨®n p¨²blica y los campesinos. ¡°Actualmente, la institucionalidad tiene que esperar a que el campesino se acerque, ahora vamos a ser nosotros quienes nos vamos a acercar a los campesinos, vamos a ir predio por predio por todo el territorio nacional a arreglar los conflictos de la tierra¡±, se?ala.
¡°Estamos saliendo de un conflicto armado, la tierra se ha te?ido de colores partidistas. La intenci¨®n con este proyecto de ley es que la tierra no tenga un trasfondo pol¨ªtico, sino que tenga un trasfondo de bienestar para los campesinos¡±, considera. Mientras tanto, el camino de Colombia hacia la paz sigue marcado por un conflicto sobre la tierra que, una vez enterrada la guerra, va camino de convertirse en una tensa disputa pol¨ªtica.
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