La grandiosa e inquietante reconstrucci¨®n de Mosc¨²
El ayuntamiento de la capital rusa planea demoler 8.000 bloques de viviendas en tiempo r¨¦cord
Los grandiosos y precipitados planes de la alcald¨ªa de Mosc¨² para realojar a 1,6 millones de personas y demoler casi 8.000 bloques de viviendas en tiempo r¨¦cord han hecho saltar las alarmas en la capital rusa. Los propietarios potencialmente afectados temen recibir apartamentos tipo ¡°hormigueros humanos¡± en zonas con mala infraestructura, a cambio de pisos en amplios espacios verdes y con buenos servicios.
En febrero, el alcalde de Mosc¨², Sergu¨¦i Sobianin, consigui¨® el apoyo del presidente de Rusia, Vlad¨ªmir Putin, para un programa masivo de renovaci¨®n de viviendas. Este programa, elaborado sin consultar con la ciudadan¨ªa ni con expertos independientes, afecta especialmente a los bloques de cinco plantas, las piatietazhki, tambi¨¦n denominadas jruschevki por haberse empezado a construir a fines de los a?os cincuenta, cuando Nikita Jrushev era el m¨¢ximo dirigente de la URSS. Las jrushevki constituyeron el primer gran plan sovi¨¦tico de vivienda social, gracias al cual millones de personas pudieron abandonar las komunalki, o viviendas colectivas. Hace tiempo que aquellos bloques de cinco pisos comenzaron a ser sustituidos por otros m¨¢s modernos. Sin embargo, los planes del actual alcalde se diferencian de los de su antecesor, Yuri Luzhkov, por su envergadura y tambi¨¦n por su vaguedad, lo que podr¨ªa dar lugar a arbitrariedades y excesos.
En el marco del anterior programa, que data de 1999, fueron realojadas m¨¢s de 160.000 familias y derribados 1.651 edificios con una superficie de seis millones de metros cuadrados. Ahora el fondo de viviendas a demoler, donde viven 1,6 millones de personas, supone m¨¢s de 25 millones de metros cuadrados, m¨¢s de cuatro veces la superficie demolida en el viejo plan.
En el anterior programa de demolici¨®n, la mayor¨ªa de los desalojados se qued¨® en su barrio, pero en el programa actual eso va a ser m¨¢s complicado, porque los terrenos edificables han disminuido debido a la amplia difusi¨®n de las llamadas construcciones ¡°puntuales¡± en los patios de vecindad. En las redes sociales y sobre el terreno, los moscovitas est¨¢n hoy organiz¨¢ndose a ritmo acelerado y el tema se est¨¢ revelando como un poderoso aglutinante de relaciones horizontales y entre vecinos para defender intereses comunes.
En la lista de demoliciones podr¨ªan ser incluidas viviendas que datan de distintos periodos, desde la ¨¦poca de Iosif Stalin hasta el fin de la URSS. El plan se diferencia tambi¨¦n por los amplios poderes reclamados por las autoridades de Mosc¨² para realizar el desalojo masivo de los ciudadanos de acuerdo con sus propias consideraciones.
El Ayuntamiento tiene prisa y se prepara ya para las demoliciones, pese a que la ley correspondiente, aprobada en primera lectura por la Duma Estatal de Rusia (C¨¢mara baja del Parlamento) el 20 de abril, ha provocado rechazo entre la poblaci¨®n. El presidente Putin se ha pronunciado esta semana para que la ley se desarrolle a fondo antes de su aprobaci¨®n definitiva y la firma presidencial. El presidente advirti¨® de que deben respetarse los derechos de los ciudadanos y que los desalojos deben ser voluntarios. Las palabras de Putin llegaron despu¨¦s de que algunos polit¨®logos pronosticasen que los planes del Ayuntamiento pueden afectar negativamente a la popularidad del jefe del Estado en v¨ªsperas de elecciones presidenciales.
De cinco a veinte alturas
La ley que la Duma aprob¨® en primera lectura afecta a las viviendas del ¡°primer periodo de construcci¨®n industrial¡± y otras ¡°an¨¢logas por sus caracter¨ªsticas¡±. Seg¨²n este texto, excepto varios barrios del centro, todos los habitantes de bloques afectados por la demolici¨®n podr¨¢n ser trasladados a barrios vecinos, para recibir pisos ¡°equivalentes¡± (en metros cuadrados) a los que dejan, pero sin considerar el valor de mercado de los inmuebles, el tipo de construcci¨®n y de la infraestructura o la densidad poblacional del nuevo distrito. En lugar de los edificios de cinco pisos construir¨¢n otros de 20 pisos como m¨ªnimo, seg¨²n el diputado de la Duma Gennadi On¨ªschenko.
La ley en tr¨¢mite restringe los derechos constitucionales de los ciudadanos para recurrir a los tribunales, d¨¢ndoles un m¨¢ximo de 60 d¨ªas para completar todas las demandas judiciales que puedan estimar. Las decisiones de demoler las construcciones residenciales se tomar¨¢n por mayor¨ªa de votos entre los propietarios de las viviendas afectadas y el Ayuntamiento constituir¨¢ un ¡°fondo de ayuda a la renovaci¨®n de viviendas¡± que actuar¨¢ como una megaestructura municipal dedicada a organizar y financiar construcciones.
La crisis econ¨®mica ha afectado al sector de la construcci¨®n en Rusia y en la periferia de Mosc¨² se suceden, de forma abigarrada, enormes bloques de viviendas pendientes de vender y en muchos casos inacabadas. Estas viviendas podr¨ªan ser ahora utilizadas en los planes de reasentamiento urbano. El proyecto del Ayuntamiento es ¡°ventajoso para los intereses de los inversores y promotores que quieren as¨ª mejorar su situaci¨®n financiera¡±, opina Galina Jov¨¢nskaya, presidente del Comit¨¦ de Pol¨ªtica de Construcci¨®n de la Duma. Jov¨¢nskaya, que hizo constar su opini¨®n disidente sobre el proyecto municipal, afirma que este da a las autoridades de Mosc¨² una ¡°libertad excesiva de regular legalmente¡± y puede llevar a ¡°serios abusos¡±. Adem¨¢s, se?ala, la ley ha sido confeccionada ¡°sin tener en cuenta los documentos de planificaci¨®n del territorio aprobados anteriormente¡±, ya que en Mosc¨² est¨¢ vigente un plan general de ordenaci¨®n urbana. Si la ley acaba siendo aprobada en su forma inicial, el Ayuntamiento podr¨ªa hacerse con la lucrativa propiedad de los terrenos liberados por el derribo, cuya titularidad es compartida actualmente por los due?os de las viviendas que se alzan en ellos.
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