Hackear al ISIS en 60 segundos con im¨¢genes de porno gay (y bajo amenazas)
El atentado en el club gay de Orlando llev¨® al pirata inform¨¢tico Wauchula ghost a usar el humor para combatir la propaganda yihadista en la Red
El correo electr¨®nico lo firma como ¡°Wau¡±, pero responde al nombre de Wauchula ghost (El fantasma de Wauchula). Como buen hacker que se precie no airea su identidad, aunque lo de Wauchula apunta en la geograf¨ªa a una peque?a ciudad del Estado norteamericano de Florida y ¨¦l mismo ofrece en su web el tel¨¦fono de un abogado que le asiste, con prefijo californiano. Despu¨¦s de un atentado precisamente en Florida, en la ciudad de Orlando, este hacker gan¨® especial notoriedad. Ya hab¨ªa suplantado las cuentas de simpatizantes del Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s) antes de que el ciudadano estadounidense Omar Mateen matase a 49 personas en un club gay, el 12 de junio de 2016. Pero tras la matanza que se atribuy¨® el ISIS ¡ªsin haber participado m¨¢s que como inspirador¡ª, el fantasma de la Red decidi¨® hacer algo que seguro enfadar¨ªa mucho a los ac¨®litos del grupo yihadista m¨¢s letal del momento: hackear sus cuentas en las redes sociales con im¨¢genes de porno gay. Y s¨ª que los enoj¨®. Las amenazas no cesan y algunas son muy expl¨ªcitas.
¡°Una en particular¡±, dice el hacker en un intercambio de mails, ¡°llevaba un v¨ªdeo de una decapitaci¨®n que ten¨ªa como t¨ªtulo ¡®WauchulaGhost, vamos a por ti¡±. Eso ya fue hace unos meses, pero a¨²n hoy sigue recibiendo correos en los que le amenazan de muerte, aunque muchos los encuentra incluso divertidos. ?Por qu¨¦ eligi¨® el porno gay? ¡°Vi muchas cuentas del ISIS que alababan a Mateen por la muerte de toda esa gente inocente¡±, se?ala, ¡°no sab¨ªa c¨®mo la gente reaccionar¨ªa, pero recib¨ª toneladas de mensajes de la comunidad LGTB agradeci¨¦ndomelo¡±.
Un ejemplo de su trabajo: en la cuenta de Twitter original (@bffhf25), antes del pirateo, un tuitero miembro del ISIS, al menos en apariencia, muestra como imagen de cabecera a un individuo encapuchado se?alando con su dedo ¨ªndice hacia arriba ¡ªgesto habitual entre los fundamentalistas para denotar su adoraci¨®n a la unicidad de su religi¨®n: dios solo hay uno y es el suyo¡ª. En la imagen de perfil, un individuo uniformado para el combate se sit¨²a junto a una ametralladora. El primer tuit que aparece incluye la fotograf¨ªa del l¨ªder del ISIS, Abubaker al Bagdadi. As¨ª es c¨®mo queda tras el hackeo: la cabecera cuenta ahora con la bandera del orgullo gay de lado a lado; el perfil, con una foto de tres hombres desnudos abrazados (dos de ellos bes¨¢ndose), y el primer tuit, con la tradicional foto de j¨²bilo de miembros del grupo bandera en mano, aunque en esta ocasi¨®n, la ense?a es tambi¨¦n la del movimiento del colectivo homosexual. El mensaje: ¡°El ISIS apoya los derechos de los gais¡±. Por cierto, en el apartado informaci¨®n se identifica al tuitero como miembro de la CIA.
Y todo eso en un tiempo r¨¦cord: seg¨²n relata el hacker fantasma, penetrar en cada cuenta es f¨¢cil, no le lleva m¨¢s de 60 segundos. No es el ¨²nico que tiene en su punto de mira a los yihadistas de la Red. Ya lo ha hecho en varias ocasiones el colectivo activista hacker Anonymous, al que Wauchula ghost est¨¢ precisamente vinculado: han troleado las cuentas, las han dado a conocer para su cancelaci¨®n o las han ridiculizado (a trav¨¦s del hashtag #daeshbags). Y redes como Twitter, plataforma fundamental para la difusi¨®n de la propaganda yihadista ¡ªla organizaci¨®n y planificaci¨®n pasa ahora por la deep web¡ª, ha hecho sus deberes. Solo entre agosto de 2015 y diciembre de 2016, la red ha suspendido 636.248 cuentas con contenido integrista. Y eso le ha quitado algo de trabajo a este pirata fantasma, seg¨²n reconoce. Cada vez que hackeaba una cuenta, Twitter iba por detr¨¢s para suspenderla. Cada vez m¨¢s r¨¢pido. ¡°Eso, junto a un cambio de trabajo [ahora est¨¢ muy centrado en denunciar la corrupci¨®n en el Gobierno de Donald Trump] no me ha dejado mucho tiempo para ¡®jugar¡¯ como lo hac¨ªa antes¡±.
Pero la semilla para combatir el terror ya est¨¢ puesta. Se sabe c¨®mo enfadar a la organizaci¨®n terrorista; c¨®mo alertar a las redes para que act¨²en y, lo que es m¨¢s importante en la guerra psicol¨®gica contra este fen¨®meno terrorista, c¨®mo generar confusi¨®n entre los radicales: ?qui¨¦n ser¨¢ el siguiente en ser hackeado?
Wauchula ghost muestra en su web algunos de los ejemplos del antes y despu¨¦s del hackeo de los perfiles.
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