Abbas busca el compromiso de Trump para reanudar el di¨¢logo con Israel
El presidente palestino llega hoy a la Casa Blanca en busca de una ¡°oportunidad hist¨®rica¡± para la paz
Cumplidos los 82 a?os, debilitado en el poder por la fractura con Ham¨¢s en Gaza y retado su liderazgo desde la c¨¢rcel por el dirigente de la Segunda Intifada, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, busca este mi¨¦rcoles en la Casa Blanca el compromiso de Donald Trump para la reanudaci¨®n de las negociaciones con Israel, paralizadas desde hace tres a?os. El veterano mandatario palestino, que impuls¨® los Acuerdos de Oslo hace dos d¨¦cadas, espera poder contar ahora con una ¡°oportunidad hist¨®rica para la paz¡± ¡ªseg¨²n las palabras de su representante en Washington¨C si el presidente republicano logra su prop¨®sito de promover ¡°el acuerdo definitivo¡± en Oriente Pr¨®ximo.
Parece tambi¨¦n una de las ¨²ltimas oportunidades para que el moderado Abbas pueda dejar su sello en la historia de un pueblo sin Estado. Oficialmente, el l¨ªder palestino acude a Washington a escuchar las propuestas de Trump, que ya recibi¨® en la Casa Blanca el pasado 15 de febrero al primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, y que previsiblemente viajar¨¢ a Israel el pr¨®ximo d¨ªa 22. Despu¨¦s de que fracasaron en abril de 2014 las conversaciones israelo-palestinas apadrinadas por la Administraci¨®n del presidente Barack Obama, as¨ª como de la guerra que estall¨® en Gaza ese mismo verano y la ola de violencia que se inici¨® en octubre de 2015, el di¨¢logo entre ambas partes ha sido inexistente. Netanyahu, entretanto, ha configurado el Gobierno de coalici¨®n m¨¢s derechista en la historia del Estado hebreo.
La elecci¨®n de Trump fue interpretada en un primer momento en Israel como un cheque en blanco para la expansi¨®n de las colonias jud¨ªas en Cisjordania y Jerusal¨¦n Este, que Obama hab¨ªa tratado de contener durante su mandato. Bajo el axioma de que los asentamientos ¡°no son el principal obst¨¢culo para la paz, aunque tampoco ayudan¡±, el l¨ªder estadounidense pretende buscar en la resoluci¨®n al conflicto de Oriente Pr¨®ximo ¡ªcomo casi todos los presidentes que le han precedido en la Casa Blanca durante el ¨²ltimo medio siglo¨C el legado internacional de su presidencia. ¡°Quiero ver la paz entre Israel y los palestinos. No hay ninguna raz¨®n para que no la haya¡±, enfatiz¨® el pasado viernes en una entrevista con la Agencia Reuters.
Abbas se vio gratamente sorprendido a mediados de marzo cuando recibi¨® una llamada telef¨®nica de Trump para invitarle a la visita de hoy, pero sobre todo percibi¨® que se le abr¨ªa un horizonte pol¨ªtico despu¨¦s de tres a?os de bloqueo en los contactos con Israel. Esta es la versi¨®n que el representante diplom¨¢tico palestino en Washington, Husma Zomlot, le transmitido al diario israel¨ª Haaretz. ¡°Solo hay un punto en la agenda de la reuni¨®n¡±, precisa Zomlot, ¡°la oportunidad hist¨®rica para la paz (¡) que representa la voluntad de intervenir de Trump, quien considera que es la paz es posible¡±. Abbas ya ha anticipado su disposici¨®n a reunirse con Netanyahu bajo la mediaci¨®n de Trump en cualquier momento.
Despu¨¦s de haber consultado con el presidente egipcio, Abdelfat¨¢ el Sisi, y con el rey Abdal¨¢ II de Jordania, la delegaci¨®n palestina que acude hoy a Washington ¨Cen la que figuran entre otros el secretario general de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina y responsable de las negociaciones, Saeb Erekat, y el jefe de los servicios de inteligencia palestinos, Majid Faraj¨C, no ha hecho p¨²blicas cu¨¢les son sus l¨ªneas rojas. El reconocimiento de Jerusal¨¦n como capital del Estado hebreo y el traslado desde Tel Aviv a la Ciudad Santa de la Embajada de EE UU ser¨ªa la primera, aunque Trump ya ha dado a entender que este no es el momento adecuado para cumplir la promesa que formul¨® durante la campa?a electoral.
Abbas exigir¨¢ previsiblemente tambi¨¦n la congelaci¨®n de la expansi¨®n de los asentamientos, precisamente el punto en disputa que oblig¨® a suspender las negociaciones en 2014. Israel ya ha anunciado que proyecta construir 6.500 nuevas viviendas en Cisjordania (que cuenta ya con m¨¢s de 400.000 colonos) y otras 15.000 en Jerusal¨¦n Este (200.000 colonos). Trump, sin embargo, se ha mostrado partidario de permitir la ampliaci¨®n de los asentamientos, aunque solo en zonas ya consolidadas que puedan ser incorporadas al Estado de Israel mediante un intercambio de territorios en el marco de un futuro acuerdo de paz. El presidente de la Autoridad Palestina debe transmitir a la Casa Blanca ¨Cpartidaria de una iniciativa diplom¨¢tica regional¨C, la revisi¨®n al plan de paz saud¨ª de 2002 que la Liga ?rabe acord¨® en Jordania el pasado mes de marzo.
Netanyahu ha expuesto, sin embargo, una nueva exigencia al l¨ªder palestino para reanudar las negociaciones que tambi¨¦n puede ser mencionada por el presidente estadounidense. En su discurso del llamado D¨ªa del Recuerdo a los soldados ca¨ªdos en combate, el primer ministro se pregunt¨® el lunes en p¨²blico ¡°c¨®mo puede Abbas hablar de paz con Israel mientras financia a asesinos que derrama la sangre de israel¨ªes inocentes¡±. Netanyahu se refer¨ªa a las ayudas econ¨®micas que reciben ¡ªentre otros colectivos¨C- los 6.500 presos palestinos internados en las c¨¢rceles de Israel
Cerca de un millar de estos reclusos secundan una huelga de hambre desde hace m¨¢s de dos semanas para reclamar mejoras en sus condiciones de detenci¨®n. Ante una de las mayores protestas carcelarias en Israel tiempos recientes, un amplio movimiento de solidaridad con los presos, con paros en la actividad econ¨®mica y otras movilizaciones, recorri¨® la sociedad palestina la semana pasada. La huelga de presos fue convocada por Marwan Barguti, dirigente de Fatah ¡ªel partido de Abbas¨C que encabez¨® la Segunda Intifada (2000-2005) y que desde hace 15 a?os cumple en prisi¨®n cinco condenas a perpetuidad tras haber sido juzgado en Israel por terrorismo. Barguti fue el pasado noviembre el candidato m¨¢s votado en las elecciones al Comit¨¦ Central de Fatah, es el l¨ªder palestino m¨¢s valorado en las encuestas y desde la prisi¨®n sigue siendo el preferido en los sondeos para suceder en el poder a Abbas.
Abbas se presenta hoy en Washington sin tener pleno control sobre su territorio. Adem¨¢s de las limitaciones que le impone Israel en Cisjordania, la franja de Gaza escapa a su control desde hace casi diez a?os, cuando el movimiento islamista Ham¨¢s se hizo con el poder en el enclave despu¨¦s de haber ganado las elecciones en 2006 y de desalojar por la fuerza de las armas a Fatah de las instituciones de en Gaza.
Ham¨¢s acaba de aprobar una reforma estatutaria en la que admite por primera vez las fronteras de 1967 para la creaci¨®n de un Estado palestino, en un gesto interpretado como favorable a la formaci¨®n de un Gobierno de unidad con Fatah. Pero la Autoridad Palestina est¨¢ presionando a Ham¨¢s en las ¨²ltimas semanas con el recorte de los pagos a los funcionarios en Gaza y la supresi¨®n de las partidas para el combustible de la ¨²nica central el¨¦ctrica del enclave, as¨ª como de las facturas adeudadas a Israel por suministro de energ¨ªa. La ONU ha debido desembolsar fondos de emergencia para poder mantener en funcionamiento los generadores el¨¦ctricos de los hospitales de la Franja.
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