El ¨²ltimo cara a cara de Macron y Le Pen
El debate presidencial de la segunda vuelta se celebra a cuatro d¨ªas de las elecciones este mi¨¦rcoles a las 21.00 horas
Emmanuel Macron y Marine Le Pen van a tener este mi¨¦rcoles una oportunidad de decirse a la cara todo lo que piensan el uno del otro y que, en vista de la escalada del tono en estos ¨²ltimos d¨ªas de campa?a, es mucho. Dispondr¨¢n para ello de casi dos horas y media en horario de m¨¢xima audiencia de la televisi¨®n francesa, a partir de las 21.00 hora local, en el ¨²ltimo debate presidencial antes de la segunda vuelta del domingo 7 de mayo.
El encuentro tiene un car¨¢cter in¨¦dito: aunque Francia lleva celebrando debates presidenciales televisados desde 1974, es la primera vez que en ¨¦l participar¨¢ un representante de la extrema derecha. La ¨²nica ocasi¨®n previa en que el Frente Nacional lleg¨® a la segunda vuelta, hace 15 a?os con el padre de la hoy candidata, Jean-Marie Le Pen, su rival, el conservador?Jacques Chirac, se neg¨® a sentarse a una mesa a debatir con el l¨ªder ultraderechista. Ser¨¢ tambi¨¦n la primera vez que no estar¨¢ presente ning¨²n representante de los dos partidos tradicionales que hasta ahora se han alternado en el poder: conservadores y socialistas.
El escenario propuesto para este mi¨¦rcoles ¡ªun cara a cara entre los dos candidatos sentados y separados por una mesa y los dos moderadores seleccionados por las cadenas organizadoras¡ª?TF1 y France 2, predispone a un intercambio civilizado. Pero los constantes ataques que se han lanzado en el ¨²ltimo tramo de la campa?a electoral por parte del candidato del centrista En Marcha!, pero sobre todo de la l¨ªder del ultraderechista Frente Nacional permiten aventurar un intercambio, cuanto menos, acalorado. Seg¨²n la cadena BFM-TV, Macron amenaz¨® incluso con abandonar el plat¨® si Le Pen se empe?a en usarlo como ¡°saco de boxeo¡±. La candidata de extrema derecha reaccion¨® de inmediato: ¡°Si el se?or Macron no se siente a gusto, siempre le puede pedir a Fran?ois Hollande que venga a sostenerle la mano, no tengo nada en contra¡±, ironiz¨® en un tuit la v¨ªspera del debate.
Si M. Macron ne se sent pas ¨¤ l'aise, il peut toujours demander ¨¤ Fran?ois Hollande de venir lui tenir la main, je ne m'y opposerai pas. MLP https://t.co/1EkR1JL9gC
— Marine Le Pen (@MLP_officiel) May 2, 2017
En los pasados d¨ªas, Le Pen se ha referido a su rival como ¡°el banquero Macron¡±, el representante de la ¡°oligarqu¨ªa¡± o la ¡°casta¡±, as¨ª como el ¡°candidato del sistema¡± y de la ¡°continuidad¡± del mandato del socialista Hollande.
Le Pen probablemente intentar¨¢ llevar la discusi¨®n a su terreno favorito;?la contraposici¨®n del modelo de ¡°globalizaci¨®n salvaje¡± que afirma representa Macron frente a su propuesta de ¡°proteccionismo patri¨®tico¡± que dice encarnar. Tiene como ventaja su capacidad para realizar un discurso sencillo, corto, punzante, aunque muchas veces no diga la verdad. A Macron le gusta m¨¢s explicar sus posiciones, lo que requiere m¨¢s tiempo y paciencia de los espectadores, dos condiciones que se dan poco en un formato como el de estos debates. Pero tambi¨¦n Le Pen puede acabar chapoteando en un terreno pantanoso en el que se ha metido ella sola: su aparente marcha atr¨¢s en lo que era una de sus propuestas clave, la salida de Francia de la Uni¨®n Europea y del euro, lo que se ha bautizado como Frexit.
En un intento de atraer m¨¢s votos, Le Pen ha matizado en los ¨²ltimos d¨ªas su promesa de sacar al pa¨ªs de la moneda ¨²nica, una medida que la gran mayor¨ªa de los franceses teme y rechaza. Pero la mayor parte de su programa, que se basa en la ¡°recuperaci¨®n¡± de las fronteras y de la toma de decisiones como en materia migratoria, se basan precisamente en la salida del bloque comunitario que ahora parece matizar.
Sondeos
Los sondeos confirman que, aunque lejos de la c¨®moda distancia que Chirac interpuso contra el padre de Le Pen, Macron sigue gozando de una ventaja suficiente en la intenci¨®n de voto al menos para llegar al El¨ªseo (otra cosa ser¨¢ el an¨¢lisis posterior sobre la normalizaci¨®n del FN en la vida francesa). Tres encuestas diferentes adelantan que el l¨ªder de En Marcha! obtendr¨¢ el domingo el 59% de los votos, frente al 41% de Le Pen. Aunque sigue siendo un margen amplio para Macron, supone una reducci¨®n de la distancia (hace una semana, la diferencia era de 61%-39%).
La abstenci¨®n, sobre todo tras la decisi¨®n de los electores de la izquierda alternativa de Francia Insumisa de abogar por esa v¨ªa o por el voto en blanco, pueden hacer m¨¢s fr¨¢gil a¨²n la victoria del candidato proeuropeo. De ah¨ª que el debate pueda ser una buena plataforma para intentar convencer a los que todav¨ªa dudan.
Debates pasados
Los dos debates previos, uno con los cinco candidatos en cabeza en la primera vuelta y otro con los 11 aspirantes en liza, tuvieron millonarios ¨ªndices de audiencia pese a su extremada duraci¨®n.
Lo que Macron y Le Pen buscar¨¢n es un punchline, una frase o gesto que consigan grabar en la memoria de los telespectadores y potenciales electores.
Fran?ois Hollande lo consigui¨® en 2012 en los ¨²ltimos minutos de su cara a cara con Nicolas Sarkozy cuando, ante la sorpresa de los propios moderadores, el candidato conservador permiti¨® sin interrumpirlo que el socialista soltara un ataque en toda regla al mandato de su rival (2007-2012) con la retah¨ªla ¡°yo, presidente¡¡± Hollande lleg¨® al El¨ªseo que ahora entregar¨¢ a Macron o Le Pen, si las encuestas yerran del todo. Famosa es tambi¨¦n la respuesta que en 1988 le dio el tambi¨¦n socialista Mitterrand a su primer ministro y rival Chirac. Cuando este le recrimin¨® que ya no discut¨ªan como presidente y primer ministro, sino de iguales como candidatos al El¨ªseo, Mitterrand le respondi¨®: ¡°Tiene usted toda la raz¨®n, se?or primer ministro¡±. Gan¨® la reelecci¨®n.
Los golpes bajos en los debates no son algo nuevo. Ya en el primer cara a cara en 1974, el conservador Val¨¦ry Giscard d'Estaing lanz¨® una indirecta a su rival, Fran?ois Mitterrand, con el intento de desestabilizarlo. Al detallar los resultados de la primera vuelta, Giscard se detuvo en Clermont-Ferrand, "una ciudad que usted conoce bien", le dijo a su rival. Clermont-Ferrand era la ciudad de origen de Anne Pingeot, la mujer con la que Mitterrand tuvo una hija, Mazarine, que mantuvo en secreto durante a?os, con la complicidad del mundo de la pol¨ªtica y de la prensa que no revel¨®, hasta poco antes de su muerte, la existencia de la segunda familia oculta del que acab¨® ocupando el El¨ªseo siete a?os m¨¢s tarde.
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