Theresa May acusa a la UE de querer influir en las elecciones brit¨¢nicas

En contra de las m¨ªnimas dosis de realismo y templanza necesarias para encarar la dif¨ªcil negociaci¨®n sobre el Brexit, Theresa May ha optado por una huida hacia adelante que este mi¨¦rcoles por la tarde se ha traducido en un ataque sin precedentes contra ¡°los bur¨®cratas de Bruselas¡±, a los que ha acusado de querer interferir en las pr¨®ximas elecciones generales del Reino Unido con sus ¡°amenazas¡±. La primera ministra brit¨¢nica ha sugerido que el endurecimiento de la posici¨®n de Bruselas frente a las demandas de Londres, y convenientemente filtrado por ¡°la prensa continental¡±, busca socavar a su Gobierno ante la cita adelantada con las urnas del 8 de junio.

¡°La posici¨®n negociadora brit¨¢nica en Europa ha sido tergiversada por la prensa del Continente¡±, ha sostenido May en una declaraci¨®n frente a Downing Street tras visitar a la reina Isabel II en el palacio de Buckingham para comunicarle la disoluci¨®n del Parlamento brit¨¢nico con vistas a las legislativas. La diatriba de la dirigente conservadora apuntaba a la filtraci¨®n por un diario alem¨¢n (Frankfurter Allgemeine Zeitung) de los par¨¢metros en los que discurri¨® su cena del pasado mi¨¦rcoles con el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, y en la que se constat¨® cu¨¢n alejados est¨¢n los respectivos puntos de partida ante la negociaci¨®n.

A la publicaci¨®n de las impresiones de Juncker sobre una May ¡°en estado de negaci¨®n¡± y ¡°en otra galaxia¡±, se ha sumado la informaci¨®n de este mi¨¦rcoles del Financial Times sobre una revisi¨®n al alza de los c¨¢lculos de la factura que supondr¨¢ para Reino Unido soltar amarras de la UE (100.000 millones de euros), y que el ministro para el Brexit, David Davis, ya ha dicho que los brit¨¢nicos no piensan abonar. Ese contexto ha propulsado a la primera ministra a la palestra con un discurso estridente. ¡°Las amenazas contra el Reino Unido por parte de pol¨ªticos y funcionarios europeos han sido lanzadas de forma calculada en el tiempo para influir en el resultado de las elecciones generales del 8 de junio¡±, subrayaba al tiempo que ped¨ªa el voto para su partido en los inminentes comicios.

Lo que Theresa May ha dejado claro es su intenci¨®n de utilizar ese nuevo pulso con Europa para apuntalar sus expectativas electorales, que apuntan alto ante el declive de la oposici¨®n laborista. En su comparecencia ante los medios ha advertido que, de resultar electo el l¨ªder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, Reino Unido acabar¨ªa ¡°pagando un precio mucho m¨¢s alto¡±. Esa es su estrategia para afianzarse en el plano interno, a¨²n a costa de mermar las opciones de su pa¨ªs de conseguir un acuerdo razonable con Bruselas.