Mocoa intenta olvidar su pesadilla
La localidad colombiana asolada hace un mes por la avalancha que dej¨® m¨¢s de 300 muertos busca volver a la normalidad
La imagen qued¨® grabada en la retina de Heliodoro Jojoa, locutor de radio aficionado de Mocoa. La madrugada del s¨¢bado 1 de abril, la capital del departamento del Putumayo, en el sur de Colombia, se asom¨® al abismo. Tres de los r¨ªos que pasan por ese municipio de unos 40.000 habitantes se desbordaron tras unas lluvias torrenciales, provocando una inundaci¨®n de barro. Jojoa vio ese caudal de tierra que arrastr¨® enseres, lavadoras, neveras. Y personas. ¡°Afortunadamente, estoy vivo¡±, recuerda junto a un punto de informaci¨®n para afectados enfrente de la comisar¨ªa.
Un mes despu¨¦s de la tragedia, que, seg¨²n cifras oficiales, dej¨® 329 fallecidos y 70 desaparecidos, Mocoa quiere volver a la normalidad y busca reponerse de esa pesadilla que revive cada vez que comienza a llover. El pasado martes, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, viaj¨® por s¨¦ptima vez a la zona para supervisar los avances de la reconstrucci¨®n. Inaugur¨® un parque infantil, afirm¨® que en un mes Mocoa contar¨¢ con una cobertura del 100% de agua ¡ªel suministro es ahora alterno, se activa cada 12 horas y alcanza un 70%¡ª y anunci¨® la entrega a los damnificados de 300 viviendas de 64 metros cuadrados repartidos en dos plantas, de las que aproximadamente la mitad deber¨ªa estar terminada este a?o.
Las lluvias contin¨²an un mes despu¨¦s de la tragedia
Los habitantes de Mocoa viven con terror a la lluvia desde las inundaciones de la noche del 1 de abril. En el ¨²ltimo mes no han cesado las precipitaciones y, seg¨²n explic¨® el martes el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, durante una visita a la localidad, continuar¨¢n en mayo.
¡°Va a seguir lloviendo. En mayo llover¨¢ m¨¢s que lo que llovi¨® en abril, y en abril llovi¨® por encima del promedio. Posiblemente, en junio suceda lo mismo¡±, dijo Santos, que, a pesar de esta circunstancia, intent¨® trasladar un mensaje de tranquilidad a la poblaci¨®n. ¡°Estamos teniendo mucho cuidado en vigilar los cauces de los r¨ªos. Estamos estableciendo un sistema de alerta temprana¡±, agreg¨® el presidente. Seg¨²n el Gobierno, estos mecanismos de control permitir¨¢n prevenir los desbordamientos.
La implicaci¨®n del Gobierno se encuentra, no obstante, con los obst¨¢culos cotidianos que afrontan los mocoanos en su regreso a la rutina. La avalancha afect¨® directamente a decenas de barrios y hay m¨¢s de 7.500 familias ya inscritas en el registro de damnificados. ¡°Tengo un albergue y me he visto obligado a cerrar por falta de ayuda¡±, relata John Jairo Carvajal. ¡°Perd¨ª mi casa y gracias a Dios no perd¨ª a ning¨²n familiar¡±. Denuncia que las personas que se quedaron sin vivienda y que ya no duermen en un albergue ni han sido trasladadas a otros municipios tienen que hacer frente a alquileres demasiado elevados. ¡°La gente est¨¢ aprovechando, los que tienen casas, y le incrementaron el arriendo, ahorita una casa no se consigue por menos de 500.000 pesos [m¨¢s de 150 euros], y est¨¢n dando subsidios de 250.000 que no nos sirven¡±, asegura. As¨ª las cosas, hay mocoanos que optan por quedarse en sus casas, aunque est¨¦n gravemente da?adas.
Gloria Marlene Maya, de 47 a?os, perdi¨® a su padre en la avalancha. Lamenta problemas burocr¨¢ticos ¡ª¡°todo est¨¢ muy lento¡±¡ª pero asegura que lo m¨¢s importante es que las ayudas finalmente lleguen a los habitantes.
Carlos Iv¨¢n M¨¢rquez, director de la Unidad Nacional para la Gesti¨®n del Riesgo de Desastres, explica a EL PA?S c¨®mo afront¨® la atenci¨®n a los desplazados: ¡°Contamos oficialmente con alrededor de ocho albergues¡±. En los primeros d¨ªas se alojaron all¨ª ¡°m¨¢s de 4.200 personas¡±. ¡°Hoy, un mes despu¨¦s, tenemos un solo albergue con 380 personas. Ahora, estamos en una fase de estabilizaci¨®n. Mocoa ya cuenta con todos los servicios de energ¨ªa, suministro de agua segura, de conectividad, de transporte, se activ¨® el comercio, se gener¨® la esperanza y ya estamos en una fase de reconstrucci¨®n¡±, mantiene.
Medios de subsistencia
¡°El renacer es muy lento, el da?o causado por la avalancha es muy grande, hay mucha gente que se qued¨® sin vivienda, sin trabajo¡±, describe Yolanda Portilla, docente del colegio Fray Pl¨¢cido. A pesar del balance de las autoridades, los consultados est¨¢n convencidos de que las inundaciones dejaron un mayor n¨²mero de fallecidos. Todos en la zona, que carece de estad¨ªsticas fiables sobre indicadores econ¨®micos y vive principalmente de la agricultura, sufren directa o indirectamente la avalancha. ¡°Lo que le pedimos al Gobierno es que los contratos nos los den a Mocoa. Que no los den al centro del pa¨ªs, porque est¨¢n contratando all¨¢ y aqu¨ª hay muchas manos que podemos trabajar¡±, reclama Teresa Mavisoy, v¨ªctima de las inundaciones.
Porque la tragedia de Mocoa se suma a la precariedad de toda la regi¨®n, golpeada durante d¨¦cadas por el conflicto armado con las FARC, la deforestaci¨®n o la miner¨ªa ilegal. De ah¨ª la declaraci¨®n de intenciones de Santos, que, parad¨®jicamente, est¨¢ determinado en convertir esta situaci¨®n en una oportunidad de futuro: ¡°Mocoa ser¨¢ reconstruida mejor de lo que estaba antes¡±.
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