Un ciberataque contra Macron enrarece las cruciales elecciones de Francia

Si era necesario recordar que las elecciones francesas son globales, y que la que el 7 de mayo se juega en Francia tendr¨¢ ecos m¨¢s all¨¢ de sus fronteras, ah¨ª est¨¢ la ¡°acci¨®n de pirateo masiva y coordinada¡± que el viernes por la noche denunci¨® En Marche! Poco antes, hab¨ªan empezado a difundirse en foros de internet y en las redes sociales informaciones internas del partido en forma de correos electr¨®nicos, contratos y documentos contables.

Durante todos los meses de larga campa?a Francia hab¨ªa temido una operaci¨®n de este tipo. Como Clinton, Macron aboga por mantener la pol¨ªtica exterior vigorosa ante la Rusia de Vlad¨ªmir Putin. Como Trump ¡ªo como m¨ªnimo, el Trump de la campa?a¡ª, Le Pen se declara cercana a Putin y aboga por un giro en la pol¨ªtica exterior francesa para acomodar los intereses rusos.

No hay prueba sobre la autor¨ªa el ciberataque que llev¨® a la difusi¨®n masiva de documentos a menos de 48 horas de las elecciones, pero tampoco es la primera agresi¨®n que sufre En Marche! Algunos expertos han apuntado a grupos rusos ¡ªlos mismos que el a?o pasado robaron y difundieron correos de la campa?a de Clinton¡ª como responsables de la acci¨®n.

En Marche! aseguraba que estos ataques hab¨ªan sido infructuosos, que las medidas preventivas hab¨ªan sido efectivas. Hasta ahora. El ciberataque que denuncia el partido de Macron, ocurrido unas semanas antes, permiti¨® a los piratas hacerse con correos privados y profesionales de militantes y dirigentes de la campa?a. Algunos documentos publicados son falsos "para sembrar la duda y la desinformaci¨®n¡±, seg¨²n un comunicado, que habla de ¡°una desestabilizaci¨®n democr¨¢tica, como se vio en Estados Unidos durante la ¨²ltima campa?a presidencial¡±. El presidente Fran?ois Hollande prometi¨® que el ataque no quedar¨ªa sin respuesta.

Que los documentos se publicasen unos minutos antes del final oficial de la campa?a y del inicio del silencio impuesto por la jornada de reflexi¨®n a?ade confusi¨®n. Impide a los candidatos reaccionar ¡ªaunque algunos de sus colaboradores lo hicieron¡ª pero limita el impacto en el resultado. No hay tiempo material para examinar la veracidad de los archivos ni el valor informativo.

"No creo en lo m¨¢s m¨ªnimo que este hecho [el llamado Macronleaks] tenga un impacto", dijo el s¨¢bado Fr¨¦d¨¦ric Dabi, del instituto de sondeos Ifop. ¡°Sea lo que sea lo que [Macron] haya hecho, o lo que hayan escondido, no es a 24 horas de las elecciones que van a cambiar nada¡±, dijo a un grupo de corresponsales Jean Messiha, coordinador de la campa?a de Le Pen.

La Comisi¨®n Nacional de Control de la Campa?a Electoral en Francia avis¨® de las posibles consecuencias penales por difundir datos robados fraudulentos. Los medios de comunicaci¨®n franceses dieron una cobertura modesta de la operaci¨®n, lo que dificulta su repercusi¨®n en la decisi¨®n de los electores.

El efecto puede ser otro. Primero, sembrar dudas sobre la honestidad de Macron si sale elegido presidente. Y segundo, embarrar la campa?a para las elecciones legislativas de junio, en las que el nuevo jefe de Estado buscar¨¢ una mayor¨ªa para gobernar.

Macron y Le Pen se clasificaron para la segunda vuelta tras ser los candidatos m¨¢s votados en la primera, el 23 de abril. Los sondeos para la segunda vuelta son tajantes. Todos, un¨¢nimemente, prev¨¦n una victoria rotunda de Macron sobre Le Pen. La ventaja var¨ªa entre los 18 y los 26 puntos porcentuales, fuera de cualquier margen de error. En privado, responsables del Frente Nacional de Le Pen admiten que la victoria es casi imposible y que lo decisivo es saber si su candidata podr¨¢ alcanzar la barra del 40% de votos. En 2002, su padre, Jean-Marie Le Pen, logr¨® un 18% de votos.

La elecci¨®n se plantea como un refer¨¦ndum m¨²ltiple. Es un refer¨¦ndum sobre Europa y el euro, una segunda vuelta de refer¨¦ndum sobre la Constituci¨®n europea de 2005, que gan¨® el no. Le Pen propone en su programa una salida de la UE y del euro para regresar al franco, posici¨®n que suaviz¨® en el tramo final de la campa?a. Macron promueve una mayor integraci¨®n europea a partir de un relanzamiento de la alianza franco-alem¨¢n, que fue el motor de la construcci¨®n comunitaria desde su fundaci¨®n tras la Segunda Guerra Mundial. Los franceses tendr¨¢n hoy dos opciones muy contrastadas: UE y euro, s¨ª o no.

Pero no es tan sencillo. A este refer¨¦ndum se superpone otro: Frente Nacional, s¨ª o no. El Frente Nacional, pese al proceso de desdemonizaci¨®n de los ¨²ltimos a?os bajo el liderazgo de Marine Le Pen, sigue siendo un partido paria para muchos franceses, de izquierdas y derechas. Su nombre ¡ªel del partido y el de la propia Le Pen¡ª arrastra el estigma de las tradiciones m¨¢s tenebrosas de la derecha europea del siglo XX. Habr¨¢ euroesc¨¦pticos que votar¨ªan a un candidato contrario a la UE pero nunca a Le Pen, por todo lo que conlleva su propuesta.

Pocas veces las opciones son tan n¨ªtidas, tan distintas. En econom¨ªa, un partidario de una socialdemocracia con acentos liberales, al estilo de la tercera v¨ªa de Tony Blair o Gerhard Schr?der, frente a una defensora del intervencionismo econ¨®mico del estado, la reducci¨®n de la edad de jubilaci¨®n y dejar intacto el estado del bienestar. En inmigraci¨®n, la defensa de una Francia cerrada a la inmigraci¨®n y el cierre de fronteras frente a la Francia diversa y abierta al mundo. El nacionalismo frente al patriotismo, en palabras de Macron. O, seg¨²n la terminolog¨ªa de Le Pen, el soberanismo frente al globalismo.

Uno de los dos gobernar¨¢ Francia ¡ªsexta econom¨ªa del mundo, potencia nuclear, miembro del Consejo de Seguridad de la ONU¡ª en los pr¨®ximos cinco a?os. Si algo tiene en com¨²n, es que han hecho saltar por los aires el viejo bipartidismo franc¨¦s. Por primera vez en la V Rep¨²blica, este domingo los franceses no tendr¨¢n en las papeletas a ninguno de los dos grandes partidos ¡ªel centroizquierda socialista y la derecha de tradici¨®n gaullista¡ª hasta ahora hegem¨®nicos.

Macron y Le Pen son candidatos con partidos d¨¦biles, construidos a su medida. Ambos confirman la idea que el general De Gaulle, refundador de la Francia moderna, se hac¨ªa de la elecci¨®n presidencial: ¡°El encuentro entre un hombre y un pueblo¡±. La liturgia ¡ªpese a los hackers, pese a las redes sociales, pese a la globalizaci¨®n¡ª no ha variado. Francia, cara a cara consigo misma, y ante el mundo.