Cada una de ellas recibi¨® una vaca pre?ada: ahora tienen una empresa lechera
Peque?as emprendedoras en zonas rurales de Paraguay aspiran a conquistar los mercados nacionales con sus negocios hechos a pulso
Es una calurosa tarde de fin de febrero en Paraguay donde el verano impone una media de 40 grados a la sombra. Cuando termina el asfalto, tras 10 kil¨®metros de camino de tierra y atravesando grandes cultivos de soja se encuentra la peque?a comunidad rural de Yasy Ka?y, en el departamento de Canindey¨², donde Mariana Montiel preside una reuni¨®n del Comit¨¦ de Mujeres San Francisco, con sus 41 socias presentes y muy atentas.
Mientras ellas revisan n¨²meros de la producci¨®n de la semana sus hijos e hijas juegan alrededor y tambi¨¦n aportan a la reuni¨®n. Antolina Antunez pregunta a su hijo Fernando en guaran¨ª: "kuehe piko mboy ?a?am¨ª ra'e"? (?Cu¨¢ntos litros orde?amos ayer?) Y Fernando sin dudar responde: ¡°?8 litros mam¨¢!¡±. Se hacen las cuentas y los c¨¢lculos siguen.
El Comit¨¦ de Mujeres se cre¨® hace 4 a?os, inicialmente con 20 mujeres de la zona para mejorar el acceso a los servicios p¨²blicos del asentamiento. El agua fue la prioridad. Una vez que lograron las conexiones domiciliarias con apoyo de la Junta de Saneamiento local, el Comit¨¦ se aboc¨® al desarrollo de ideas para proyectos productivos. A fines del 2015 se integraron a una iniciativa de desarrollo rural sostenible.
En Paraguay, el 67,9% del total de mujeres trabajan informalmente, este porcentaje aumenta considerablemente en las ¨¢reas rurales donde el 90,2% de las mujeres trabajan sin beneficios y protecci¨®n social. La organizaci¨®n en comit¨¦s les permite una formalizaci¨®n de sus actividades productivas y hace posible que, conforme aumente la escala de su producci¨®n, se puedan insertar a cadenas de valor.
Ese es el deseo de las mujeres de Yasy Ka?y que sue?an con convertirse en productoras de leche a una escala mayor.
Del tambo al acopiador
¡°Lo que fue interesante y ¨²til para nosotras fue aprender a hacer un plan de inversiones, esa herramienta nos ayud¨® a planificar de una forma sencilla nuestras ideas de producci¨®n¡±, explica Mariana.
Despu¨¦s de analizar varias posibilidades ellas decidieron que la producci¨®n de leche era un rubro posible para las posibilidades de ellas y sus familias, y al mismo tiempo con un mercado de venta en potencial expansi¨®n. La zona es visitada frecuentemente por acopiadores que luego abastecen a la industria lechera de gran escala. Y ellas vieron la oportunidad de convertirse en proveedoras de las acopiadoras.
¡°Nosotras so?amos en grande, pero con los pies en la tierra¡±, comenta Br¨ªgida Miltos, integrante del Comit¨¦ y explica que est¨¢n comenzando con una escala peque?a. ¡°Cada una de nosotras recibi¨® una vaca pre?ada, algunas ya tienen sus vaquillas y ya est¨¢n comenzando con el orde?e y la venta¡±.
La jornada arranca muy temprano en la ma?ana con el orde?e, algunas madres han incorporado a sus hijos m¨¢s grandes en la tarea.
¡°Se orde?a la vaca, se recoge la muestra para hacer el control de calidad, luego se almacena en los envases y una de las socias es la responsable de la b¨²squeda de los envases casa por casa, luego esa persona los lleva al acopiador, se contabiliza lo entregado y se paga¡±, agrega Br¨ªgida.
El orde?e diario de una vaca genera unos ingresos mensuales de entre 50 y 60 d¨®lares por familia, una gran ayuda para una de las zonas m¨¢s pobres del Paraguay y que busca oportunidades de superaci¨®n.
¡°Mientras mejoramos el cuidado e implementamos todos los conocimientos que adquirimos en las capacitaciones que tuvimos tendremos m¨¢s posibilidades de mejorar estos ingresos y expandir la producci¨®n¡± explica Mariana, mientras Br¨ªgida cuenta que gracias a estos ingresos el inicio del a?o escolar en marzo no ha sido tan problem¨¢tico, ¡°pues ya hemos podido solventar los uniformes y otros gastos de movilidad para llegar a las escuelas por ejemplo¡±.
De la huerta al mercado
Es la hora de la ronda del terer¨¦, la tradicional bebida que se comparte en Paraguay. En una prolija mesa a la sombra de un robusto ¨¢rbol se acomodan las tortillas de ma¨ªz y mandioca. ¡°Todo esto sale de nuestra huerta, hasta el queso ya es de nuestra producci¨®n¡±, dice orgullosa Marta Osorio, integrante del Comit¨¦ de Mujeres Mbaret¨¦ ubicado en el asentamiento rural Liz Expedita, en el departamento de San Pedro.
Como muchas otras organizaciones rurales comunitarias en Paraguay, este grupo de mujeres se conform¨® para luchar por un acceso justo a la propiedad de la tierra. Esa lucha ha tenido sus frutos para ellas y hoy est¨¢n en proceso de convertirse en propietarias.
¡°Para nosotras cuidar nuestra tierra es muy importante, esta zona es rica en bosques y nuestro grupo trabaja mucho por cuidarlos, por eso intentamos que nuestra producci¨®n de huerta sea sostenible, por ejemplo, estamos plantando los ¨¢rboles frutales rodeando el bosque¡±, explica Victoria Romero, presidenta del Comit¨¦.
La producci¨®n de sus huertas se destina al autoconsumo en primer lugar y luego al mercado. El plan de inversi¨®n que ellas trazaron, con apoyo de proyecto de Desarrollo Rural Sostenible (Proders) del Ministerio de Agricultura y con asistencia del Banco Mundial, identific¨® que en el mercado de la ciudad de San Pedro, la capital departamental, exist¨ªa una importante demanda sin cubrir de productos hort¨ªcolas frescos y otros derivados como el almid¨®n de mandioca y la harina de ma¨ªz. ¡°Nuestros productos est¨¢n teniendo una muy buena venta en el mercado local y eso nos entusiasma. Queremos tambi¨¦n producir m¨¢s productos como el almid¨®n y las harinas y tambi¨¦n tenemos planeado producir queso¡±, comenta Marta.
La meta es llegar hasta Asunci¨®n con sus productos. ¡°Ya pudimos ir a la capital a vender un par de veces y las ventas fueron excelentes¡± cuenta Virginia y a?ade que la sostenibilidad depender¨¢ de la capacidad de organizarse con otros comit¨¦s que como ellas est¨¢n buscando expandir su mercado.
Aunque a Virginia y a Mariana las separan varios kil¨®metros de distancia, las une una certeza com¨²n: sin organizaci¨®n y planificaci¨®n no es posible crecer y mejorar las condiciones de vida de sus familias y sus comunidades.
"Las mujeres juegan un papel fundamental para mejorar las condiciones socioecon¨®micas de los peque?os agricultores y las comunidades ind¨ªgenas en el Paraguay rural. PRODERS est¨¢ ayudando a mujeres y hombres a traer esperanza a sus comunidades para que las oportunidades se puedan expandir¡±, afirma Maurizio Guadagni, especialista s¨¦nior en Agricultura del Banco Mundial.
Ruth Gonz¨¢lez Llamas es oficial de comunicaciones del Banco Mundial
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