Macron nombra primer ministro al conservador moderado ?douard Philippe

Era su primer d¨ªa h¨¢bil como presidente, y no defraud¨®. Emmanuel Macron dio el lunes otro paso en la demolici¨®n de viejo orden partidista y nombr¨® primer ministro a ?douard Philippe, alcalde de Le Havre y miembro del ala moderada de la derecha francesa. Macron intenta atraer as¨ª a la corriente de Los Republicanos af¨ªn al ex primer ministro Alain Jupp¨¦, a la que pertenece Philippe. Despu¨¦s de contribuir a la crisis aguda del Partido Socialista, ahonda las divisiones del otro campo. El presidente busca una mayor¨ªa parlamentaria con lo que ¨¦l llama progresistas de izquierdas y de derechas para acometer las reformas que saquen a Francia de estancamiento.

Macron, que el domingo asumi¨® el cargo de presidente, coloca con Philippe la primera pieza del nuevo gobierno. El martes se anunciar¨¢ el gabinete, que debe estar formado por 15 ministros.

Al elegir a un primer ministro de otro partido y en v¨ªsperas de las elecciones legislativas de junio, Macron rompe esquemas. Quien dirija la campa?a para conquistar una mayor¨ªa en la Asamblea Nacional no ser¨¢ un miembro de La Rep¨²blica en marcha (LRM), el partido presidencial, sino de un partido rival, Los Republicanos.

No es una cohabitaci¨®n, como se llama en la pol¨ªtica francesa a la coexistencia de un presidente y un primer ministro de signo opuesto: en este caso la alianza es voluntaria. Y nueva. Philippe no hizo campa?a por Macron, y, aunque sintonizaban ampliamente, lleg¨® a criticarlo en algunos art¨ªculos de prensa.

Las primeras grietas en la derecha se hicieron visibles a los minutos de conocerse la decisi¨®n. "No se trata, en ning¨²n caso, de una coalici¨®n gubernamental, sino de una decisi¨®n individual. La lamentamos", dijeron Los Republicanos en un comunicado. En otro comunicado, un grupo de cargos electos de la derecha llam¨® a sus correligionarios a "tomar la medida de la transformaci¨®n pol¨ªtica que se opera en [el pa¨ªs]" y a "responder a la mano tendida del presidente de la Rep¨²blica".

La inc¨®gnita es, primero, cu¨¢ntos miembros de Los Republicanos seguir¨¢n a Philippe y figurar¨¢n el martes en el gabinete de ministros. Y, segundo, cu¨¢ntos optar¨¢n por ser candidatos a las legislativas por el partido de Macron, o en su defecto por Los Republicanos, pero con la voluntad de sumarse al grupo parlamentario macronista en la Asamblea Nacional.

El plazo para presentar las candidaturas es el 19 de mayo. La semana pasada, LRM ¡ªel partido de Macron¡ª present¨® a 428 candidatos en sendas circunscripciones. LRM dej¨® 148 distritos sin candidato, en espera de que un primer ministro de derechas pudiera activar un trasvase en masa a las filas macronistas.

Philippe, de 46 a?os, sustituye al socialista Bernard Cazeneuve. Es, como Macron, un rostro nuevo, poco conocido por el gran p¨²blico pero con la experiencia ejecutiva de dirigir una ciudad de 175.000 habitantes desde 2010. Tambi¨¦n es diputado desde 2012.

"Soy un hombre de derechas", dijo Philippe, para despejar cualquier duda, en la ceremonia de traspaso de poder con Cazeneuve, en el palacio de Matignon, sede del primer ministro. El nuevo jefe de Gobierno defini¨® a los normandos, como ¨¦l mismo y su antecesor, como "violentamente moderados y a veces terriblemente conquistadores¡±.

Con un derechista como n¨²mero dos, no ser¨¢ tan f¨¢cil para los rivales de Macron seguir llam¨¢ndole Hollande bis, o socialista emboscado. Macron, aunque era independiente, fue consejero en el El¨ªseo del presidente socialista Fran?ois Hollande, y despu¨¦s ministro de Econom¨ªa. Y en campa?a se ha rodeado de asesores procedentes de la izquierda.

El nuevo primer ministro cumple con varios requisitos que Macron buscaba en quien dirija el d¨ªa a d¨ªa del trabajo gubernamental. Ejemplifica el cambio generacional que el presidente, de 39 a?os, representa mejor que nadie. Tambi¨¦n la apertura transversal, m¨¢s all¨¢ de las divisiones entre izquierda y derecha.

Philippe dio sus primeros pasos pol¨ªticos en el ala socialdem¨®crata del Partido Socialista inspirada por el fallecido Michel Rocard, uno de los modelos del propio Macron. Despu¨¦s empez¨® a colaborar con Jupp¨¦, a quien ayud¨® a fundar la UMP, antecedente de Los Republicanos, el gran partido de la derecha tradicional. Como Macron, tiene experiencia en el sector privado.

Autor de varios libros y con un estilo afilado, Philippe defini¨® hace unas semanas a Macron en un art¨ªculo como "el representante emblem¨¢tico del sistema". Lo escribi¨® en el diario de izquierdas Lib¨¦ration, donde publicaba una columna sobre la campa?a. En otros art¨ªculos se burl¨® del endiosamiento de Macron y de su ret¨®rica a veces m¨ªstica ("En estos momentos camina sobre las aguas. Cura a los ciegos, multiplica los panes, extiende la buena palabra"), o de su inexperiencia ("?Reivindica su inmadurez! El pa¨ªs debe elegir a un capit¨¢n de barco ante una tormenta, y Macron nos dice: 'Soy la persona adecuada: nunca he subido a un barco pero he visto muchos'").

Aliarse con Philippe, formado como Macron en la elitista Escuela Nacional de Administraci¨®n, tiene un beneficio para el presidente con vistas a las legislativas del 11 y el 18 de junio: puede precipitar el trasvase de candidatos y diputados de Los Republicanos hacia el movimiento del presidente, que busca una mayor¨ªa en la Asamblea Nacional. Se trata de personalidades afines a Jupp¨¦, que adem¨¢s de primer ministro fue ministro de Exteriores y es alcalde de Burdeos, y es la figura m¨¢s destacada de la derecha moderada. El moderado Jupp¨¦ perdi¨® las primarias de la derecha ante Fran?ois Fillon, candidato del ala m¨¢s conservadora de Los Republicanos.

Los jupp¨¦istas como Philippe siempre vieron con escepticismo la candidatura presidencial de Fillon, escepticismo que se convirti¨® en hostilidad tras las revelaciones sobre los supuestos empleos ficticios de la familia de Fillon.

M¨¢s all¨¢ de las legislativas, Philippe permitir¨¢ a Macron ejecutar unas pol¨ªticas que combinan liberalismo econ¨®mico con recetas de la socialdemocracia n¨®rdica.

La coalici¨®n de Macron con el jupp¨¦ismo completar¨ªa la alianza de Macron con el centroizquierda socialista. El fen¨®meno Macron ha acelerado la crisis del PS. Ahora puede agravar la de Los Republicanos.

"En Francia odiamos los partidos. Pero la democracia no existe sin ellos", escribi¨® Philippe en uno de sus art¨ªculos de campa?a en Lib¨¦ration. Y a?adi¨®: "Sin ellos, podr¨ªa ser que los zorros que merodean en torno al gallinero socialista no se detuvieran ah¨ª". Los zorros, alertaba Philippe, pod¨ªa acabar tambi¨¦n con el gallinero de la derecha. La frase era premonitoria.