Las lluvias no dan tregua en Colombia

En Colombia, hasta ahora, se recordaba diciembre de 2010 como el peor invierno de la historia. Este a?o, la temporada de lluvias pelea por conseguir el t¨ªtulo. No ha dejado de llover desde enero y se prev¨¦, seg¨²n datos del Instituto de Meteorolog¨ªa (Ideam) y la Unidad de Gesti¨®n de Riesgos, que las precipitaciones contin¨²en hasta principios de junio. Seis meses de alerta para muchos ciudadanos que han visto sus casas inundarse y sus cultivos da?arse. Y en el peor de los casos, han perdido la vida: como en la avalancha que sepult¨® Mocoa, en el suroeste del pa¨ªs, dejando m¨¢s de 390 fallecidos.

"Desde hace cinco a?os se han invertido cinco billones de pesos en m¨¢s de 5.000 obras destinadas a la prevenci¨®n", asegura Carlos Iv¨¢n M¨¢rquez, responsable de la Unidad de Riesgos. Esta inversi¨®n, explica, ha permitido que en zonas donde tradicionalmente los cauces se desbordaban, se haya podido controlar el crecimiento de los r¨ªos. El terreno devuelve otra realidad. Hasta el momento hay 16 departamentos, la mitad de los que conforman el pa¨ªs, afectados por el temporal. "Se han presentado m¨¢s de 500 eventualidades", dice el gestor. En su mayor¨ªa inundaciones y vendavales. El n¨²mero de afectados, por el momento, asciende a 23.174 familias, incluyendo los damnificados de las tragedias de Mocoa y Manizales, las dos ciudades que m¨¢s han sufrido las lluvias.

Las consecuencias del cambio clim¨¢tico extendiendo la temporada de invierno en Colombia no son las ¨²nicas responsables de las v¨ªctimas que dejan las lluvias. "Este pa¨ªs se ha construido en zonas vulnerables", explica M¨¢rquez. Es decir, el desplazamiento de la poblaci¨®n por medio siglo de conflicto ha contribuido a una mala organizaci¨®n urbana. Miles de personas huyendo de la guerra y construyendo sus casas con materiales endebles en lugares por donde pasan r¨ªos o tierras que no re¨²nen las condiciones para la construcci¨®n. Adem¨¢s de la deforestaci¨®n causada por el mal uso del suelo que genera la ganader¨ªa, la miner¨ªa ilegal y los cultivos de coca extendidos en m¨¢s de 90.000 hect¨¢reas en Colombia.

Los m¨¢s de 7.000 damnificados que por el momento se han registrado en Mocoa carec¨ªan de un sistema de alerta temprana, como sucede en demasiadas localidades del pa¨ªs. Cuando los r¨ªos crecieron arrastrando grandes piedras, palos y sedimentos acumulados, las autoridades tardaron demasiado en llegar. El consuelo que les queda a los vecinos es la solidaridad nacional e internacional que llega en dinero en efectivo y en especies. Y confiar en que el Gobierno cumpla su palabra. De ejemplo tienen a Salgar, una ciudad en Antioquia donde hace dos a?os murieron 93 personas por un alud. Este aniversario pueden celebrar que el Estado ha instalado plantas potabilizadoras para asegurar el suministro de agua, ha construido m¨¢s de 200 casas nuevas y seis puentes peatonales.