La Ciudad de M¨¦xico se ahoga en la contingencia ambiental m¨¢s larga desde 2000

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La Ciudad de M¨¦xico mantiene la fase 1 de contingencia ambiental

La contaminaci¨®n deja su huella en Ciudad de M¨¦xico

La lucha contra la contaminaci¨®n se estanca en la Ciudad de M¨¦xico

Una nata caf¨¦ cubre el cielo de la Ciudad de M¨¦xico. Lo tapa todo. Dibuja un aura t¨®xica sobre el ic¨®nico ?ngel de la Independencia, se alza por encima de los rascacielos y esconde las monta?as que custodian la capital. Se trata de la contingencia ambiental m¨¢s larga desde 2000, ha durado cinco d¨ªas y ha restringido esta semana la circulaci¨®n de 4,5 millones de veh¨ªculos en el ¨¢rea metropolitana. El ozono no cede, apuntalado por las altas temperaturas, la radiaci¨®n solar, la debilidad del viento y la ausencia de lluvia para dispersar los contaminantes. El aviso por contaminaci¨®n se mantendr¨¢ para este s¨¢bado, ha advertido este viernes la Comisi¨®n Ambiental de la Megal¨®polis (CAME).

La contaminaci¨®n se siente. Arden los ojos y pica la garganta. El ozono?provoca adem¨¢s problemas cardiovasculares y afecta en particular a personas con asma o con problemas respiratorios y pulmonares. Se han registrado niveles de ozono de hasta 162 partes por mill¨®n y que dan cuenta de una muy mala calidad del aire en la escala del ?ndice Metropolitano de Calidad del Aire (Imeca).

Las autoridades reconocen que estaba previsto. Es la llamada "temporada de ozono", un periodo entre febrero y mayo en el que las condiciones meteorol¨®gicas facilitan que el compuesto qu¨ªmico se asiente en el aire. Las medidas de contenci¨®n han sido pertinentes, pero ya no tienen la efectividad de antes. El ¨²ltimo episodio es el s¨ªntoma de un problema mayor de sostenibilidad en la Ciudad de M¨¦xico, con un parque vehicular de 5,5 millones de unidades que crece a un ritmo mayor que la tasa de natalidad y el crecimiento desmesurado de la mancha urbana.

"El problema con la calidad del aire no es s¨®lo cr¨ªtico, sino cr¨®nico, la exposici¨®n prolongada a agentes contaminantes hace que algo que empieza como una cosa menor, sea en el largo plazo muy grave para el organismo", afirmaba el cient¨ªfico de la Universidad de California Exequiel Ezcurra en febrero, antes de que se encendieran las alarmas. "Si no se toman las medidas necesarias, nos acercaremos poco a poco a un colapso civilizatorio", agregaba el autor de De las chinampas a la megal¨®polis.

La CAME ha identificado que los autom¨®viles son responsables de la tercera parte de las emisiones y ha enfocado su estrategia de combate a las restricciones a la circulaci¨®n de ciertos veh¨ªculos. Los coches con terminaci¨®n de matr¨ªcula non (1, 3, 5, 9) y con holograma de verificaci¨®n dos, as¨ª como los que no cuenten con holograma y los que provengan de otros estados, no podr¨¢n transitar este s¨¢bado.

La saturaci¨®n permanente ha alcanzado tal punto que el clamor en las calles de la capital es que ni el tr¨¢fico ni la contaminaci¨®n han bajado tanto, pese a las restricciones. Otros habitantes, como los usuarios asiduos del transporte p¨²blico, s¨ª han resentido la migraci¨®n de los ciudadanos motorizados al metrob¨²s y al metro durante sus traslados.

Y es que la crisis ambiental no se puede entender sin la crisis de movilidad. El diagn¨®stico de los expertos no ha cambiado. En el c¨¢lculo de las autoridades, el costo pol¨ªtico de aplicar medidas de fondo contra una poblaci¨®n motorizada y sin alternativas de calidad a¨²n es demasiado alto... y el lastre regresa y se sigue arrastrando por d¨¦cadas.?