Cita en el Vaticano en las ant¨ªpodas ideol¨®gicas
El papa Francisco y Donald Trump, situados en polos ideol¨®gicos dif¨ªcilmente conciliables, se reunir¨¢n ma?ana por primera vez
Un graffiti en la v¨ªa del Banco di Spirito Santo, al otro lado del Vaticano, caricaturiza al papa Francisco, vestido como un ¨¢ngel, bes¨¢ndose con un Donald Trump ataviado como un demonio y un rev¨®lver asom¨¢ndole por el bolsillo. La pieza, de mejor o peor gusto, podr¨ªa ser un reflejo de la idea que subyace en el imaginario colectivo sobre ambos l¨ªderes. Dos antagonismos acentuados por la frontalidad de su mensaje, pero con discursos dif¨ªcilmente conciliables. Sabemos ya pr¨¢cticamente todo lo que piensa Donald Trump sobre las plazas importantes de la geopol¨ªtica mundial. Sin embargo, falta por descifrar su visi¨®n sobre el Vaticano, una vieja obsesi¨®n del asesor ideol¨®gico del presidente de EE UU, Steve Bannon, a cuyo inquilino visitar¨¢ el mi¨¦rcoles a las 8.30 de la ma?ana.
Tras meses de especulaciones y alusiones veladas, como parada previa a su participaci¨®n en el G7 de Taormina (Sicilia) e impulsado por las labores diplom¨¢ticas del cardenal Donald Wuerl, arzobispo de Washington, Trump visita al Papa Francisco en el Vaticano. No se conocen, y el Pont¨ªfice sostiene que hablar¨¢ con ¨¦l sin prejuicios. Sin embargo, es evidente que sus maneras de entender el mundo se encuentran en las ant¨ªpodas ideol¨®gicas y pr¨¢cticas. De hecho, en las palabras de Francisco de los ¨²ltimos meses es f¨¢cil desbrozar cr¨ªticas veladas al muro que Trump quiere construir en M¨¦xico ¡ªdijo que quienes los alzan no son cristianos, a lo que Trump contest¨® que era ¡°vergonzoso que un l¨ªder religioso cuestione¡± su fe ¡ª, al populismo en tiempos de crisis -se le oy¨® en Egipto- o a los peligros de no tomar en serio el cambio clim¨¢tico ¡ªLaudato Si, su poderosa enc¨ªclica sobre la ecolog¨ªa lo dice todo¡ª, algo que a Trump, a diferencia de su predecesor, Barack Obama, que alab¨® expl¨ªcitamente la labor del Papa, trae completamente al pairo en estos momentos.
Donald Trump y su comitiva aterrizan hoy en Roma sobre las 18.30. Pero la reuni¨®n en la Santa Sede se producir¨¢ a las 8.30 de la ma?ana y durar¨¢ unos escasos 20 minutos. Habr¨¢ que rebuscar en el fondo del caj¨®n ideol¨®gico para encontrar tambi¨¦n puntos en com¨²n, aunque m¨¢s all¨¢ de cuestiones como la oposici¨®n al aborto ser¨¢ complicado sintonizar ambos modos de pensar. El gran objetivo del papa Francisco, las periferias sociales, culturales y econ¨®micas, no est¨¢ en la agenda de Donald Trump. Pero la paz, tras el atentado de Manchester, y a trav¨¦s de v¨ªas distintas, qui¨¦n sabe, puede ser un canal abierto de comunicaci¨®n. Tampoco hay que subestimar la influencia del mundo cat¨®lico en EEUU para entender la relevancia del encuentro.
En EE UU hay alrededor de 72,3 millones de bautizados, casi una cuarta parte de la poblaci¨®n. Pero su influencia ha crecido en los ¨²ltimos a?os. Un tercio de los congresistas es cat¨®lico, seg¨²n un estudio de Pew Research Centre. La vocaciones han ca¨ªdo m¨¢s que en ning¨²n lugar y los esc¨¢ndalos de pederastia, con el ya famoso caso de Boston, han hecho bastante da?o. Sin embargo, la relaci¨®n de los nuevos inquilinos de la Casa Blanca con el Vaticano es un mel¨®n por abrir. Se sabe, eso s¨ª, que Steve Bannon tiene una cierta obsesi¨®n con la Santa Sede y que hasta ahora, uno de los hombres m¨¢s influyentes de Estados Unidos en el Vaticano, el cardenal conservador Raymond Burke, ha chocado frontalmente con el papa Francisco, provocando uno de los episodios m¨¢s violentos en el nuevo papado al rechazar su exhortaci¨®n ap¨®stolica Amoris Laetitia. Algo que, por otro lado, no augurar¨ªa tanta sinton¨ªa con Bannon y Trump, que se han divorciado y casado tres veces.
Pese a representar los polos opuestos, Trump y Francisco comparten una manera de comunicar directa, poderosa y sin ambages. Tambi¨¦n una cierta imprevisibilidad que desconcierta a menudo, incluso, a sus colaboradores. Los dos surgen de una etapa de crisis y de la necesidad de un cambio radical en las formas de gobernar. Pero hasta aqu¨ª llegan las similitudes.
El Papa habl¨® por primera vez de forma directa sobre Trump en el vuelo de vuelta de su viaje a F¨¢tima el pasado fin de semana. ¡°Nunca juzgo a una persona sin escucharla. Dir¨¦ lo que pienso y ¨¦l dir¨¢ tambi¨¦n lo que piensa. Pero yo nunca he querido hacer un juicio sin escuchar a primero a la persona. En cada caso siempre hay puertas que no permanecen cerradas, as¨ª que hay que buscar las que est¨¦n un poco abiertas, entrar ah¨ª y hablar para avanzar, paso a paso. La paz es algo artesanal, se hace cada d¨ªa, como la amistad entre las personas, la estima tambi¨¦n es artesanal, se hace cada d¨ªa, con el respeto al otro¡±. Si, pero, piensa que tras el encuentro puede cambiar algo en su manera de hacer?, le preguntaron a Francisco. ¡°Ese es un c¨¢lculo pol¨ªtico que no me permito hacer¡±.
Al t¨¦rmino de la reuni¨®n, Trump se reunir¨¢ con el presidente de la Rep¨²blica italiana, Sergio Mattarella y con el primero ministro, Paolo Gentiloni. La esposa del presidente de EE UU, Melania Trump, y su hija, Ivanka, tendr¨¢n su propia agenda una vez termine el encuentro con el Papa. La primera visitar¨¢ visitar¨¢ el hospital pedi¨¢trico del Vaticano, el Bambino Ges¨´ (ni?o Jes¨²s). Y la segunda, se desplazar¨¢ hasta la comunidad de San Egidio, el grupo cat¨®lico que ayuda al Papa en la acogida de refugiados y ha establecido los "corredores humanitarios".
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