George Soros, un especulador con sue?os de fil¨®sofo
El magnate, enfrentado con Hungr¨ªa por el cierre forzoso de la Universidad Centroeuropea, compatibiliza la Bolsa, con la filantrop¨ªa y una original teor¨ªa para invertir
Wall Street defiende que se puede ganar mucho dinero (tambi¨¦n) en tiempos turbulentos. George Soros lo sabe: ¡°Cuanto m¨¢s tensa es una situaci¨®n, menos se necesita para revertirla y mayor el potencial de ganancias¡±. Ha habido pocos inversores tan respetados y temidos como ¨¦l. Su gesta m¨¢s conocida fue el ataque que perpetr¨® contra la libra esterlina en 1992, con el que se embols¨® en 24 horas 1.000 millones de d¨®lares tras doblegar al Banco de Inglaterra y tumbar la divisa brit¨¢nica. Cada paso que da su brazo inversor, Soros Fund Management, es diseccionado por gestores de fondos de todo el mundo en busca de inspiraci¨®n para amasar una fortuna como la suya, valorada en 25.000 millones de d¨®lares. Pero adem¨¢s de ser un brillante especulador, Soros es un generoso fil¨¢ntropo, faceta que en los ¨²ltimos a?os est¨¢ suscitando tanta pol¨¦mica como sus agresivas apuestas.
Desde hace una d¨¦cada es la parte filantr¨®pica la que ocupa la mayor parte de su tiempo y le da m¨¢s dolores de cabeza. En marzo, el Gobierno h¨²ngaro aprob¨® una ley que condena al cierre a la Universidad Centro Europea (CEU), fundada por el magnate nacido en Budapest en 1930, en el seno de una familia jud¨ªa. La decisi¨®n, una muestra de la deriva autoritaria h¨²ngara, ha causado indignaci¨®n en la UE y EE UU. Pero el primer ministro Viktor Orb¨¢n, quien disfrut¨® en el pasado de una beca de Soros, no da de momento su brazo a torcer: considera que la CEU es un s¨ªmbolo de los valores liberales que ¨¦l aborrece y rechaza la mano abierta del millonario con los refugiados.
Lo cierto es que la filantrop¨ªa ha sido el segundo sue?o de Soros (el primero, frustrado, fue destacar como fil¨®sofo). Su rol como mecenas empez¨® en 1979 con la creaci¨®n de la organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro Open Society Foundations, cuya primera acci¨®n fue dar becas a estudiantes negros en Sud¨¢frica. Desde entonces ha gastado m¨¢s de 12.000 millones de d¨®lares, casi la mitad de su fortuna, promoviendo los valores democr¨¢ticos y facilitando el acceso a la educaci¨®n. Los antiguos pa¨ªses del bloque comunista han sido grandes beneficiarios. Durante los noventa empez¨® a actuar tambi¨¦n en EE UU, donde sus acciones en defensa del aborto, de la legalizaci¨®n de la marihuana para uso medicinal o de las pol¨ªticas contra el cambio clim¨¢tico le han granjeado m¨¢s de un enemigo. Sus posiciones pol¨ªticas, abiertamente contrarias a George W. Bush y Donald Trump, y su apoyo a la campa?a de Hillary Clinton tampoco le han reportado muchas amistades entre las filas conservadoras. En Rusia, su organizaci¨®n fue expulsada en 2015 tras ser clasificada como ¡°indeseable¡±.
Internet est¨¢ repleto de entradas que relacionan a Soros con conspiraciones de todo tipo: supuestamente est¨¢ detr¨¢s de la primavera ¨¢rabe, de Occupy Wall Street, del Maid¨¢n ucranio, de la crisis de refugiados¡ Breitbart, la web de la derecha alternativa norteamericana, ha afirmado que financi¨® el movimiento de defensa de derechos de la poblaci¨®n negra Black Lives Matter para dar un giro a la campa?a presidencial. El locutor de radio Alex Jones, uno de los favoritos de Trump, le relaciona ¡°con la toma de Occidente por parte de los musulmanes¡±. Para algunos es un villano que solo busca su propio inter¨¦s, para otros una suerte de Robin Hood moderno.
Desarroll¨® su propia teor¨ªa inversora, basada en probar ideas y no dar por hecho el saber convencional
Su vida nunca ha sido tranquila. ?l y su familia sobrevivieron al Holocausto gracias a que su padre falsific¨® sus identidades: ¡°En lugar de someternos a nuestro destino, resistimos ante una fuerza maligna mucho m¨¢s fuerte y salimos adelante. No solo sobrevivimos, sino que ayudamos a otros. Esto me ha marcado, convirtiendo un desastre de proporciones impensables en una aventura excitante. Aquello me dio el apetito por el riesgo¡±, contaba en un ensayo publicado en The New York Review of Books en 2011 donde explicaba su compromiso filantr¨®pico.
Tras la II Guerra Mundial, Soros se traslad¨® a Reino Unido. Trabaj¨® como mozo de ferrocarril y camarero para pagarse los estudios en la London School of Economics, donde tuvo de profesor a Karl Popper, el fil¨®sofo que alab¨®, por encima del fascismo y el comunismo, los m¨¦ritos de una ¡°sociedad abierta¡± (de ah¨ª el nombre de la red de fundaciones de Soros). El conocimiento cient¨ªfico, argument¨® Popper, no puede llegar a la verdad, pero s¨ª identificar lo falso, y su m¨¦todo es prueba-error. Por ello, las sociedades deber¨ªan ser receptivas a nuevas ideas, en lugar de aferrarse a doctrinas r¨ªgidas que aseguran estar en posesi¨®n de la ¨²nica verdad.
Soros fue m¨¢s all¨¢ y en su primer libro, La alquimia de las finanzas (1987), desarrollo una teor¨ªa, la de la reflexividad, que afirma que los individuos no solo se equivocan, sino que esos errores interact¨²an con la realidad. As¨ª, el mercado no est¨¢ dominado por el equilibrio: por ejemplo, en una burbuja hay quienes compran pese a que los precios son desorbitados, con lo que suben m¨¢s. Soros asegura que esa teor¨ªa, que no ha encontrado acomodo en el mundo acad¨¦mico, le ayud¨® a ser rico.
Internet est¨¢ repleto de entradas que relacionan a Soros con conspiraciones de todo tipo
Tras graduarse, trabaj¨® como vendedor de objetos de piel hasta que empez¨® como br¨®ker en la City y luego en Wall Street. Finalmente cre¨® su primer fondo propio, Quantum, cuyo nombre hace referencia al principio de incertidumbre de Heisenberg, que muestra la imposibilidad de predecir el comportamiento de las part¨ªculas subat¨®micas en la mec¨¢nica cu¨¢ntica. La filosof¨ªa inversora de Soros de probar y rechazar ideas y conceptos en los mercados, de no aceptar el saber convencional, le hizo desmarcarse.
A sus 86 a?os, se ha casado tres veces, tiene cinco hijos, una poblada cabellera, habla ingl¨¦s con un acento que delata su origen y es probable que tenga un rev¨¦s menos potente que en el pasado (es un gran aficionado al tenis). Su influencia en los mercados tambi¨¦n ha deca¨ªdo. Otros han aprendido sus reglas de juego o han inventado otras. Pero su fortuna es una prueba de su fortaleza. Hace un a?o puso fin a un largo descanso de una d¨¦cada para dirigir personalmente varias operaciones (hace tiempo que ha delegado en otros el d¨ªa a d¨ªa de sus fondos). Pronostic¨® una ca¨ªda de los mercados tras la victoria de Trump. Se equivoc¨® y perdi¨®. Pero insiste: la Bolsa atraviesa una fase alcista que, m¨¢s temprano que tarde, se romper¨¢. Tomen nota.
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