La retaguardia antichavista
El env¨ªo de medicinas y material de primeros auxilios concentra los esfuerzos de la comunidad venezolana en Miami. Antiguos altos cargos chavistas han sido increpados en la ciudad
La ayuda a Venezuela desde el exterior se ha convertido en un sprint de primeros auxilios. Los ¨²ltimos dos meses de represi¨®n gubernamental de las manifestaciones ¨Cque ha dejado ya medio centenar de muertos¨C, sumada a la miseria, han llevado a las organizaciones de apoyo de Miami a centrarse en el acopio y env¨ªo de medicinas y productos de farmacia.
Marina Alcal¨¢, de la ONG Move, enumera un material tras otro. ¡°Aspirinas, ¨¢cido f¨®lico, multivitaminas, calmantes, antial¨¦rgicos, colirio, gasas, suturas, antis¨¦pticos, curitas, guantes de l¨¢tex, antiinflamatorios, spray para la garganta, inhaladores para el asma. En fin, las necesidades se diversifican cada vez m¨¢s, no para. Tambi¨¦n hacen falta sillas de ruedas, bastones, pa?ales para ni?os, pa?ales para adultos. Y estamos procurando mandar muchas barras de prote¨ªnas de esas que usan los soldados para nutrirse en las guerras¡±.
La carest¨ªa lleva a?os instalada en Venezuela, pero en la etapa que corre desde la muerte del expresidente Hugo Ch¨¢vez en 2013, con los ingresos por petr¨®leo en ca¨ªda por la bajada del precio del barril y su sucesor Nicol¨¢s Maduro incapaz de revertir la quiebra estructural del pa¨ªs, la situaci¨®n ha adoptado un tono m¨¢s oscuro: ¡°La descomposici¨®n ha sido inmensa en los ¨²ltimos cuatro a?os. Mes a mes aumentan la anarqu¨ªa y la violencia. No queda nada. Ni medicinas ni alimentos ni zapatillas. Y los m¨¢s desprotegidos son los ni?os¡±, afirma Yosl¨ªn S¨¢nchez, representante en Miami del partido opositor Voluntad Popular, cuyo l¨ªder, Leopoldo L¨®pez, est¨¢ preso en una c¨¢rcel militar de Venezuela desde 2014.
Miami es la ciudad que acumula m¨¢s venezolanos en el extranjero. En el condado de Miami-Dade est¨¢n registrados 70.000. En 2013, seg¨²n la ¨²ltima cifra del censo federal hab¨ªa 259.000 venezolanos en Estados Unidos, un 135% m¨¢s que en el 2000, un a?o despu¨¦s de la llegada de Ch¨¢vez al poder. Los datos de petici¨®n de asilo indican que el n¨²mero de venezolanos se ha debido multiplicar. En 2016 hubo 18.150 solicitudes y Venezuela se convirti¨® en el primer emisor de peticiones superando a China. En 2013, cuando Maduro subi¨® al poder, fueron 786. No estaba entre los diez primeros pa¨ªses.
En la ciudad de Doral, parte del Miami metropolitano y n¨²cleo de venezolanos, este diario visit¨® un taller de lavado de coches que contaba con ocho empleados. Todos ellos eran venezolanos j¨®venes. Uno hab¨ªa recibido asilo. Los otros siete estaban pendientes de que se resolviera su solicitud. La generaci¨®n m¨¢s reciente de emigrantes de Venezuela prolifera en servicios de poca cualificaci¨®n. Uber, por ejemplo, ha encontrado en el colapso del proyecto bolivariano un surtidor de ch¨®feres.
Patricia Andrade, de la ONG Ra¨ªces Venezolanas, que ayuda a los reci¨¦n llegados para evitar estafas en tr¨¢mites migratorios y a instalar a los que no tienen recursos, explica que la inflaci¨®n ha disminuido tanto el capital de sus paisanos que se da el caso de que familias completas de clase media lleguen al aeropuerto de Miami con un patrimonio de 500 d¨®lares. ¡°Se unen unas familias con otras en un solo apartamento y en cada cuarto se instala una. Hemos visto familias en la sala o en el comedor¡±.
En el restaurante El Arepazo, centro de reuni¨®n antichavista, el exteniente Jos¨¦ Antonio Colina recibe en su mesa una caja de productos de farmacia de otro venezolano. ¡°Aquello est¨¢ cr¨ªtico. Faltan harina, pan, huevos, pasta dental, pastillas para la tensi¨®n, pastillas para diabetes¡ El que no tiene familia en el extranjero est¨¢ condenado a la penuria, y si est¨¢ enfermo grave, est¨¢ condenado a morirse¡±, dice. Colina dirige el grupo Venezolanos Perseguidos Pol¨ªticos en el Exilio y es refugiado en Estados Unidos. Caracas lo acusa de haber participado en dos explosiones en la misma noche de 2003 en las embajadas de Espa?a y de Colombia. ?l afirma que es una difamaci¨®n.
Colina es severo en su juicio del r¨¦gimen venezolano. ¡°La ¨¦lite chavista es como Pablo Escobar o el cartel de Cali¡±, asevera, refiri¨¦ndose a las acusaciones de tr¨¢fico de drogas que penden sobre altos cargos del gobierno. Cree que Maduro no retendr¨¢ el poder un a?o m¨¢s y pone su confianza en la ¡°resistencia organizada civil¡±. Con las revueltas han empezado a enviar desde Miami material como cascos, walkie-talkies o meg¨¢fonos.
Distintas fuentes mencionan tambi¨¦n que existe contrabando de m¨¢scaras antig¨¢s, pese a que su env¨ªo desde Estados Unidos no est¨¢ permitido. La polic¨ªa venezolana est¨¢ usando sistem¨¢ticamente gas lacrim¨®geno en la represi¨®n de las protestas.
Las paredes del restaurante, cuyo nombre proviene de la arepa, el pan de ma¨ªz relleno t¨ªpico de su pa¨ªs, est¨¢n decoradas con im¨¢genes nost¨¢lgicas y una inscripci¨®n que dice: La Venezuela de ayer, c¨®mo olvidarla. Ampliada en grande hay una p¨¢gina de El Nacional con el titular de la ca¨ªda de Marcos P¨¦rez Jim¨¦nez en 1958. El D¨ªa de la Liberaci¨®n. 18 horas de j¨²bilo fren¨¦tico en Caracas por la ca¨ªda del dictador.
Este mes han tenido lugar en Florida escraches ¨Cactos p¨²blicos de repulsa¨C contra venezolanos radicados en la zona vinculados al chavismo. Eugenio V¨¢squez Orellana, expresidente del Banco de Venezuela ¨Cfilial del Banco Santander nacionalizada en 2009¨C, fue abucheado en una panader¨ªa de Miami hasta que abandon¨® el local. Tambi¨¦n hubo una protesta en una vivienda de Orlando que supuestamente pertenece al almirante retirado Carlos M¨¢ximo Aniasi Turchio, excomandante general de la Armada Bolivariana. En la ciudad de Weston fueron increpados en la entrada de su casa el exviceministro de Seguridad Jur¨ªdica Ricardo Jim¨¦nez Dan y su esposa la exjueza Dayva Soto, de la que se hab¨ªa difundido el falso rumor de que hab¨ªa firmado la sentencia contra Leopoldo L¨®pez. Soto no tiene relaci¨®n con ese caso y tras su incidente recibi¨® incluso el apoyo del l¨ªder opositor Henrique Capriles, que escribi¨® en Twitter que ella fue quien lo excarcel¨®: ¡°Tuvo la valent¨ªa de darme la libertad cuando casi 40 jueces hab¨ªan ruleteado el caso¡±.
¡°La se?ora Soto, que fue una juez honesta, carga con la cruz de su marido¡±, opin¨® Patricia Andrade, que ten¨ªa constancia de su buena fama desde hace a?os. ¡°Porque de ¨¦l, se dice que puso la mano por cada cargo por el que pas¨®. No la entiendo. Lo que hace el amor¡±.
EL PA?S visit¨® la casa del matrimonio para tratar de recabar su versi¨®n. Jim¨¦nez Dan, que fue un alto funcionario chavista, estaba en casa y se encontraba a mediod¨ªa ejercit¨¢ndose en una cinta de correr. Sin abrir la puerta de su domicilio, a trav¨¦s de una ventana, dijo que no quer¨ªa hablar de lo sucedido. El exviceministro regres¨® a la cinta. En su urbanizaci¨®n privada no se mov¨ªa una palmera. Se respiraba calma. Solo un detalle romp¨ªa la armon¨ªa. El pie de su buz¨®n de correo, partido por la mitad d¨ªas despu¨¦s del escrache.
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