Merkel: ¡°Los europeos tenemos que tomar el destino en nuestras manos¡±
La canciller alemana sostiene que la UE ya no puede contar con sus aliados como hasta ahora
Europa ya no puede contar con Estados Unidos y con Reino Unido tampoco, al menos no como antes. O lo que es lo mismo: la Uni¨®n Europea no es la que era antes del Brexit y la alianza transatl¨¢ntica no es ni la sombra de la que fue en la era pre-Trump. Esa es la imagen que ha devuelto el espejo de las cumbres de la OTAN en Bruselas y del G7 en Taormina (Italia), donde ha cristalizado una realidad en gestaci¨®n desde hace ya varios meses. ¡°Los europeos tenemos que tomar el destino en nuestras manos¡±, advirti¨® la canciller alemana, Angela Merkel, el domingo en M¨²nich con Trump reci¨¦n regresado a EE UU.
Los puentes se han roto y ahora toca mirar hacia dentro, buscar la fuerza en la unidad europea, con el eje franco-alem¨¢n como motor, explic¨® la canciller en Baviera, durante un mitin celebrado bajo una carpa con mesas corridas, t¨ªpicas de la fiesta de la cerveza.
¡°Los tiempos en los que pod¨ªamos depender completamente de otros, hasta cierto punto han terminado. Es mi experiencia de estos ¨²ltimos d¨ªas¡±, especific¨® Merkel en M¨²nich, al sur de Alemania. Merkel habl¨® ante una multitud entusiasta que beb¨ªa cerveza, algunos de ellos ataviados con los trajes t¨ªpicos b¨¢varos, en un evento de la CSU, el partido hermano de la CDU de Merkel, y a cuatro meses de las elecciones generales. ¡°Los europeos tenemos que pelear por nuestro propio destino¡±, a la vez que matiz¨® que ¡°naturalmente, contando con la amistad con Estados Unidos, Reino Unido y con relaciones de buena vecindad con otros pa¨ªses cuando sea posible, tambi¨¦n con Rusia¡±.
La cumbre de los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados ¡ªFrancia, Italia, Alemania, Jap¨®n, Canad¨¢, Estados Unidos y Reino Unido¡ª celebrada a finales de semana en Taormina y la cumbre de la OTAN previa en Bruselas han ofrecido resultados decepcionantes para los europeos. El presidente de EE UU, Donald Trump, en su primera gira internacional, se ha resistido a sumarse a los esfuerzos globales para combatir el cambio clim¨¢tico, ha discrepado de los europeos en asilo y refugio, ha rehusado respaldar la defensa colectiva en el marco de la OTAN y ha insultado a los alemanes a cuenta de su super¨¢vit comercial. Merkel calific¨® las negociaciones sobre el clima y la negativa de Washington a secundar el acuerdo de Par¨ªs de ¡°muy dif¨ªciles por no decir insatisfactorias¡±.
¡°El acuerdo de Par¨ªs es tan importante, que no debe haber cesiones¡±, dijo Merkel tras el G7, en alusi¨®n al pacto alcanzado hace dos a?os en la capital francesa y con el que la comunidad internacional aspira a frenar el calentamiento global poniendo l¨ªmite a las emisiones de contaminantes de efecto invernadero. Trump afirm¨® a trav¨¦s de Twitter que esta semana anunciar¨¢ su decisi¨®n final acerca de la posici¨®n estadounidense respecto al acuerdo de Par¨ªs. Una fuente francesa indic¨® al Financial Times que la discusi¨®n sobre el clima en Sicilia lleg¨® a ser ¡°tensa y antagonista¡±.
La canciller alemana hab¨ªa insistido en la necesidad de la unidad europea en las ¨²ltimas semanas, a ra¨ªz de la elecci¨®n del presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, un europe¨ªsta convencido que aspira a profundizar y avanzar en la construcci¨®n del proyecto comunitario. Pese a las discrepancias sobre el dise?o de la arquitectura de la eurozona y las posibles transferencias a Bruselas, Berl¨ªn quiere tambi¨¦n construir una Europa m¨¢s fuerte que ejerza de contrapeso a las derivas nacionalistas y proteccionistas que florecen a ambos m¨¢rgenes del Atl¨¢ntico. Ese convencimiento alem¨¢n de que la cohesi¨®n europea resulta vital en los tiempos que corren ha quedado certificado a ojos de la canciller, tras la traum¨¢tica experiencia de los ¨²ltimos d¨ªas, en la que consensos que parec¨ªan garantizados han vuelto a estar sobre la mesa.
La resaca de Taormina plantea adem¨¢s un dilema para Berl¨ªn con vistas a la reuni¨®n del G20 de la que Alemania es anfitriona y que se celebrar¨¢ a principios de julio en Hamburgo. El Gobierno alem¨¢n no aspiraba a alcanzar grandes acuerdos en Hamburgo, pero s¨ª al menos a que sirviera para apuntalar la multilateralidad en un momento de contracci¨®n transatl¨¢ntica. La experiencia de las cumbres del G7 y de la OTAN no permiten ahora albergar grandes esperanzas.
Causa del desencuentro
La pol¨ªtica comercial alemana fue de nuevo una de las causantes del desencuentro entre Berl¨ªn y Washington. El semanario Der Spiegel asegura que el presidente Trump dijo, en la reuni¨®n de l¨ªderes europeos en Bruselas, que "los alemanes son malos, muy malos", en relaci¨®n al super¨¢vit comercial alem¨¢n, que tanto irrita en Washington. "F¨ªjense en los millones de coches que venden a EE UU. Es terrible. Hay que pararlo", dijo Trump, seg¨²n la revista.
Gary Cohn, asesor econ¨®mico de la Casa Blanca, minimiz¨® despu¨¦s las declaraciones del presidente. ¡°Dijo que [los alemanes] eran malos en comercio, pero no tiene problemas con los alemanes en general¡±, afirm¨® Cohn ante la prensa en el G7. El presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean Claude Juncker neg¨® que Trump usara esas palabras y acus¨® a la prensa de exagerar.
Versiones aparte, la canciller alemana le explic¨® a Trump en el G7 que el super¨¢vit alem¨¢n responde a razones que exceden el margen de maniobra de Berl¨ªn. Que los principales causantes del desajuste de la balanza comercial que beneficia a la econom¨ªa alemana son las pol¨ªticas monetarias del Banco Central Europeo y el precio del petr¨®leo. La competitividad del made in Germany, tiene adem¨¢s que ver con la calidad de los productos destinados a la exportaci¨®n, argumentan desde Berl¨ªn.
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