Nicaragua y Siria, los otros pa¨ªses que se oponen al acuerdo de Par¨ªs
Estados Unidos es el tercer pa¨ªs que no forma parte del acuerdo alcanzado por m¨¢s de 190 naciones en diciembre de 2015
Solo un pa¨ªs en guerra desde hace m¨¢s de un lustro y uno en la que la democracia est¨¢ en serio retroceso est¨¢n en sinton¨ªa con Trump respecto al cambio clim¨¢tico. Nicaragua y Siria son los ¨²nicos, junto a Estados Unidos que no forman parte del acuerdo del clima de Par¨ªs.
Los Gobiernos del nicarag¨¹ense Daniel Ortega y del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cada vez tienen m¨¢s cosas en com¨²n. Ortega gobierna Nicaragua a golpe de decretos, ha cerrado las fronteras del pa¨ªs a los migrantes, tiene lazos muy estrechos con la Rusia de Vladimir Putin, es un aut¨®crata que ha manipulado las instituciones para su beneficio y en 2015 se neg¨® a firmar el acuerdo sobre el cambio clim¨¢tico alcanzado en Par¨ªs, aislando a Nicaragua, un pa¨ªs pobre y atrasado, del concierto de las 190 naciones que buscan una salida a la crisis clim¨¢tica del planeta. Una decisi¨®n que tambi¨¦n tom¨® Siria, naci¨®n sumida una sangrienta guerra. Desde este jueves ambos pa¨ªses no est¨¢n solos, Trump puso a Estados Unidos en la misma l¨ªnea de Nicaragua. O como dijo un comentarista en Facebook: ¡°Por primera vez en la historia del mundo, la primera potencia del planeta sigue la onda de un pa¨ªs tercermundista¡±.
Ortega ha mantenido su cerraz¨®n en relaci¨®n al acuerdo de Par¨ªs. El mandatario decidi¨® no aceptar el acuerdo sobre cambio clim¨¢tico, culpando a Estados Unidos, Europa y China de los estragos causados por su econom¨ªa capitalista en pa¨ªses vulnerables como los de Centroam¨¦rica y exigiendo una indemnizaci¨®n por da?os a causa del aumento de las temperaturas, lo que, seg¨²n el discurso oficial, entre otras cosas da?a la agricultura de estos pa¨ªses. El Gobierno nicarag¨¹ense ha dicho que el acuerdo de Par¨ªs no es suficiente para detener el cambio clim¨¢tico y que los pa¨ªses ricos no lograron compromisos reales o sacrificios mayores para alcanzar el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
¡°S¨®lo ellos (los pa¨ªses m¨¢s ricos) pueden lograr el objetivo. Ciertamente, no puede venir la soluci¨®n de los 100 emisores m¨¢s peque?os que representan el 3% del total de carbono del mundo. Ciertamente, no puede venir de Nicaragua, con 4,8 millones de toneladas de emisiones de CO2e el a?o pasado, lo que representa 0,03% del total mundial¡±, dijo el a?o pasado Paul Oquist, secretario privado para pol¨ªticas nacionales del presidente Ortega. ¡°Luchamos para que haya m¨¢s ambici¨®n por parte de los grandes pa¨ªses emisores, luchamos para que haya indemnizaciones para los pa¨ªses que a?o con a?o est¨¢n sufriendo los da?os y p¨¦rdidas de los resultados del cambio clim¨¢tico¡±, agreg¨® el asesor presidencial.
La negativa de Nicaragua de adherirse al acuerdo, sin embargo, gener¨® fuertes cr¨ªticas de grupos ambientalistas y cient¨ªficos nicarag¨¹enses. Jaime Incer Barquero, uno de los cient¨ªficos m¨¢s respetados del pa¨ªs y quien ha sido asesor de Ortega en temas ambientales, catalog¨® la decisi¨®n del Gobierno como ¡°aberrante¡±, acus¨® al Ejecutivo de poner al pa¨ªs en ¡°una situaci¨®n inc¨®moda y rid¨ªcula¡± y de mantener una posici¨®n ¡°como ni?o malcriado¡±. Incer Barquer¨® inst¨® al Gobierno a ¡°enmendar esas fallas, presentar un plan y ratificar el acuerdo¡±.
¡°No podemos perder esta oportunidad, no podemos buscar resentimiento porque no cabe, ya hubo voluntad de atacar el problema de parte de aquellos pa¨ªses que se?alamos como culpables. Estos pa¨ªses que est¨¢n en situaciones a¨²n mejores que las que estamos nosotros, si est¨¢n aprovechando la oportunidad¡±, argument¨® el cient¨ªfico.
El Gobierno de Nicaragua tambi¨¦n defiende su posici¨®n argumentando las inversiones que se han hecho en el pa¨ªs en energ¨ªas renovables. Entre los planes del Ejecutivo est¨¢n cambiar la producci¨®n de energ¨ªa a base de petr¨®leo y sus derivados por energ¨ªas limpias, con una inversi¨®n de casi 3.000 millones de d¨®lares proyectada hasta 2020. Los planes, sin embargo, se han visto truncados por la cancelaci¨®n de la construcci¨®n de una central hidroel¨¦ctrica valorada en 1,100 millones de d¨®lares, cuyos socios mayoritarios eran las empresas brasile?as Eletrobras y Queiroz Galv?o, que el a?o pasado fueron investigadas por las autoridades brasile?as por supuestos casos de corrupci¨®n vinculados al caso Lava Jato. El proyecto, hasta el momento, sigue sin fondos ni inversionistas interesados, as¨ª como la otra gran obra anunciada por el gobierno de Ortega: La construcci¨®n de un Canal Interoce¨¢nico valorado en m¨¢s de 50 mil millones de d¨®lares y que causar¨ªa enormes da?os ambientales en el pa¨ªs, a decir de cient¨ªficos y ambientalistas.
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