La mayor amenaza para Trump: un posible caso de obstrucci¨®n
Los republicanos rechazan que se investigue al presidente por este delito, pero el fiscal especial puede cambiar el rumbo
Todo se encamina a un caso de obstrucci¨®n. Pero su cristalizaci¨®n es compleja. En EE UU, el delito se aplica a quien ¡°intente influir, obstruir o impedir de manera corrupta la correcta aplicaci¨®n de las leyes¡±. Hay supuestos evidentes, por ejemplo, la eliminaci¨®n de un testigo. Y otros m¨¢s complejos, como obstaculizar desde el poder el curso de la justicia. Para esto ¨²ltimo se tiene que demostrar la intencionalidad, algo que requiere elementos probatorios fuertes.
El testimonio de James Comey posee indudable valor judicial. Bajo una atm¨®sfera opresiva, el exdirector del FBI ha revelado los intentos del presidente de cerrar una investigaci¨®n (¡°despejar la nube¡±), sobre todo, en relaci¨®n con el exconsejero de Seguridad Michael Flynn.
Otro punto clave es el mismo despido de Comey. Aunque en un principio, la Casa Blanca aleg¨® que se deb¨ªa a su comportamiento err¨¢tico en el caso de los correos privados de Hillary Clinton, el presidente asegur¨® despu¨¦s que lo hab¨ªa fulminado harto de ¡°esa cosa de Rusia¡±, y que se ¡°hab¨ªa quitado mucha presi¨®n de encima¡±.
Bloqueo republicano
Bajo estas coordenadas, los dem¨®cratas entienden que hay material suficiente para armar un caso de obstrucci¨®n. Comey fue despedido, como se infiere de su propio relato, porque no estaba dispuesto a ceder en la trama rusa.
Esta es una conclusi¨®n que Trump rechaza de plano y que los republicanos, con mayor¨ªa en ambas c¨¢maras, no est¨¢n dispuestos a aceptar ni mucho menos a calificar como obstrucci¨®n. Para ellos el presidente ten¨ªa autoridad para decir lo que dijo y para despedirle. As¨ª lo expres¨® el mismo presidente del Comit¨¦ de Inteligencia del Senado, Richard Burr, cuando tras leer el testimonio preliminar de Comey asegur¨® que no conten¨ªa ninguna ¡°incorrecci¨®n¡± de Trump.
¡°No es obstrucci¨®n pedir lealtad. Y en nuestro sistema, el presidente tiene capacidad para decir al fiscal general y a sus subordinados, entre ellos el director del FBI, lo que tienen que hacer. Y tambi¨¦n posee autoridad constitucional para despedirle. El testimonio escrito de Comey puede proveer de munici¨®n a los oponentes de Trump, pero no sirve para establecer cargos criminales¡±, ha se?alado el analista conservador y antiguo catedr¨¢tico de Harvard Alan Dershowitz.
Con el bloqueo republicano, es dif¨ªcil que los comit¨¦s parlamentarios avancen en la obstrucci¨®n. Las ¨²nicas posibilidades recaen en el fiscal especial, cuya investigaci¨®n no ha empezado, o en un cambio de los equilibrios en las c¨¢maras en las elecciones de 2018. El tiempo tiene la palabra.
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