Los machos electos

El aumento del desprecio al presidente Trump por parte de los mexicanos no es casualidad. En campa?a se refiri¨® al pa¨ªs y sus habitantes de manera discriminatoria, utilizando estereotipos. La animadversi¨®n se asent¨®. Esto no es de sorprender. Lo que s¨ª fue in¨¦dito fue la rabia que generaron sus discursos contra los derechos de las mujeres. Las frases, referencias y burlas contra las mujeres provocaron una fuerte indignaci¨®n en M¨¦xico, un pa¨ªs donde reina el machismo. Sorprendentemente, vimos al pa¨ªs unido contra el se?or Trump, a favor de las mujeres.

El presidente de Estados Unidos bas¨® parte importante de su campa?a en amenazar puntualmente los derechos reproductivos de las mujeres. Se le escuch¨®, en cada oportunidad que tuvo, lanzar amenazas en contra de Roe vs. Wade: caso emblem¨¢tico fallado por la Suprema Corte de Justicia de la Naci¨®n en 1973, en donde se despenaliza el aborto para las mujeres que requieran el servicio. En esa misma l¨ªnea, inici¨® una campa?a contra Planned Parenthood, una organizaci¨®n que tiene cien a?os brindando servicios de salud reproductiva en Estados Unidos, con cerca de 700 centros de salud. Sus servicios cubren las necesidades de muchas comunidades, incluyendo las de aquellas con pocos recursos o que dif¨ªcilmente encontrar¨ªan acceso de otro modo, como las latinas. Ambos casos son emblem¨¢ticos en el feminismo y siempre objetivos de ataques por parte de la derecha republicana.

Desde M¨¦xico, las amenazas de Trump contra los derechos de las mujeres nos parecen inadmisibles. Pero, ?por qu¨¦ nos parece tan inaudito que esto les suceda a las mujeres vecinas y no a las que viven en nuestro territorio? Lo cierto es que la protecci¨®n a los derechos de las mujeres tambi¨¦n es obligaci¨®n del Estado mexicano, y esta tambi¨¦n es incumplida cotidianamente por nuestros gobernantes. Alfredo del Mazo, virtual gobernador electo del estado de M¨¦xico, candidato del PRI, es m¨¢s parecido a Trump de lo que muchos quieren ver.

En su campa?a para gobernar el estado m¨¢s poblado del pa¨ªs, y basti¨®n del PRI, Del Mazo repiti¨® una y otra vez, que est¨¢ en contra del aborto (al igual que Trump). M¨¢s de una vez se manifest¨® ¡°a favor de la vida¡±. ?Pero la vida de qui¨¦nes? El virtual gobernador deja sin opciones a las mujeres que requieren de estos servicios y cuya realidad desconoce. Del Mazo no ofrece una sola propuesta para promover embarazos seguros, para prevenir la violencia que enfrentan las mujeres embarazadas y que muchas veces provoca la p¨¦rdida de tantos embarazos deseados y de la propia vida de las mujeres. La defensa de ¡°la vida en potencia¡± deja en total desprotecci¨®n a las mujeres mexiquenses que, muy probablemente, votaron por ¨¦l.

Del Mazo ignora, o busca ignorar por conveniencia, que el Estado de M¨¦xico es la segunda entidad de todo el pa¨ªs donde mueren m¨¢s mujeres por causas prevenibles relacionadas con el embarazo. Tambi¨¦n es el primer lugar en violaciones consignadas en averiguaciones previas en M¨¦xico. En el Estado de M¨¦xico las mujeres y ni?as no pueden tomar decisiones sobre su reproducci¨®n. Quien decide por ellas no est¨¢ dispuesto a hacerse cargo de que no se mueran.

Del Mazo afirm¨® en diversas entrevistas que est¨¢ en contra del matrimonio igualitario, argumentando que est¨¢ ¡°a favor de la familia¡± ¨Cy evidentemente en contra de que las parejas del mismo sexo puedan adoptar¨C. En la misma l¨ªnea que Trump, el pr¨®ximo gobernador del Estado de M¨¦xico aboga por un solo tipo de familia, integrada por un hombre y una mujer: un modelo que no puede ser ¨²nico, que discrimina y que promueve un discurso de odio y violencia contra un sector importante de la poblaci¨®n.

Del Mazo ignora que 60% de las violaciones a menores de edad ocurren en casa, en ocasiones por los propios padres (heterosexuales casados), y la violencia que ejercen algunos hombres contra sus esposas (tanto f¨ªsica como psicol¨®gica). Su modelo de familia es intocable y aboga, sin fundamentos, porque las familias diferentes no son ¡°naturales¡±. Asegura que pueden hacer da?o a los ni?os. Al igual que Trump, no reconoce que la violencia no desaparece con la heterosexualidad, que el amor y el respeto no son exclusivos de la familia tradicional, que este pa¨ªs necesita acabar con el odio a lo que es diferente.

El hecho de que los se?ores Trump y Del Mazo coincidan en su agenda en dos temas tan relevantes para la democracia plural y diversa a la que aspiramos muchas personas, resulta preocupante. Igual de alejados est¨¢n Trump y Del Mazo de la laicidad y los derechos humanos que son (o deber¨ªan ser) pilares rectores de la democracia de nuestro pa¨ªs y de Estados Unidos.

Hoy los grupos anti derechos, fundamentalistas o mal llamados ¡°provida¡±, festejan m¨¢s que nadie el arribo de Del Mazo a la gubernatura exigiendo que ahora cumpla con su discurso provida, profamilia y contrario a la adopci¨®n gay. Parece una calca de lo dicho por Trump, lo ¨²nico distinto es que lo dijo en espa?ol. Y el cambio de idioma parece confundirnos. ?Las y los mexiquenses no se dieron cuenta del profundo desprecio que, al igual que Trump, siente Del Mazo por la vida? Como ciudadan¨ªa nos tocar¨¢ velar para que Alfredo Del Mazo no convierta al Estado de M¨¦xico en un territorio a¨²n m¨¢s hostil para las mujeres, como lo ha hecho Trump en Estados Unidos.

Regina Tam¨¦s es una abogada mexicana. Desde 2011 es directora ejecutiva del Grupo de informaci¨®n de reproducci¨®n elegida (GIRE).