Puerto Rico vota por la anexi¨®n a EE UU en una consulta no vinculante lastrada por la abstenci¨®n

Los puertorrique?os han votado por la anexi¨®n a EE UU en un refer¨¦ndum no vinculante celebrado este domingo y marcado por una alt¨ªsima abstenci¨®n. Un 97% de los votantes, alrededor de medio mill¨®n de ciudadanos, ha eligido esa opci¨®n, aunque la participaci¨®n ha sido solamente de un 22% de los 2,2 millones de ciudadanos llamados a las urnas. En medio de una crisis profunda que ha llevado al gobierno de la isla a declararse en bancarrota, una peque?a parte de Puerto Rico ha respaldado la apuesta del actual gobierno por pasar a ser el estado 51 de EE UU como soluci¨®n al hundimiento financiero del territorio. Pero el boicot de los partidos opositores a este plebiscito ha tenido como consecuencia una baj¨ªsima participaci¨®n que mina la representatividad de la votaci¨®n. El resultado del refer¨¦ndum no tiene ning¨²n efecto inmediato, dado que cualquier modificaci¨®n de la naturaleza de la relaci¨®n entre EE UU y Puerto Rico debe ser aprobada por el Congreso estadounidense, que no ha mostrado la m¨¢s m¨ªnima intenci¨®n de tramitar cambio alguno en el v¨ªnculo con esta isla caribe?a que fue colonia espa?ola hasta que EE UU la invadi¨® en 1898.

La consulta ofrec¨ªa las opciones de votar por convertir a Puerto Rico en el estado 51 de Estados Unidos, por independizarse o por continuar con el modelo que mantiene desde 1952 de Estado Libre Asociado, un estatuto a medio camino entre la autonom¨ªa y la subordinaci¨®n al pa¨ªs vecino. La papeleta llevaba el encabezado Plebiscito para la descolonizaci¨®n inmediata de Puerto Rico y ofrec¨ªa las opciones "Estadidad" [ser un estado], "Libre Asociaci¨®n/Independencia" y "Actual Estatus Territorial".

El refer¨¦ndum ha sido promovido por el partido que gobierna Puerto Rico desde enero, el Partido Nuevo Progresista, que sostiene que integrarse en Estados Unidos como un estado m¨¢s de pleno derecho es la soluci¨®n a los problemas econ¨®micos y de desarrollo de la isla; a su juicio, unirse a la primera potencia mundial supondr¨ªa una inyecci¨®n de fondos providencial y dar¨ªa protecci¨®n ju¨ªridica a la isla frente a sus acreedores. El gobernador y l¨ªder del PNP Ricardo Rossell¨®, hijo del exgobernador Pedro Rossell¨®, ha dicho tras conocerse el resultado que servir¨¢ para "exigir y reclamar a Estados Unidos el fin de la indigna relaci¨®n colonial". "Hoy los puertorrique?os estamos enviando un mensaje fuerte y claro al mundo, reclamando la igualdad de derechos como ciudadanos americanos", afirm¨® el gobernador en un mensaje televisado.

Los partidos de la oposici¨®n, el Popular Democr¨¢tico, partidario del estatus actual con retoques, y el Independentista Puertorrique?o, defensor de la separaci¨®n, le han dado la espalda al plebiscito y no han participado en la campa?a ni han llamado al voto. El presidente del Partido Popular Democr¨¢tico H¨¦ctor Ferrer ha dicho que la votaci¨®n es una derrota del gobernador porque ocho de cada diez electores no fueron a votar: "Se fueron a la calle, a la playa, al r¨ªo. No hicieron caso. Perdieron la estadidad y Rossell¨®", dijo. Mar¨ªa de Lourdes Santiago, vicepresidenta del Partido Independendista, calific¨® el resultado del plebiscito de "estrepitoso fracaso de la opci¨®n colonial".

Este es el quinto refer¨¦ndum de esta clase que se realiza en Puerto Rico desde 1967. Los anteriores fueron en 1967, 1993, 1998 y 2012. En el plebiscito de hace cinco a?os por primera vez la mayor¨ªa de votos v¨¢lidos favoreci¨® a la opci¨®n de convertirse en un estado de EE UU, aunque un 30% de los votantes deposit¨® una papeleta en blanco o inv¨¢lida. El resultado mostr¨® la inexistencia de un apoyo popular contundente a ninguna de las alternativas. El Congreso de EE UU no inici¨® acci¨®n alguna.

La isla -de 3,5 millones de habitantes- atraviesa la fase m¨¢s aguda de una recesi¨®n que se extiende desde que en 2006 EE UU cancel¨® el esquema de exenciones fiscales a grandes empresas que atra¨ªa inversiones a Puerto Rico y hac¨ªa funcionar su econom¨ªa. Hoy el territorio bracea por contener las exigencias de pago de sus acreedores (72.000 millones de d¨®lares en bonos de deuda p¨²blica) y por encontrar el modo de cubrir un hueco de 49.000 millones en su sistema de pensiones, adem¨¢s de sostener los salarios p¨²blicos y la cobertura sanitaria. Un 46% de sus habitantes vive en la pobreza, el desempleo supera el 12% y el PIB per c¨¢pita es de 28.000 d¨®lares, frente a los 53.000 de EE UU. Si Puerto Rico se conviertiese en el estado 51, ser¨ªa el m¨¢s pobre de EE UU.

En Washington los vientos no soplan a favor de la integraci¨®n de Puerto Rico. La mayor¨ªa republicana en el Congreso no lo ve con buenos ojos porque supondr¨ªa sumar a las elecciones presidenciales una significativa masa de votantes de tendencia dem¨®crata desde la isla y a?adir al presupuesto del Gobierno federal? obligaciones con un territorio en v¨ªas de desarrollo y con gran necesidad de asistencia.