Gaza se sume en el apag¨®n tras una d¨¦cada de poder de Ham¨¢s

Incluso en los hoteles de cuatro estrellas de Gaza los generadores se bloquean durante los prolongados apagones el¨¦ctricos. Desde que el pasado abril dejase de funcionar por falta de combustible la ¨²nica central que produce energ¨ªa en la Franja, los dos millones de habitantes del enclave mediterr¨¢neo palestino han dispuesto de apenas cuatro horas diarias de suministro. Si se confirma la decisi¨®n adoptada el domingo por el Gobierno israel¨ª a instancias de la Autoridad Palestina, los gazat¨ªes permanecer¨¢n a oscuras otra hora m¨¢s. Cuando se cumplen diez a?os de la toma del poder en Gaza por el movimiento islamista Ham¨¢s ¡ªen los que se han sucedido tres guerras contra Israel¡ª, el territorio palestino se sume en la oscuridad. La escalada de la tensi¨®n amenaza con hacer saltar los fusibles de un nuevo conflicto armado.

La Autoridad Palestina que preside Mahmud Abbas parece haberse hartado de esperar a que se consume la prometida formaci¨®n de un Gobierno de unidad con Ham¨¢s y ha comenzado a ejercer una intensa presi¨®n econ¨®mica sobre la Franja. Tras negarse a hacerse cargo de los impuestos del gas¨®leo para la planta el¨¦ctrica de Gaza ¡ªque result¨® afectada por los bombardeos israel¨ªes en la guerra de verano de 2014¡ª, el Gobierno de Ramala ha recortado en un 30% los salarios de sus funcionarios en la Franja. En mayo anunci¨® que solo iba a pagar a Israel el 75% de la energ¨ªa que suministra al territorio controlado por los islamistas.

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El ministro israel¨ª de Construcci¨®n y Vivienda, Yohav Galant, era hace 10 a?os el general al mando del Comando Sur del Ej¨¦rcito, desplegado ante Gaza. ¡°Para Israel, Ham¨¢s es el equivalente al ISIS en los pa¨ªses occidentales¡±, afirmaba en Jerusal¨¦n ante un grupo de periodistas extranjeros, pocas horas despu¨¦s de que el Gabinete hubiese aceptado rebajar el suministro de electricidad a Gaza. Los islamistas ganaron las elecciones legislativas de 2006, al a?o siguiente de que Israel se retirara por completo de la Franja. ¡°En 2007 cercaron las posiciones de Fatah (el partido nacionalista del presidente Abbas), desalojaron a sus rivales pol¨ªticos y tomaron el poder¡±, relata Galant. ¡°Entre 30.000 y 40.000 milicianos de Ham¨¢s siguen manteniendo como rehenes a los dos millones de habitantes de Gaza¡±.

Como el resto de los miembros del Gobierno de Benjam¨ªn Netanyahu, Galant sostiene que el creciente clima de tensi¨®n se ha debido a la fractura palestina entre Fatah, en el poder en Cisjordania, y Ham¨¢s, que gobierna de facto en Gaza. El ministro declina revelar cu¨¢ndo van a iniciarse las obras del llamado muro subterr¨¢neo, una barrera excavada en el subsuelo en torno a la frontera de la Franja para impedir que los t¨²neles construidos por Ham¨¢s penetren los kibutz cercanos. ¡°Los t¨²neles son su gran activo estrat¨¦gico para atacar por sorpresa a Israel. Si Ham¨¢s cree que va a perderlo, puede desencadenar un nuevo conflicto¡±, analiza el exgeneral israel¨ª.

Naciones Unidas ha alertado este mismo mi¨¦rcoles de que la Franja se enfrenta a un ¡°colapso absoluto¡± de sus servicios vitales para la poblaci¨®n si se recorta el suministro de electricidad en un 40%, como ha anunciado el Gobierno de Israel tras la reducci¨®n de los pagos de la Autoridad Palestina. El coordinador de la ayuda humanitaria de la ONU en los territorios palestinos, Robert Piper, ha declarado a France Presse que ¡°el aumento de la duraci¨®n de los apagones puede tener un efecto devastador para los centros sanitarios, el suministro de agua y la red de saneamiento¡±.

Con la poblaci¨®n civil de Gaza atrapada por la pugna entre facciones palestinas, el analista pol¨ªtico Talal Okal, uno de los pocos que a¨²n mantiene independencia de criterio en la Franja, considera que ¡°la situaci¨®n es tan mala que dif¨ªcilmente podr¨¢ empeorar¡±. No es previsible un estallido popular, a pesar de las protestas del pasado invierno, cuando comenzaron a alargarse los apagones, explicaba recientemente en la capital del enclave. ¡°La gente no se va a enfrentar a las milicias de Ham¨¢s a pecho descubierto. Todos saben que Gaza est¨¢ sometida a un r¨¦gimen militar, pero son conscientes de que, de forma directa (en Cisjordania) o indirecta (en la Franja), el problema central es la ocupaci¨®n israel¨ª. O se produce un acuerdo entre los partidos palestinos¡±, advert¨ªa, ¡°o el riesgo de un nuevo conflicto con Israel se puede disparar¡±.

La poblaci¨®n sufre tambi¨¦n el rechazo de Egipto a aumentar sus conexiones el¨¦ctricas con la Franja. El embargo impuesto a Qatar ¡ªuno de los principales donantes en Gaza¡ª por los pa¨ªses del Golfo, y la ruptura de Arabia Saud¨ª con Ham¨¢s, que hasta hace escasas semanas reivindicaba su lealtad a los Hermanos Musulmanes egipcios enemigos de Riad, han agravado a¨²n m¨¢s la situaci¨®n humanitaria.

La ONG israel¨ª M¨¦dicos por los Derechos Humanos ha constatado que los hospitales de la Franja carecen de una tercera parte de los medicamentos considerados b¨¢sicos. Como pudo comprobar en mayo EL PA?S en el hospital Rentisi, centro oncol¨®gico de referencia en el enclave, nueve de cada diez enfermos de c¨¢ncer no reciben el tratamiento necesario.

Sin energ¨ªa, con el agua de los pozos y las playas contaminada; en un territorio sometido a un estricto bloqueo por Israel, con la frontera egipcia semisellada, y congelado el respaldo financiero del Golfo, los portavoces de Ham¨¢s auguran una ¡°cat¨¢strofe¡± y una ¡°explosi¨®n¡± en la Franja. La ONU viene avisando hace tiempo de que Gaza dejar¨¢ de ser habitable en 2020.