Alemania se despide de Helmut Kohl, el arquitecto de su reunificaci¨®n
Las condolencias llegan de los despachos de los pol¨ªticos alemanes de todos los colores
Alemania se despidi¨® el viernes de Helmut Kohl, el gran canciller alem¨¢n y el arquitecto de la Europa que hoy conocemos. Ha muerto con 87 a?os, en su casa de Ludwigshafen, en el oeste de Alemania, enfermo desde hac¨ªa tiempo. Durante los 16 a?os que pas¨® al frente de la canciller¨ªa cambi¨® el curso de la historia de forma decisiva. Ni su pa¨ªs ni Europa volvieron a ser los mismos.
Visiblemente afectada Angela Merkel, su pupila y hoy canciller alemana verbaliz¨® el pensamiento que recorre la mente de muchos alemanes m¨¢s all¨¢ de sus preferencias pol¨ªticas. ¡°Supo identificar sus dos grandes retos: la reunificaci¨®n alemana y la unidad europea. Kohl comprendi¨® que ambos estaban intr¨ªnsecamente ligados¡±, ha dicho Merkel desde Roma, donde recibi¨® la noticia de la muerte de Kohl.
Merkel, una mujer que creci¨® en el Este de Alemania, bajo el r¨¦gimen comunista reconoci¨® que su vida y su libertad no hubieran sido posibles sin Helmut Khol. ¡°Los alemanes le debemos mucho. Cuando lleg¨® la libertad al Este, Kohl era la persona correcta en el puesto correcto en el momento adecuado. ?l entendi¨® la oportunidad hist¨®rica¡±. ¡°Fue un gran alem¨¢n y un gran europeo¡±, dijo.
Pero el profundo reconocimiento no lleg¨® solo de los suyos. Las condolencias que llovieron la tarde el viernes desde los despachos de los pol¨ªticos alemanes de todos los colores resaltaban de forma casi id¨¦ntica como hizo Merkel, los dos grandes logros de la vida de Kohl: su doble faceta al tim¨®n de Europa y de su propio pa¨ªs.
¡°La unificaci¨®n de nuestro pa¨ªs y de nuestro continente estar¨¢ para siempre asociada a su nombre¡±, ha dicho el excanciller alem¨¢n Gerhard Schroeder, el hombre que derrot¨® a Kohl en las urnas en 1998.
Kohl, probablemente el jefe de Estado m¨¢s relevante de la Europa de la postguerra, el que quer¨ªa crear los Estados Unidos de Europa, ha visto sin embargo c¨®mo en sus ¨²ltimos a?os el continente sufre fuertes sacudidas. C¨®mo Reino Unido decide seguir su camino y c¨®mo las fuerzas eur¨®fobas arrecian en el continente.
En los ¨²ltimos tiempos, Helmut Kohl aparec¨ªa poco en p¨²blico, pero el a?o pasado, despu¨¦s del Brexit, el excanciller habl¨® a trav¨¦s del popular diario Bild, con el que manten¨ªa una estrecha relaci¨®n y que este viernes anunci¨® su fallecimiento. Dijo que no hac¨ªa falta correr, que no hab¨ªa que atosigar a Reino Unido, que hab¨ªa que dejarles tiempo para reflexionar. Ten¨ªa entonces 86 a?os, estaba enfermo y le preocupaba el rumbo de Europa. Pensaba que la Uni¨®n ten¨ªa que ¡°dar un paso atr¨¢s antes de dar dos hacia delante¡±, para que todos los Estados fueran capaces de digerir los cambios monumentales que atraviesa Europa, dijo entonces a Kai Diekmann, autor de las memorias del excanciller.
Kohl deja una Europa inmersa en una crisis de identidad sin precedentes, con fuerzas centr¨ªpetas que pelean por derrumbar la creaci¨®n de Helmut Kohl y la moneda ¨²nica que impuls¨® tambale¨¢ndose. Pero tambi¨¦n una Europa que empieza a redefinirse y a recobrar t¨ªmidamente la autoestima y en la que Alemania ejerce un poder que en tiempos de Kohl no hubiera sido f¨¢cil de digerir.
Pero en Alemania, Kohl ha sido sobre todo el padre de la reunificaci¨®n, que sobre todo los ciudadanos de cierta edad y del Este recuerdan con eterno agradecimiento. El entonces candidato democristiano lleg¨® a la canciller¨ªa en 1982 casi de carambola y gracias a una moci¨®n de confianza. Entonces muchos le consideraban un hombre provinciano sin mucho futuro. A?os m¨¢s tarde, la ca¨ªda del muro y la trabajosa costura de las dos Alemanias acompa?adas de su instinto pol¨ªtico le encumbraron y acab¨® convirti¨¦ndose en ¡°el canciller eterno¡±, como le llam¨® Der Spiegel.
Casi tres d¨¦cadas despu¨¦s, Alemania es hoy un pa¨ªs fuerte y cohesionado, en el que su disc¨ªpula Merkel aspira a igualar el dilatado mandato de su descubridor. ¡°Mi chica¡±, como la llamaba Kohl, fue la que le destron¨® pidiendo su cabeza a ra¨ªz de un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n electoral a finales de los a?os 90. La identidad de los donantes nunca fue desvelada por Khol y tal vez ahora ya nunca se vaya a saber.
El rencor, fruto del apu?alamiento de la pupila, no parec¨ªa del todo controlado, cuando a?os m¨¢s tarde, Kohl acus¨® a Merkel de ¡°cargarse su Europa¡±, a ra¨ªz de la crisis del euro en 2011. Pero la historia no se detiene y a?os m¨¢s tarde, su chica ha logrado convertir a Alemania en una isla de estabilidad y prosperidad. Se propone adem¨¢s refundar la Uni¨®n de la mano de Francia; resucitar la Europa fuerte, unida y libre de guerras con la que siempre so?¨® Helmut Kohl.
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