Martinez, l¨ªder sindical: ¡°Se lo he dicho a Macron: ¡®Hay que ser humilde¡±
El jefe de la CGT sugiere posibles movilizaciones en septiembre contra la reforma laboral del presidente
La pol¨ªtica, como la naturaleza, siente horror al vac¨ªo, y hoy puede abrir un vac¨ªo considerable en la pol¨ªtica francesa. La victoria en las elecciones legislativas de La Rep¨²blica en marcha ¡ªel partido del nuevo presidente Emmanuel Macron¡ª deja la Asamblea Nacional sin una oposici¨®n vigorosa.
Uno de los candidatos a ocupar el vac¨ªo es Philippe Martinez, l¨ªder de la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT), el segundo sindicato de Francia, el hombre que puede hacer descarrilar en la calle el primer gran proyecto de Macron, la reforma laboral. A este hijo de inmigrantes espa?oles conocido por un bigote rotundo y un estilo beligerante, se le atribuyen poderes a veces exagerados: la capacidad, ¨¦l solo, de paralizar el pa¨ªs, de sembrar el caos e intimidar a presidentes y primeros ministros.
¡°No, yo no ser¨¦ el l¨ªder de la oposici¨®n pol¨ªtica¡±, zanja en una entrevista con cuatro medios de comunicaci¨®n europeos de la alianza LENA en su despacho de la sede de la CGT en Montreuil, en la periferia de Par¨ªs. La sede es un edificio de los a?os setenta que conserva un aire a arquitectura sovi¨¦tica de la ¨¦poca; de hecho lo construy¨® un arquitecto comunista. En su despacho, Mart¨ªnez tiene un p¨®ster del Che Guevara y otro dedicado a ¡°los amigos combatientes de Espa?a, 1936-2006¡±.
¡°Todos los que intentar¨¢n desviarnos de nuestros objetivos sindicales fracasar¨¢n", avisa. "Nos ce?imos a nuestro papel como sindicato, y no cambiaremos. Juzgaremos lo que el Gobierno proponga¡±.
Lo que propone el Gobierno del primer ministro ?douard Philippe es una ley laboral que ser¨¢ la prueba sobre la voluntad del presidente Macron de reformar la econom¨ªa francesa. Su ventaja: la c¨®moda mayor¨ªa en la Asamblea Nacional debe permitirle aprobarla r¨¢pido y sin mayores obst¨¢culos. El riesgo: la ausencia oposici¨®n parlamentaria puede alumbrar una oposici¨®n extraparlamentaria.
Y aqu¨ª es donde Martinez entra en escena. De los tres principales sindicatos (los otros dos son la CFDT y Fuerza Obrera), la CGT es el m¨¢s combativo. En su primer contacto con el presidente Macron para hablar de la reforma, el jefe sindical no se dej¨® impresionar.
¡°Se nos dice que [con Macron] hay algo nuevo, pero Francia sigue yendo mal. Se nos dice que es una revoluci¨®n porque el presidente tiene 39 a?os, pero hay que ver lo que propone. Su discurso llevamos cuarenta a?os escuch¨¢ndolo. En 1906 la patronal ya hablaba de los costes laborales. Lo nuevo es la apariencia¡±, dice. ¡°Se lo he dicho al presidente: 'Hay que ser humilde'¡±.
Martinez avisa de que la victoria de Macron en las urnas ¡ªprimero en las presidenciales y despu¨¦s en las legislativas¡ª no debe confundirse con un plebiscito en favor de la reforma. ¡°Pretender lo contrario ser¨ªa comportarse como un monarca¡±, sentencia. Sostiene que los votos de Macron en las presidenciales no eran todos votos de adhesi¨®n sino, en gran parte, votos destinados a frenar a la candidata ultraderechista Marine Le Pen. Y que la abstenci¨®n r¨¦cord en las legislativas refleja precisamente que en Francia no existe una adhesi¨®n masiva al presidente.
Pero es cauto a la hora de adelantar acontecimientos. Se resiste a dar por hecho que vaya a haber manifestaciones contra una reforma que, entre otras medidas, pretende facilitar el despido y concentrar las negociaciones entre patronal y trabajadores en las empresas, y no en el ¨¢mbito sectorial.
El calendario le deja poco tiempo: Macron quiere que la reforma se haya aprobado en septiembre. Con la pausa del verano por medio, se reduce el margen para organizar una protesta que frene a un presidente legitimado por las urnas. Otra ventaja de Macron: al contrario que su antecesor, Fran?ois Hollande, que afront¨® duras movilizaciones contra su reforma laboral, Macron gan¨® prometiendo la reforma. ?l nunca fue equ¨ªvoco sobre sus planes.
Por eso, cuando a Martinez se le pregunta si est¨¢ preparado para bloquear Francia, responde: ¡°No me gustan estas expresiones b¨¢rbaras¡±. La CGT, contin¨²a, ¡°dice que si las cosas siguen igual, quiz¨¢ habr¨¢ que movilizarse, pero habr¨¢n visto que estamos en un periodo en el que nos movilizamos m¨¢s para ir a la playa que a manifestaciones¡±.
¡°Si la gente no est¨¢ contenta, saldr¨¢ a la calle. El a?o pasado logramos movilizar a muchos, pero no lo suficiente¡±, a?ade. ¡°No podemos permitir que se adopte una reforma que se anuncia como un retroceso social¡±.
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