Merkel contempla la creaci¨®n de un presupuesto para la zona euro

Declaraci¨®n a declaraci¨®n, la reforma de la zona euro con Francia y Alemania como motor se va cimentando. La canciller Angela Merkel, ha pedido a los empresarios alemanes unidad ante el Brexit, y respaldo para proyectos para los que dijo estar abierta, como la creaci¨®n de un presupuesto para los pa¨ªses del euro. La idea de un gobierno econ¨®mico de la eurozona, que abandera el rutilante presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, se perfila como la v¨ªa para cohesionar una Europa capaz de crecer y enfrentar retos del calibre del Brexit, la sima trasatl¨¢ntica y la eurofobia populista.

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¡°Podr¨ªamos considerar un presupuesto-euro siempre que realmente estemos fortaleciendo la estructura de la econom¨ªa y sea para hacer cosas razonables¡±, ha dicho Merkel ante la ¨¦lite empresarial alemana. ¡°El riesgo de las negociaciones de salida [del Brexit] es que descuidemos nuestro propio futuro. Debemos permanecer unidos, no nos dividamos¡±. Con esas palabras, Merkel ped¨ªa a los empresarios de su pa¨ªs que respalden su proyecto de Europa y que no permitan que los intereses sectoriales rompan la necesaria unidad europea para negociar el Brexit y para enfrentarse al proteccionismo comercial y el negacionismo clim¨¢tico de Donald Trump.

La canciller alemana se mostr¨® tambi¨¦n abierta al nombramiento de un ministro europeo de finanzas, algo que tambi¨¦n quiere Par¨ªs. ¡°Claro que podemos pensar en un ministro de finanzas com¨²n, siempre que se den las condiciones y que no socialicemos en las ¨¢reas equivocadas¡±, a?adi¨® la canciller, que se ha mostrado dispuesta incluso a abrir el mel¨®n de los tratados europeos si fuera necesario para acometer las reformas.

Algo similar declar¨® la canciller el pasado mayo durante la visita de Macron a Berl¨ªn, en el primer d¨ªa de trabajo del presidente franc¨¦s. Aquella conferencia de prensa fue la escenificaci¨®n de la complicidad que une a sendos l¨ªderes y de la que en buena medida depende el futuro de Europa. Macron y Merkel dicen compartir una visi¨®n de Europa, que pasa por estrechar lazos, aunque no necesariamente dotando de m¨¢s facultades a superestructuras comunitarias como la Comisi¨®n Europea, sino m¨¢s bien, fomentando la llamada cooperaci¨®n intergubernamental.

M¨¢s all¨¢ de las declaraciones de intenciones, no est¨¢ claro en qu¨¦ consistir¨ªa exactamente un presupuesto para la zona euro. La idea es dotar de m¨¢s capacidad a los pa¨ªses del euro para fomentar el crecimiento, luchar contra el desempleo y las crisis, inyectando dinero tambi¨¦n con pol¨ªticas contra c¨ªclicas. La idea tambi¨¦n es que sea una partida independiente del presupuesto comunitario. Las funciones de ese ministro depender¨ªan en buena medida de la envergadura del euro-presupuesto y del alcance de los poderes para decidir, por ejemplo, sobre los presupuestos nacionales, que est¨¦n dispuestos los europeos a atribuirle los socios de la Uni¨®n. En cuanto a las funciones del ministro de finanzas, depender¨ªan en buena medida de la envergadura del euro-presupuesto y del alcance de los poderes para decidir por ejemplo sobre las cuentas nacionales que est¨¦n dispuestos los europeos a atribuirle los socios de la Uni¨®n.

Nueva fase

Detalles aparte, parece cada vez m¨¢s evidente que Berl¨ªn comprende que es el momento de mover ficha y que la coyuntura actual no permite inmovilismos. ¡°Entramos en una nueva fase. No solo debemos esperar una relaci¨®n franco-alemana m¨¢s din¨¢mica. El periodo dedicado a minimizar da?os, a rescates y a las respuestas inmediatas ha terminado. Ahora pensamos con un horizonte temporal de cuatro o cinco a?os¡±, asegur¨® Barbara Lippert, directora de investigaci¨®n del Instituto alem¨¢n de Pol¨ªtica Internacional y Seguridad (SWP). ¡°La volatilidad de la era Trump, el Brexit, Siria¡­ hace que Alemania est¨¦ m¨¢s abierta a nuevas ideas, a ser m¨¢s flexible y a profundizar en iniciativas supranacionales. Se trata de dar incentivos a los pa¨ªses, pero eso s¨ª, sin ceder en la exigencia de reformas estructurales¡±, termin¨® Lippert.

En cuanto a los tiempos, no hay un calendario sobre la mesa, pero parece impensable que se vayan a tomar decisiones de calado hasta bien entrado el oto?o, pasadas las elecciones alemanas. Arriesgarse a alienar a un electorado que recela de rescates, eurobono y en general todo lo que huela a lo que en la jerga bruselense llaman mutualizar la deuda ¨Ces decir que los ricos del norte paguen los platos rotos de los del sur- equivaldr¨ªa poco menos que al suicidio pol¨ªtico. Merkel aspira a lograr un cuarto mandato el pr¨®ximo 24 de septiembre y de momento cuenta con muchas posibilidades de lograrlo.