Macron: ¡°Mi elecci¨®n es el inicio de un renacimiento franc¨¦s y espero que europeo¡±
En la primera entrevista desde que es presidente, Emmanuel Macron aboga por un presupuesto com¨²n de la zona euro, llama a defender los derechos de los refugiados y a construir una "Europa que protege"
En tiempos de euroescepticismo y repliegue nacional, la estampa era ins¨®lita: en los m¨ªtines electorales de Emmanuel Macron (Amiens, 1977) ondeaban banderas europeas. Lo que era un s¨ªmbolo fr¨ªo y burocr¨¢tico se convirti¨® para sus seguidores en un s¨ªmbolo c¨¢lido, y pol¨ªtico. Ahora el europe¨ªsta Macron ya es presidente, y coloca Europa en el centro de su agenda. Este jueves y viernes se estrenar¨¢ en su primer Consejo Europeo. Antes quiso presentar su visi¨®n de Europa y del lugar de Francia en el tablero internacional en una entrevista ¡ªla primera desde que es presidente¡ª a ocho diarios europeos: Le Soir, The Guardian, Gazeta Wyborcza, Il Corriere della Sera, Le Temps, S¨¹ddeutsche Zeitung, Le Figaro y EL PA?S.
Pregunta. Con la nueva legitimidad que ha logrado despu¨¦s de las elecciones legislativas, ?vuelve Francia a Europa? ?Representa una especie de nuevo liderazgo en Europa?
Respuesta. El liderazgo no se decreta: se construye convenciendo a otros pa¨ªses y a otros actores, y se comprueba en funci¨®n de los resultados que se obtienen. Ser¨ªa presuntuoso decir que, a partir de ahora, Francia ejerce un nuevo liderazgo europeo. La verdadera pregunta es la del objetivo de nuestra acci¨®n. Y el punto de inicio es la crisis que sufren las democracias occidentales, que se construyeron en el siglo XVIII sobre un equilibrio in¨¦dito entre la defensa de las libertades individuales, la democracia pol¨ªtica y la creaci¨®n de las econom¨ªas de mercado. Un c¨ªrculo virtuoso permiti¨® que se reconociesen las libertades individuales, que se desarrollase el progreso social y que las clases medias tuviesen expectativas de progreso. Desde el final de la ¨¦poca dorada del capitalismo, se ha instalado la duda. Francia, que ten¨ªa el modelo social m¨¢s elaborado, lo ha experimentado cruelmente. Cuando observamos el mundo hoy en d¨ªa, ?qu¨¦ vemos? El auge de democracias no liberales y de los extremismos en Europa, el resurgimiento de reg¨ªmenes autoritarios que cuestionan la vitalidad democr¨¢tica, y unos EE UU que se retiran en parte del mundo. Este contexto se ve agravado por el aumento de la incertidumbre y de los disturbios. Las crisis se multiplican en Oriente Pr¨®ximo y en el Golfo, y las desigualdades se agravan en todo el mundo.
P. ?De d¨®nde procede esta inestabilidad?
R. No tiene una sola causa. Se debe en parte a las profundas desigualdades creadas por el orden mundial y al terrorismo islamista. A estos desequilibrios se a?ade el del clima. Los que piensan que la lucha contra el clima es un capricho de burgueses bohemios se equivocan profundamente. Por tanto, la cuesti¨®n principal no es saber si hay o no un liderazgo franc¨¦s, no es saber si sacamos m¨¢s pecho que los dem¨¢s. Es, en primer lugar, saber c¨®mo defender nuestro bien com¨²n, es decir, la libertad y la democracia, la capacidad de las personas y de nuestras sociedades de ser aut¨®nomas, de seguir siendo libres, de garantizar la justicia social y de proteger nuestro planeta a trav¨¦s del clima. Sin estos bienes comunes, no hay un futuro deseable, ni duradero. Nuestro desaf¨ªo consiste en saber c¨®mo vamos a ganar esta batalla, de la que Europa, estoy convencido, tiene la responsabilidad. ?Por qu¨¦? Porque la democracia naci¨® en este continente. A EE UU le gusta la libertad tanto como a nosotros, pero no aprecia la justicia como nosotros. Europa es el ¨²nico lugar del mundo en el que las libertades individuales, el esp¨ªritu de la democracia y de la justicia social se han unido hasta ese punto. Por tanto, la pregunta es la siguiente: ?Lograr¨¢ Europa defender sus valores profundos, que ha difundido por el mundo durante d¨¦cadas? ?O va a esconderse ante el auge de las democracias no liberales y de los reg¨ªmenes autoritarios?
P. ?Qu¨¦ se puede hacer concretamente para impulsar de nuevo a Europa? ?Cu¨¢l es su proyecto para refundar la eurozona? ?Para refundarla? ?Y c¨®mo se puede convencer a los alemanes de la pertinencia de su proyecto?
R. Si no somos conscientes del desaf¨ªo, que es nuestro desaf¨ªo, podemos seguir pas¨¢ndonos noches enteras reflexionando sobre el lugar en qu¨¦ estar¨¢ el pr¨®ximo organismo europeo o sobre la forma de gastar este o aquel presupuesto¡ Entonces nos colocar¨ªamos fuera de la historia. Yo no he elegido eso. Angela Merkel tampoco. La cuesti¨®n es saber c¨®mo lograremos restablecer la din¨¢mica, la capacidad de convencer, porque no se trata solo de aplicar pol¨ªticas a pa¨ªses o a pueblos. Hay que ser capaces de convencerlos, de hacerlos so?ar. Francia no tendr¨¢ ninguna capacidad motora si no tiene un discurso claro y si no observa el mundo con una mirada l¨²cida. Pero tampoco la tendr¨¢ si no fortalece su econom¨ªa y su sociedad. Por eso he pedido al Gobierno que inicie las reformas fundamentales que son indispensables para Francia. Nuestra credibilidad, nuestra eficacia y nuestra fuerza est¨¢n en juego. Pero la fuerza de algunos no puede alimentarse durante mucho tiempo de la debilidad de los dem¨¢s. Alemania, que se reform¨® hace unos 15 a?os, comprueba hoy d¨ªa que esta situaci¨®n no es viable. Por tanto, mi deseo es que podamos construir una fuerza com¨²n. Mi m¨¦todo para la pareja francoalemana es una alianza de confianza. Deseo que volvamos al esp¨ªritu de cooperaci¨®n que exist¨ªa anta?o entre Fran?ois Mitterrand y Helmut Kohl. No se acude a un Consejo Europeo sin tener una posici¨®n com¨²n. Eso no quiere decir que estemos de acuerdo en todo, sino que no queremos perder tiempo pidiendo a los dem¨¢s que sean los ¨¢rbitros de nuestros desacuerdos. Si no, Europa tartamudea, y la clave para volver a arrancar es una Europa que protege.
P. ?Por qu¨¦?
R. Porque en todas nuestras sociedades las clases medias han empezado a dudar. Tienen la impresi¨®n de que Europa se hace sin ellas. Esta Europa se reduce ella misma al m¨ªnimo. Hay que crear una Europa que proteja dot¨¢ndonos de una verdadera pol¨ªtica de defensa y de seguridad com¨²n. Hay que ser m¨¢s eficaz frente a las grandes migraciones reformando profundamente el sistema de protecci¨®n de nuestras fronteras, la pol¨ªtica migratoria y el derecho de asilo. El sistema actual hace que algunos soporten todo el peso y no podr¨¢ resistir las pr¨®ximas oleadas migratorias. Creo en una Europa que se dota de medios para proteger sus fronteras exteriores, para garantizar su seguridad a trav¨¦s de la cooperaci¨®n policial y judicial en su lucha contra el terrorismo y para establecer una organizaci¨®n com¨²n en materia de derecho de asilo y de inmigraci¨®n, una Europa que protege frente a los desajustes de la globalizaci¨®n. Es la primera etapa. No puede haber una profundizaci¨®n institucional mientras no hayamos restablecido la cohesi¨®n de Europa. Si queremos pasar a continuaci¨®n a la siguiente etapa, tiene que haber una mayor integraci¨®n en la eurozona. Por eso defiendo con vigor la idea de un presupuesto de la eurozona, dotado de un sistema de gobierno democr¨¢tico. Es la ¨²nica manera de volver a crear un movimiento de convergencia entre nuestras econom¨ªas y nuestros pa¨ªses. Si no lo hacemos, debilitaremos la eurozona. Tenemos que poder articular el pilar de la responsabilidad y el de la solidaridad. Mi impresi¨®n es que Alemania no lo va a bloquear.
¡°Europa no es un supermercado. Europa es un destino com¨²n¡±
P. ?Cree que tambi¨¦n los alemanes est¨¢n dispuestos a cambiar?
R. Estoy convencido. En materia de seguridad y defensa, la canciller alemana ha cambiado las cosas profundamente. Ha revisado los tab¨²es heredados de la Segunda Guerra Mundial. En los pr¨®ximos a?os, Alemania va a gastar en defensa m¨¢s que Francia. ?Qui¨¦n lo hubiera cre¨ªdo? Pero Alemania es muy consciente de los l¨ªmites de una acci¨®n que no sea completamente europea, sobre todo en lo que a intervenci¨®n militar se refiere. Sabe que nuestro destino es de nuevo tr¨¢gico. Necesita a Francia para protegerse, para proteger a Europa y garantizar nuestra seguridad com¨²n. Creo, por otra parte, que las din¨¢micas que evoco afectan tambi¨¦n a la sociedad alemana. Nuestro deber como dirigentes es extraer una lecci¨®n de ello. Los ego¨ªsmos nacionales son venenos lentos que mantienen el debilitamiento de nuestras democracias y nuestra incapacidad colectiva de aceptar nuestro desaf¨ªo hist¨®rico. S¨¦ que la canciller es consciente de ello.
P. Hoy Europa est¨¢ dispersa. La divisi¨®n entre el este y el oeste ha reaparecido. En el este, varios pa¨ªses han elegido reg¨ªmenes autoritarios. ?C¨®mo se puede administrar una Europa tan dividida?
R. No creo en ese conflicto entre el este y el oeste de Europa. Hay tensiones porque nuestras im¨¢genes simb¨®licas y nuestra historia no son los mismos. No olvidar¨¦ nunca esta frase de Bronislaw Geremek, con el que coincid¨ª hace 20 a?os en el momento de la ampliaci¨®n europea: ¡°Europa no mide todo lo que nos debe¡±. Para su generaci¨®n, ligada a la Europa de la Ilustraci¨®n, Europa occidental hab¨ªa cometido una traici¨®n al dejar que el muro se levantara y el continente se dividiera. Cuando hoy escucho a algunos dirigentes europeos, me parece que cometen una doble traici¨®n. Deciden abandonar los principios, dar la espalda a Europa, tener un planteamiento c¨ªnico de la Uni¨®n que servir¨ªa para gastar los cr¨¦ditos sin respetar los valores. Europa no es un supermercado. Europa es un destino com¨²n. Se debilita cuando permite que se rechacen sus principios. Los pa¨ªses de Europa que no respetan las reglas deben acarrear con todas las consecuencias pol¨ªticas. Y no es solo un debate este-oeste. Yo hablar¨¦ con todo el mundo, y con respeto, pero no transigir¨¦ sobre los principios de Europa, sobre la solidaridad y los valores democr¨¢ticos. Si Europa lo acepta, es que es d¨¦bil y ya ha desaparecido. No es mi elecci¨®n.
P. ?El di¨¢logo, pero no sanciones?
R. El di¨¢logo, pero debe ir seguido de decisiones concretas. Deseo que todo el mundo tenga en mente la responsabilidad hist¨®rica, que es la responsabilidad de los europeos. Debemos promover una Europa que vaya hacia un mejor bienestar econ¨®mico y social. El objetivo de una Europa que protege tambi¨¦n debe prevalecer en el ¨¢mbito econ¨®mico y social. Al razonar c¨®mo se est¨¢ haciendo sobre los trabajadores desplazados [trabajadores enviados por su empresa a otro pa¨ªs de la UE] desde hace a?os, se entiende Europa al rev¨¦s. No hay que llevarse a enga?o. Los grandes defensores de esta Europa ultra liberal y desequilibrada, en Reino Unido, se han estrellado contra ella. ?En torno a qu¨¦ giraba el Brexit? En torno a los trabajadores de Europa del Este que ven¨ªan a ocupar los puestos de trabajo brit¨¢nicos. ?Los defensores de Europa perdieron porque las clases medias brit¨¢nicas dijeron basta! El aliento caliente de los extremismos se alimenta de estos desequilibrios. Los trabajadores desplazados conducen a unas situaciones rid¨ªculas. ?Cree que puedo explicar a las clases medias francesas que las empresas cierran en Francia para ir a Polonia porque es m¨¢s barato y que en Francia nuestras empresas de la construcci¨®n contratan a polacos porque se les paga menos? Este sistema no funciona.
P. ?Cu¨¢l es el modelo para la futura relaci¨®n entre Reino Unido y la Uni¨®n Europea? ?La puerta para una marcha atr¨¢s est¨¢ abierta?
¡°La clave para volver a arrancar es una Europa que protege¡±
R. La puerta est¨¢ abierta hasta el momento en que se cruza. No me corresponde a m¨ª decir que est¨¢ cerrada. Pero a partir del momento en que las cosas se inician con un calendario y un objetivo, es muy dif¨ªcil volver atr¨¢s. No nos tenemos que enga?ar. Deseo que el di¨¢logo que acaba de empezar est¨¦ perfectamente coordinado a escala europea. No quiero conversaciones bilaterales porque que hay preservar el inter¨¦s de la UE a corto, medio y largo plazo. En cambio, Francia tiene intenci¨®n de proseguir y reforzar su estrecha relaci¨®n en materia de defensa y de seguridad con Reino Unido. El Tratado de Lancaster House sigue siendo el marco de esta cooperaci¨®n. Tambi¨¦n vamos a cooperar m¨¢s en materia de seguridad y de lucha contra el terrorismo. Ya hemos establecido un plan de acci¨®n com¨²n en materia de lucha contra la radicalizaci¨®n en Internet, porque nuestros destinos est¨¢n unidos: las redes terroristas no conocen las fronteras de Europa. Y, por ¨²ltimo, deseo que progrese nuestra cooperaci¨®n en materia de inmigraci¨®n. Hay que evitar a toda costa que se creen nuevos parches, como los campos de inmigrantes. Nuestras relaciones se van a regir por el pragmatismo.
P. ?Hay que volver a poner sobre la mesa el Espacio Schengen? ?Hay que obligar a los pa¨ªses que rechazan a los inmigrantes a aceptarlos?
R. Aprecio el Espacio Schengen que permite la libre circulaci¨®n de personas en el seno de la Uni¨®n Europea, y que es uno de los elementos constituyentes de nuestra ciudadan¨ªa europea. Si queremos garantizar esta libre circulaci¨®n, hay que reforzar los controles en las fronteras exteriores de la UE. Quiero que dotemos r¨¢pidamente de todos los medios necesarios a la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, especialmente para abordar las crisis en estas fronteras. A continuaci¨®n, est¨¢ el tema de los refugiados. Los refugiados son personas que solicitan asilo en nuestro pa¨ªs. Hablamos de hombres y de mujeres cuya vida corre peligro en sus pa¨ªses y que la arriesgan para venir hasta nosotros, que huyen de pa¨ªses en guerra. Les debemos hospitalidad y humanidad. El problema es que en numerosos pa¨ªses, entre los que se encuentra Francia, la tramitaci¨®n de la petici¨®n de asilo tarda demasiado tiempo, entre la presentaci¨®n, el registro, la instrucci¨®n de los expedientes, por no hablar de los plazos que conllevan la complejidad administrativa y los recursos ante las diferentes jurisdicciones. Todos estos procedimientos pueden durar hasta dos a?os. Ahora bien, durante este periodo, no se puede vivir de forma transitoria en un pa¨ªs. La gente se instala, crea v¨ªnculos familiares¡Por tanto, vemos que el sistema actual ya no es satisfactorio frente a esta presi¨®n migratoria. Por eso he pedido una profunda reforma del sistema de asilo en Francia, para descentralizarlo y para acelerar considerablemente los plazos de la tramitaci¨®n de las peticiones de asilo. El objetivo es reducir estos plazos medios a la mitad, para que pasen a ser de seis meses en todos los procedimientos. Luego est¨¢n los inmigrantes que no solicitan asilo y que, por tanto, no tienen intenci¨®n de establecerse en Francia, y cuya situaci¨®n hay que solucionar de acuerdo con nuestro derecho, con humanidad y en el marco de una mayor cooperaci¨®n internacional. Habr¨¢ que asegurarse de que sean reconducidos eficazmente a la frontera y de que trabajemos estrechamente con los pa¨ªses de origen de estas personas y con los pa¨ªses de tr¨¢nsito, y luchar de forma m¨¢s eficaz contra las redes mafiosas que explotan el desamparo humano. En todos estos temas, estoy a favor de unas reformas profundas que permitan tener una misma filosof¨ªa europea. Hay que solucionar sobre todo la situaci¨®n que observamos de los ¡°dublines¡±, esas personas que pasan de un pa¨ªs a otro esperando obtener asilo por fin.
P. Despu¨¦s del Brexit y de la elecci¨®n de Trump ?su elecci¨®n supone un freno para los populismos en Europa?
R. Desconf¨ªo del t¨¦rmino populismo, porque tiene varios significados. Muchos, tanto de izquierdas como de derechas, me han dicho que era populista. Cuando los partidos est¨¢n cansados, se extra?an de que podamos hablar al pueblo. Si eso es ser populista, no es algo malo. Yo no creo en la demagogia, que consiste en adular a un pueblo para decirle lo que espera o¨ªr, para hablarle de sus temores. No tengo la arrogancia de pensar que mi elecci¨®n supone un freno. Los franceses siempre han sido as¨ª: en el momento en que no se les espera, se produce un sobresalto. Francia no es un pa¨ªs que se reforme, es un pa¨ªs que se transforma, un pa¨ªs de revoluci¨®n. Por tanto, mientras sea posible no reformar, los franceses no lo hacen. Aqu¨ª, han visto que estaban al borde del precipicio y han reaccionado. Mi elecci¨®n, como la mayor¨ªa conseguida en la Asamblea, no suponen un freno: son un inicio exigente. El inicio de un renacimiento franc¨¦s, y espero que europeo. Un renacimiento que permitir¨¢ modificar los grandes equilibrios nacionales, europeos e internacionales, encontrar una ambici¨®n, una capacidad para mirar las cosas de frente, para no utilizar los temores, sino para convertirlos en energ¨ªa, porque los temores existen y, por tanto, lo que divide a las sociedades sigue existiendo. No hay una receta milagrosa, es una lucha diaria. He apostado por la inteligencia de los franceses y de las francesas. No les he adulado, sino que le he hablado a su inteligencia. Lo que agota a las democracias son los responsables pol¨ªticos que piensan que sus conciudadanos son idiotas, utilizando con demagogia sus temores y sus contrariedades y apoy¨¢ndose en sus reflejos. La crisis del imaginario occidental es un inmenso desaf¨ªo y no lo cambiar¨¢ una persona. Pero deseo volver a retomar el hilo de la historia y recuperar la energ¨ªa del pueblo europeo, para contener el auge de los extremismos y de la demagogia. Porque esa es la lucha de la civilizaci¨®n.
P. ?C¨®mo se puede abordar el riesgo que representa Donald Trump para la estabilidad europea?
R. En primer lugar, Donald Trump ha sido elegido por el pueblo estadounidense. El problema es que todav¨ªa no ha elaborado el marco conceptual de su pol¨ªtica internacional. Por tanto, su pol¨ªtica puede ser imprevisible, y para el mundo es una fuente de inquietud. En cuanto a la lucha contra el terrorismo, tiene la misma voluntad que yo de ser eficaz. No comparto algunas de sus decisiones, sobre todo en lo que respecta al clima, pero espero que podamos hacer que EE UU se reincorpore al Acuerdo de Par¨ªs. Tiendo la mano a Donald Trump. Y deseo que cambie de opini¨®n, porque todo est¨¢ relacionado. No se puede querer luchar eficazmente contra el terrorismo y no comprometerse a favor del clima.
P. Si la l¨ªnea roja sobre el uso de armas qu¨ªmicas se franquea en Siria, ?Francia est¨¢ dispuesta a golpear sola? ?Puede hacerlo?
R. S¨ª. Cuando se fijan l¨ªneas rojas, si usted no sabe hacerlas respetar, es que ha decidido ser d¨¦bil. No es mi opci¨®n. Si ha resultado que se han utilizado armas qu¨ªmicas sobre el terreno, y si sabemos trazar su procedencia, entonces Francia proceder¨¢ a ataques para destruir los almacenes de armas qu¨ªmicas identificados.
P. Pero se necesita una cooperaci¨®n con otros pa¨ªses de la coalici¨®n.
R. S¨ª, pero, ?qu¨¦ es lo que bloque¨® las cosas en 2013? Estados Unidos fij¨® unas l¨ªneas rojas, pero decidi¨® in fine no intervenir. ?Qu¨¦ es lo que ha debilitado a Francia? Definir pol¨ªticamente una l¨ªnea roja y no extraer consecuencias. ?Y qu¨¦ liber¨®, de repente, a Vlad¨ªmir Putin en otros teatros de operaciones? El hecho de constar que ante ¨¦l hab¨ªa gente con l¨ªneas rojas pero que no las hac¨ªan respetar. Yo respeto a Vlad¨ªmir Putin. He tenido con ¨¦l un intercambio constructivo. Tenemos verdaderos desacuerdos, sobre Ucrania en particular, pero ¨¦l ha visto cu¨¢l es mi posici¨®n. Le he hablado largamente, cara a cara, de los temas internacionales, as¨ª como de la defensa de las ONG y las libertades en su pa¨ªs. Lo que dije en conferencia de prensa, no lo acababa de descubrir. Es mi l¨ªnea: decirles las cosas con mucha firmeza a mis interlocutores pero dec¨ªrselas, primero, cara a cara. Hoy tenemos con Vlad¨ªmir Putin el tema de Ucrania. Y est¨¢ Siria. En este tema, mi convicci¨®n profunda es que se necesita una hoja de ruta diplom¨¢tica y pol¨ªtica. No se resolver¨¢ la cuesti¨®n s¨®lo con un dispositivo militar. Es el error que colectivamente hemos cometido. El verdadero aggionamento en este tema, es que yo no he declarado que la destituci¨®n de Bachar el Asad sea la condici¨®n previa de todo. Porque nadie me ha presentado a su sucesor leg¨ªtimo. Mis l¨ªneas son claras. Uno: la lucha absoluta contra los grupos terroristas. Son ellos, nuestros enemigos. Es en esta regi¨®n donde se han fomentado los atentados terrorista y donde se nutre uno de los focos del terrorismo islamista. Necesitamos una cooperaci¨®n de todos para erradicarlos, en particular de Rusia. Dos: la estabilidad de Siria, pues no quiero un estado fallido. Conmigo, se acabar¨¢ una forma de neoconservadurismo importado en Francia desde hace diez a?os. La democracia no se hace desde el exterior sin tener en cuenta a los pueblos. Francia no particip¨® en la guerra de Irak, y tuvo raz¨®n. Y err¨® al hacer la guerra de esta manera en Libia.
P. ?Cu¨¢l fue el resultado de estas intervenciones?
¡°No transigir¨¦ sobre los principios de Europa, sobre la solidaridad y los valores democr¨¢ticos¡±
R. Estados fallidos en los que prosperan los grupos terrorista. No quiero algo as¨ª en Siria. Tres: tengo dos l¨ªneas rojas, las armas qu¨ªmicas y el acceso humanitario. Se lo dije muy claramente a Vlad¨ªmir Putin, ser¨¦ intratable con estos temas. As¨ª que el uso de las armas qu¨ªmicas dar¨¢ lugar a r¨¦plicas, incluso de Francia sola. Francia, de otra parte, se alinear¨¢ en este aspecto perfectamente con Estados Unidos. Cuarto: quiero una estabilidad siria a medio plazo. Esto significa respeto de las minor¨ªas. Hay que encontrar v¨ªas y medios para una iniciativa diplom¨¢tica que haga respetar estos cuatro principios.
P. Mientras el Estado Isl¨¢mico pierde territorio en Siria e Irak, un terrorismo de bajo coste desaf¨ªa nuestra democracias. ?C¨®mo encontrar el equilibrio entre la legislaci¨®n de excepci¨®n y la necesidad de proteger las libertades?
R. Hablemos primero del estado de emergencia [urgencia, en franc¨¦s] en Francia. El estado de emergencia estaba destinado a responder a un peligro inminente que resultaba de ataques graves al orden p¨²blico. Pero resulta que la amenaza es duradera. As¨ª que hay que organizarse en la duraci¨®n. Prolongar¨¦ el estado de emergencia hasta el 1 de noviembre, el tiempo estricto y necesario para permitir al Parlamento adoptar todas las medidas indispensables para la protecci¨®n de los franceses. El jueves, en el consejo de ministros, se presentar¨¢ un texto. ?Cu¨¢l es su esp¨ªritu? Tomar¨¢ en consideraci¨®n todas las formas de amenazas y notablemente los actos de individuos aislados que hemos podido constatar recientemente. Prevemos procedimientos espec¨ªficos para luchar contra este terrorismo islamista. No es en nada un debilitamiento del estado de derecho, ni una importaci¨®n del estado de emergencia en el estado de derecho. Hay que construir los instrumentos para luchar contra este riesgo nuevo, bajo el control del juez, administrativo o judicial. Necesitamos respuestas in¨¦ditas y propias a la lucha contra este terrorismo islamista. Es lo que nuestra sociedad necesita para salir del estado de emergencia permanente.
A continuaci¨®n, hay que reforzar la coordinaci¨®n del conjunto de nuestros servicios ante la amenaza terrorista. En este marco he deseado la creaci¨®n de la coordinaci¨®n nacional de la investigaci¨®n y de la lucha contra el terrorismo, con la creaci¨®n en su interior de un centro nacional de contra-terrorismo.
Esto supone, finalmente, tener una pol¨ªtica internacional coherente y saber hablar con todas las partes. Mi principio diplom¨¢tico es este. He hablado cinco veces con el presidente Erdogan desde que estoy aqu¨ª. Dos con el presidente iran¨ª Rohani. He recibido a Vlad¨ªmir Putin. Francia no puede elegir un campo contra otro. Esta es su fuerza y su historia diplom¨¢tica. Debemos reencontrar la coherencia y la fuerza de una pol¨ªtica internacional que nos devuelva el cr¨¦dito. Se trata tambi¨¦n de tener una pol¨ªtica de seguridad intratable en el plano internacional, construyendo las coaliciones m¨¢s eficaces contra el terrorismo. Y, para acabar, se necesita una pol¨ªtica de civilizaci¨®n, que consiste en erradicar los fundamentos de este terrorismo.
P. Usted habla de un di¨¢logo franco con Vlad¨ªmir Putin. Pero ¨¦l no cede. A¨²n hay combates en el Domb¨¢s, Crimea est¨¢ ocupada, el formato de di¨¢logo llamado ¡®Normand¨ªa¡¯ esta agotado.
R. Cuando hablo de un di¨¢logo franco con Vlad¨ªmir Putin, no digo que sea milagroso. ?Qu¨¦ motiva a Vlad¨ªmir Putin? Restaurar un imaginario ruso poderoso para controlar su pa¨ªs. Rusia tambi¨¦n es v¨ªctima del terrorismo. En sus fronteras tiene rebeliones e identidades religiosas violentas que amenazan el pa¨ªs. Este es su hilo conductor, incluso en Siria. No creo que haya una amistad indefectible con Bachar El Asad. Tiene dos obsesiones: combatir el terrorismo y evitar un estado fallido. Por eso en Siria aparecen convergencias. Durante mucho tiempos nos quedamos bloqueados en la persona de Bachar El-Asad. Pero Bachar no es nuestro enemigo: es el enemigo del pueblo sirio. El objetivo de Vlad¨ªmir Putin es restaurar la Gran Rusia, porque, seg¨²n ¨¦l, es la condici¨®n para la supervivencia de su pa¨ªs. ?Busca debilitarnos o que desaparezcamos? No lo creo. Vlad¨ªmir Putin tiene su lectura del mundo. Piensa que Siria es una cuesti¨®n de vecindad fundamental para ¨¦l. ?Qu¨¦ podemos hacer? Lograr trabajar juntos en Siria para luchar contra el terrorismo y desembocar en una verdadera salida de la crisis. Creo que es factible. Seguir¨¦ siendo un interlocutor muy exigente en materia de libertades individuales y de derechos fundamentales. Finalmente, est¨¢ la cuesti¨®n de Ucrania, para la cual voy a esperar a la primera reuni¨®n del formato Normand¨ªa para responder con mayor precisi¨®n. Lo que es seguro que es que tenemos un deber: la protecci¨®n de Europa y de sus aliados en la regi¨®n. En este punto no debemos ceder en nada.
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