Juncker ve ¡°insuficiente¡± el plan de May para los ciudadanos de la UE en Reino Unido
La primera ministra ofrece quedarse a los que lleven cinco a?os de residencia en la fecha de corte que se establezca para el Brexit
Un nuevo orden narrativo se asienta en Bruselas. Angela Merkel y Emmanuel Macron se valieron el viernes de una cuidada escenograf¨ªa para certificar el regreso del eje francoalem¨¢n en una comparecencia conjunta cargada de simbolismo. Pero eso no basta. Para que cuaje un relato pol¨ªtico no hay nada como ali?arse un buen enemigo. Y la Uni¨®n ha encontrado en Theresa May, si no un enemigo, s¨ª algo parecido a una diana: los l¨ªderes de la Uni¨®n cargaron en la cumbre europea con inesperada dureza contra la propuesta brit¨¢nica sobre los derechos de los europeos que viven en las islas. El Brexit es hoy uno de los grandes pegamentos de los Veintisiete.
Se cumple un a?o del refer¨¦ndum brit¨¢nico. Por aquel entonces, la UE era un manojo de nervios tras una d¨¦cada en estado de excepci¨®n: crisis econ¨®mica, migratoria, de seguridad, amenaza populista y, para m¨¢s inri, un divorcio a la vista. Los problemas no han desaparecido, pero se han ido suavizando en el continente, que ha trasladado la angustia a Londres. ¡°El estado de ¨¢nimo del pa¨ªs es sombr¨ªo¡±, ha subrayado la reina Isabel. El Brexit empieza a dejarse sentir en la econom¨ªa, se ha tragado a un primer ministro, David Cameron, ha debilitado a May, ha desenterrado viejos l¨ªos. Y ha terminado por aglutinar a los Veintisiete, que presentan una desacostumbrada unidad ¡ªno exenta de cierta dureza¡ª a la espera de los cap¨ªtulos m¨¢s espinosos de la negociaci¨®n. May se present¨® en la cumbre con el discurso bien aprendido: llevar¨¢ el proceso personalmente, y tiene un mandato rotundo por mucho que acabe cambiando el Gobierno. Pero Bruselas tiene sus propios c¨®digos: los l¨ªderes europeos son inclementes si detectan debilidad. Y May est¨¢ claramente herida.
La l¨ªder brit¨¢nica present¨® su esperada propuesta sobre los derechos de los europeos que viven en suelo brit¨¢nico. A falta de los detalles, Londres reconocer¨¢ autom¨¢ticamente el derecho a quedarse a todos los que lleven cinco a?os de residencia en la fecha de corte que se establezca para el Brexit. Y aquellos que no sumen esos cinco a?os tendr¨¢n derecho a permanecer hasta que puedan acreditarlos y garantizarse un estatus de residencia permanente.
Tras una primera respuesta tibia, las valoraciones sobre ese esbozo de May fueron empeorando a medida que pasaban las horas.
La noche del jueves, los Veintisiete juzgaron que, al menos, era ¡°un buen comienzo¡±, como se?al¨® la canciller Merkel. Pero la reacci¨®n de los colectivos ciudadanos directamente afectados por el Brexit, que consideran la oferta inaceptable, acentu¨® los recelos. ¡°Es un primer paso, pero es insuficiente¡±, lament¨® el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker. ¡°Est¨¢ por debajo de las expectativas y amenaza con empeorar la situaci¨®n de los ciudadanos¡±, a?adi¨® el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Los jefes de Estado y de Gobierno secundaron esas cautelas: ¡°La propuesta es particularmente ambigua¡±, recrimin¨® el primer ministro belga, Charles Michel.
Sentencia de Merkel
Un aspecto que incomoda es la falta de referencias a la tutela que debe ejercer el Tribunal de Justicia de la UE ¡ªpoco querido desde Londres¡ª para garantizar los derechos de los europeos que sigan residiendo en Reino Unido tras el divorcio. ¡°No puedo imaginar un escenario en el que se excluya el tribunal¡±, apunt¨® Juncker. Tambi¨¦n genera incertidumbre la falta de claridad sobre la fecha de corte que se tomar¨¢ para determinar qu¨¦ ciudadanos acumulan derechos europeos y cu¨¢les quedan fuera de la criba: Londres alude a un periodo vago entre el d¨ªa de notificaci¨®n del Brexit (29 de marzo de 2017) y la salida real.
Pero los detalles, en una cumbre europea, son casi lo de menos: lo que cuenta es el relato. Y la sensaci¨®n generalizada es que los brit¨¢nicos, maestros en el arte del storytelling, van rezagados. Los Veintisiete dieron la espalda a May el jueves. La propuesta ¡°seria y justa¡± de Londres les dej¨® fr¨ªos. Y ayer fue a¨²n peor: Macron le rob¨® todo el protagonismo a May, y a su lado, Merkel dict¨® sentencia, implacable como suele: ¡°La propuesta no es un gran avance¡±. Con las banderas francesa, alemana y europea como tel¨®n de fondo, Merkel dej¨® claro que se avecina un Brexit duro: ¡°Sin garant¨ªas de que se respeten las cuatro libertades, la relaci¨®n futura entre la UE y Reino Unido se ver¨¢ afectada¡±, dijo ante una nube de periodistas, con Macron asintiendo a su lado. El reestreno del eje francoalem¨¢n, o quiz¨¢ germanofranc¨¦s, empieza fuerte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.