La cara b del ¡®narcotour¡¯ de Pablo Escobar desmitifica al capo de Medell¨ªn
Un proyecto universitario da voz a las v¨ªctimas en un recorrido alternativo por la historia del narcotr¨¢fico
Existen planes de todos los precios y en distintos idiomas. Uno de los m¨¢s costosos es en el que John Jairo Vel¨¢squez, alias Popeye, es el gu¨ªa. El sicario m¨¢s conocido al servicio de Pablo Escobar (se dice que mat¨® a al menos 300 personas por orden de su patr¨®n) cobra hasta mil d¨®lares por cuatro horas de recorrido. Lleva a sus clientes a los lugares en donde el capo colombiano hizo su historia. La fascinaci¨®n de algunos por Escobar ha tentado a otros a sacarle provecho econ¨®mico. Series de televisi¨®n, libros, pel¨ªculas, todo un negocio alrededor de su figura. Basta caminar por el centro de Medell¨ªn para toparse con la venta de camisetas y gorras que llevan su cara estampada. Las v¨ªctimas han quedado aplastadas por un nombre, que se ha convertido en una marca para vender una parte de la sangrienta guerra del narcotr¨¢fico en los a?os ochenta y noventa en Colombia.
El periodista Mauricio Builes quiso mostrar el lado b de esa historia, hacer la contraparte del narcotour de Pablo Escobar. Anim¨® a sus estudiantes de periodismo de la Universidad Eafit para reconstruir y recorrer esos lugares que le han dado la vuelta al mundo por haber sido escenario en alg¨²n momento de la vida de Escobar, pero decidi¨® hacerlo a trav¨¦s de las voces de las v¨ªctimas. En la presentaci¨®n del proyecto, una web que recoge relatos en v¨ªdeo y texto, recuerdan que entre 1989 y 1993 murieron cerca de 5.500 personas en la guerra contra el Cartel de Medell¨ªn. Sus viudas y hu¨¦rfanos siguen en silencio, mientras el turismo por los famosos lugares ofrece cada vez m¨¢s actividades, todas desde el lado heroico y casi m¨ªtico en que han convertido su imagen. Despu¨¦s de acompa?ar durante varios d¨ªas a Popeye para un documental en el que estaba colaborando para la televisi¨®n rusa, Builes pens¨® que era hora de narrar la otra parte.
¡°En Medell¨ªn todos tenemos una historia que contar sobre esa guerra (la del narcotr¨¢fico), pero esos relatos nunca salen a flote¡±, dice. Recuerda la romer¨ªa que rodeaba a Popeye en la calle durante las jornadas que estuvo con ¨¦l. Cuenta que algunos se tomaban fotos, otros lo felicitaban y hasta le ped¨ªan que se lanzara a la pol¨ªtica. El sicario pag¨® su pena en la c¨¢rcel, m¨¢s de 20 a?os, y al salir se volvi¨® famoso. Tiene un canal en Youtube y recibe dinero por liderar recorridos por los lugares marcados por el paso de su ¡°patr¨®n¡±.
¡°Pablo se ha quedado para muchos como ese h¨¦roe que regal¨® casas y que luch¨® solo contra el Estado, pero poco se ha reflexionado sobre los valores que trastoc¨® y de una cultura narco que dej¨® instaurada y que ha hecho mucho da?o¡±, dice el periodista. ?l y los estudiantes decidieron visitar esos sitios que suelen estar incluidos en los planes turisticos que venden con el nombre del capo, pero con otros protagonistas. Recorrieron 23 lugares de Bogot¨¢ y Medell¨ªn. Evidenciaron que en ninguno se hace homenaje a las v¨ªctimas y solo la casa en donde muri¨® Escobar y en donde ahora es un instituto de espa?ol mantiene alguna se?al de lo que all¨ª pas¨®. Dos orificios de bala lo recuerdan. El barrio que lleva su nombre est¨¢ casi intacto. No es el ¨²nico, en el barrio Antioquia, en donde Escobar lleg¨® a finales de los a?os setenta, siguen hablando de ¨¦l. El proyecto de los universitarios relata en la voz de una de sus habitantes que en una simple caminata por el sector es evidente el legado que dej¨® el jefe del Cartel de Medell¨ªn. ¡°Una hilera de hombres se sienta a lo largo de las aceras para vender drogas sin el asomo de las autoridades. Tienen c¨®digos entre ellos cuando ven una persona extra?a. Se gritan de esquina a esquina¡±, describen en una de las historias de narcotour.co, un ejercicio de memoria hist¨®rica, un acto de reivindicaci¨®n para las v¨ªctimas y los sobrevivientes de la guerra del narcotr¨¢fico.
El alcalde la ciudad, Federico Guti¨¦rrez, ha prometido derrumbar el edificio M¨®naco, que sirvi¨® de cuartel al narcotraficante. M¨¢s de dos d¨¦cadas despu¨¦s de su muerte, la imagen de Pablo Escobar sigue incomodando a las autoridades.
Builes tiene la idea de llevar el proyecto a Cali, en donde el narcotr¨¢fico tambi¨¦n afect¨® a decenas de personas. "?En d¨®nde est¨¢n?, ?qu¨¦ pas¨® con ellas? ?las repararon?" Se pregunta. Adem¨¢s, habla de crear una aplicaci¨®n para que las personas que visitan la tumba de Escobar o llegan de paseo a la Hacienda N¨¢poles sepan que esos lugares tienen una historia m¨¢s all¨¢ de lo que cuentan las series, pero sobre todo lo que detr¨¢s de cada uno de esos pasos hay al menos una v¨ªctima que no ha sido escuchada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.