Xi Jinping marca el paso a Hong Kong
Tras visitar una guarnici¨®n militar, el presidente chino reclama al territorio que "crea en China"
El presidente chino, Xi Jinping, quiso dejar claro este viernes qui¨¦n mantiene el control indiscutible en Hong Kong, el territorio aut¨®nomo que conmemora los 20 a?os del fin del mandato brit¨¢nico y su vuelta a manos chinas. De visita para marcar el aniversario, Xi se desplaz¨® al cuartel del ej¨¦rcito chino para participar en la mayor revista de tropas en la excolonia desde que China recuper¨® la soberan¨ªa.
¡°?Saludos, camaradas!¡±, ¡°?Grandes esfuerzos!¡±. Subido a un jeep militar Xi salud¨®, uno tras otro, a 3.100 soldados formados en veinte escuadrones ¡°?Saludos, presidente! ?Para servir al pueblo!¡±, le contestaron, uno tras otro, los veinte escuadrones. Hace diez a?os, con ocasi¨®n del d¨¦cimo aniversario de la devoluci¨®n, el entonces jefe de Estado Hu Jintao hab¨ªa pasado revista a quince escuadrones.
En la exhibici¨®n, retransmitida a bombo y platillo por los canales hongkoneses y chinos, tambi¨¦n se mostraron m¨¢s de un centenar de piezas de equipo militar, incluidos helic¨®pteros y misiles antia¨¦reos. Una exhibici¨®n de m¨²sculo que continuar¨¢ la semana pr¨®xima, cuando el portaaviones ¡°Liaoning¡± atraque en el puerto del territorio aut¨®nomo.
El Ej¨¦rcito chino entr¨® en Hong Kong para tomar el control del territorio inmediatamente tras la ceremonia del 1 de julio de 1997, pero permanece acantonado en la base de Shek Kong y su papel es principalmente simb¨®lico. Las leyes de Hong Kong le proh¨ªben interferir en los asuntos del territorio aut¨®nomo, y raras veces sus soldados se desplazan de uniforme, ni siquiera en sus d¨ªas de asueto, a las calles hongkonesas.
Pero est¨¢n ah¨ª, para nerviosismo de la parte de la poblaci¨®n que considera demasiada la presencia china en la excolonia. Y, seg¨²n han apuntado altos mandos militares, el comandante de la regi¨®n militar sur Yuan Yubai y el comisario pol¨ªtico Wei Liang, la base de Shek Long puede empezar a desarrollar funciones m¨¢s all¨¢ de lo simb¨®lico. ¡°Su tarea fundamental siempre ser¨¢ la soberan¨ªa¡±, apuntan ambos en la revista ¡°Qiu Shi¡±, del Partido Comunista, pero debe evolucionar ¡°a ser una fuerza con capacidad de ganar batallas¡±.
Si Xi iniciaba el d¨ªa haciendo alarde de fuerza tanto ante los 7,4 millones de hongkoneses como, v¨ªa televisi¨®n, ante sus compatriotas en la China continental, en Pek¨ªn el Ministerio de Exteriores aumentaba el nerviosismo de los hongkoneses al anunciar que la Declaraci¨®n Conjunta Sino-Brit¨¢nica, que puso en marcha el proceso de devoluci¨®n y establece el principio ¡°un pa¨ªs, dos sistemas¡± que garantiza a Hong Kong mantener sus libertades hasta 2047, ¡°ya no es relevante¡±.
En un discurso en un banquete este jueves, Xi enviaba un mensaje de c¨®mo debe ser el Hong Kong que quiere. Ese territorio debe ¡°creer en China, en pasado, presente y futuro¡±, declar¨® el presidente, quien agreg¨® que el ¨¦xito econ¨®mico de Hong Kong en los ¨²ltimos a?os ¡°no hubiera sido posible sin el apoyo del Gobierno central¡±.
El presidente tambi¨¦n tuvo palabras de elogio para el principio ¡°un pa¨ªs, dos sistemas¡±, que respeta una serie de derechos como la libertad de expresi¨®n o la separaci¨®n de poderes impensables en China, aunque ¡°durante su puesta en pr¨¢ctica nos hemos enfrentando a nuevas situaciones y nuevos retos¡±. El jueves, Xi hab¨ªa asegurado que ese principio se mantendr¨¢ ¡°durante un largo tiempo¡±.
Con esta serie de mensajes, el presidente chino va marcando el paso al nuevo gobierno aut¨®nomo que presidir¨¢ a partir de este s¨¢bado Carrie Lam. Si el jefe del ejecutivo saliente, CY Leung, se marcha con apenas un 21% de aprobaci¨®n entre cr¨ªticas a que ha sido demasiado complaciente con Pek¨ªn, su sucesora, hasta ahora la ¡°n¨²mero dos¡± del gobierno local, despierta pocas expectativas. Aunque en una entrevista concedida a la BBC insisti¨® en que no es ¡°una marioneta¡± del Gobierno central, solo cuenta con el visto bueno de un 45%
¡°No cabe duda de que China quiere mantener Un pa¨ªs Dos sistemas, le parece que ese principio ha tenido mucho ¨¦xito. Pero quiere enfatizar lo de Un Pa¨ªs, y minimizar lo de los Dos Sistemas¡±, apunta el profesor Jean Pierre Cabestan, de la Universidad Baptista de Hong Kong.
¡°A sus ojos, Hong Kong se ha convertido en una base de subversi¨®n, y eso es algo que Pek¨ªn no va a permitir de ninguna manera. Tiene que neutralizarlo, y eso es exactamente lo que Pek¨ªn est¨¢ haciendo. Por eso el a?o pasado detuvieron a cinco libreros (especializados en material prohibido), por eso complican la vida a las ONG con sede aqu¨ª y que operan en China, por eso el Movimiento de los Paraguas les cre¨® nerviosismo¡ Por eso quieren convertir a Hong Kong en una especie de Singapur, (una fuerte plaza econ¨®mica) pero donde el sistema pol¨ªtico est¨¢ muy controlado¡±, se?ala el acad¨¦mico.
?Pero mientras Xi quiere resaltar la impronta china en el territorio aut¨®nomo, los j¨®venes activistas que reclaman m¨¢s democracia, hijos del ¡°Movimiento de los Paraguas¡± que paraliz¨® el centro de Hong Kong durante meses en 2014, aseguran que no planean cejar en sus reclamaciones.
?Un grupo de ellos fue detenido el mi¨¦rcoles, apenas horas antes de la llegada de Xi Jinping en Hong Kong, y puestos en libertad este viernes por la ma?ana. En la noche, todos ellos participaban de nuevo en una protesta para reclamar la libertad de Liu Xiaobo, el premio Nobel de la Paz 2010 que padece un c¨¢ncer terminal de h¨ªgado.
Tras la partida de Xi este s¨¢bado est¨¢ prevista una gran manifestaci¨®n de protesta por el centro de Hong Kong para reclamar la gran promesa que China retir¨® tras el ¡°Movimiento de los Paraguas¡±, el sufragio universal para los hongkoneses, y expresar su descontento con Pek¨ªn.
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