La violencia amenaza Canc¨²n
La joya de la corona mexicana y la ciudad m¨¢s visitada del Caribe ha empezado a sufrir tiroteos a plena luz del d¨ªa, que amenazan a su bien m¨¢s sagrado: el turista
Tres hombres forcejean frente al Centro Comercial Malec¨®n de Las Am¨¦ricas de Canc¨²n, uno de los m¨¢s grandes de Am¨¦rica Latina. Despu¨¦s de agarrones y empujones, el tipo m¨¢s alto saca el arma y abre fuego en mitad de la calle, frente a cinco taxistas que esperan su turno, una madre que empuja un coche de beb¨¦, dos turistas holandesas con un helado en la mano y un vendedor de chicles chiapaneco. Son las 13.30 de la tarde de un soleado viernes 23 de junio. El p¨¢nico se apodera del lugar y 20 minutos despu¨¦s llega la polic¨ªa.
El periodista acude al lugar porque tres d¨ªas antes, en el estacionamiento de este centro comercial, apareci¨® un cad¨¢ver con tres balas en la cabeza?donde ahora hay aparcado un imponente BMW blanco.
Hoy tambi¨¦n los delincuentes han logrado escapar entre el tr¨¢fico, pero sirve en bandeja la primera pregunta: ?Qu¨¦ est¨¢ pasando en Canc¨²n? "Hay una disputa entre c¨¢rteles y un problema de violencia. Aqu¨ª nunca pasaba nada ni tirones, ni robos, ni derecho de piso pero ahora sucede y se nos puede ir de las manos si no se toman las medidas. Pero no contamos ni con polic¨ªas, ni autoridades coordinadas", lamenta Abnir Candila, gerente de un lugar que incluye 600 locales, entre los que est¨¢n las mejores marcas del planeta.
"Canc¨²n es un destino n¨²mero uno mundialmente que cuenta con una polic¨ªa de cuarta para hacer frente al crimen organizado", contin¨²a.
Hasta ahora Canc¨²n se hab¨ªa mantenido aislado de una pandemia de violencia que bate r¨¦cords en el pa¨ªs. Con m¨¢s de 2.000 homicidios, el mes de mayo fue el m¨¢s violento en M¨¦xico de los ¨²ltimos 20 a?os. La burbuja sin embargo ha comenzado a pincharse y los tiroteos, antes limitados a la deprimida colonia Bonfil, se viven ya a plena luz del d¨ªa, en medio de ciudad.
El ataque en enero a la discoteca Blue Parrot de Playa del Carmen, a 70 kil¨®metros de distancia, en la que murieron cinco personas, pareci¨® un hecho aislado en un lugar acostumbrado a la tranquilidad, pero hoy se sabe que fue el macabro anuncio del Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG) para decir "hemos llegado" a una plaza dominada hasta ahora por los hombres del Chapo Guzm¨¢n, encarcelado en Estados Unidos, y el cartel local de Los Pelones.
En el terreno pol¨ªtico, los cambios de Gobierno tambi¨¦n han alterado el equilibrio criminal y la violencia coincide con la llegada al poder de un nuevo gobernador en Quintana Roo, Carlos Joaqu¨ªn Gonz¨¢lez, de quien depende la polic¨ªa estatal, que puso fin a m¨¢s de 40 a?os de gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Su antecesor en el cargo, Roberto Borge, hoy encarcelado en Panam¨¢, est¨¢ acusado de haber robado varios terrenos frente al Caribe.
Paralelamente, la ciudad de Canc¨²n tambi¨¦n tiene nuevo alcalde, del Partido Verde ¨Csocio del PRI¨C de quien depende la polic¨ªa local, con quien el gobernador est¨¢ enfrentado pol¨ªticamente. Desde la toma de posesi¨®n de ambos, hace nueve meses, ha habido 70 asesinatos, m¨¢s del doble que el a?o pasado.
Con el paso de los d¨ªas se supo que el hombre asesinado en el estacionamiento, donde est¨¢ el BMW blanco, era el jefe contable del cartel de Jalisco.
Zona hotelera, la habitaci¨®n que alimenta M¨¦xico
Es viernes por la noche, y el bulevar Kukulc¨¢n es un hervidero de j¨®venes embriagados de fiesta. Miles de estadounidenses, brasile?os, europeos y mexicanos beben, bailan y sudan cada noche hasta el amanecer en discotecas como Coco Bongo o Mandala, en un entorno de aguas turquesa y arena blanca. A la violencia extendida en el pa¨ªs se a?ade la estrat¨¦gica ubicaci¨®n de Canc¨²n: lugar de tr¨¢nsito, llegada y consumo de una parte importante de la coca¨ªna que pasa por el Caribe.
Hace menos de 50 a?os, Canc¨²n era solo un peque?a y alargada isla de pescadores, unida a tierra por dos puntos, donde puso los ojos un grupo de empresarios.
Pocos despu¨¦s, comenzaron a levantarse los primeros hoteles y Canc¨²n se convirti¨® en el gran legado tur¨ªstico del presidente Luis Echeverr¨ªa, en una ¨¦poca en la que los mandatarios acostumbraban a despedirse del cargo con un fara¨®nico proyecto; antes fue Acapulco y despu¨¦s llegaron Puerto Vallarta, Huatulco o Los Cabos.
Con casi 900.000 habitantes, Canc¨²n es, con Cuba, el principal destino del Caribe y de sus paradisiacas playas sale el 25% de todo el dinero que entra en el pa¨ªs por turismo, segunda fuente de ingresos de M¨¦xico despu¨¦s de las remesas.
En aquel pueblo, en el que los primeros aviones con turistas aterrizaban gracias a una torre de control levantada con palmas y palos, mueve hoy 18 aviones cada hora y se produce el 2,5% del PIB nacional.
Sin embargo, el infierno y el para¨ªso se dan la mano cada semana. El jueves 15 de junio una persecuci¨®n en la avenida Tulum, una de las m¨¢s c¨¦ntricas de la ciudad, termin¨® con un muerto y dos heridos. Un d¨ªa despu¨¦s aparecieron dos bolsas negras con los restos de hombres descuartizados en la zona hotelera, probablemente el ¨¢rea m¨¢s segura del pa¨ªs despu¨¦s de la residencia presidencial de Los Pinos. El domingo, a pocos metros de all¨ª, 30 cancilleres de todo el continente inauguraban la Asamblea de la OEA.
"Por ahora el turismo no se ha resentido, pero puede verse afectado a largo plazo si no se toman las medidas. Ning¨²n destino es tan fuerte para aguantar durante a?os las malas noticias" explica Sebasti¨¢n Robles, relaciones p¨²blicas de Coco Bongo, el local m¨¢s conocido de Canc¨²n, un popular centro de ocio a medio camino entre el teatro y la discoteca que recibe m¨¢s de 1.200 personas todos los d¨ªas de la semana. "Ni siquiera es tema de conversaci¨®n entre los turistas, ellos no quieren saber nada de esto" a?ade frente a una larga fila de j¨®venes esperando para entrar.
La zona hotelera y la zona atolera
En Canc¨²n se operan 13.600 vuelos cada mes, se ejecuta a diez personas y se suicidan cinco, seg¨²n datos oficiales.
La paradisiaca ciudad es una de las que mayor n¨²mero de suicidios registra en M¨¦xico y los psic¨®logos lo atribuyen a la llegada de miles de hombres solos de Chiapas o Tabasco, que trabajan diariamente atendiendo el dispendio en buf¨¦s kilom¨¦tricos, y vuelven a dormir cada noche a una habitaci¨®n de chapa y concreto.
En estos casi 50 a?os la ciudad ha crecido de forma desigual. A un lado, 40.000 cuartos repartidos en decenas de exclusivos hoteles y, al otro, 900.000 habitantes llegados de fuera, que prestan servicios a la zona. A un lado, una de las zonas m¨¢s seguras y vigiladas del continente y al otro numerosas colonias carentes de servicios b¨¢sicos, donde la violencia encuentra el ideal caldo de cultivo. "La zona hotelera y la zona atolera", resumen con humor negro un lugare?o.
Paralelamente las investigaciones period¨ªsticas describen un polic¨ªa infiltrada y desbordada. Agentes acostumbrados a poner multas y detener borrachos a enfrentar una guerra entre c¨¢rteles, para la que ha sido necesario recurrir al Ej¨¦rcito y la Marina.
El peri¨®dico Novedades, el m¨¢s importante de Quintana Roo, demostr¨® como el d¨ªa del tiroteo en el Blue Parrot la polic¨ªa recibi¨® la orden de no presentarse en el lugar. "Se celebraba un concierto tecno de prestigio internacional y no hab¨ªa ni un agente vigilando el evento. La polic¨ªa recibi¨® la orden de no acudir porque ya sab¨ªan lo que iba a pasar. Hay inacci¨®n y complicidad de las polic¨ªas. El Ayuntamiento de Canc¨²n ha tenido tres secretarios de Seguridad en nueve meses" se?ala en su despacho Cesar Mu?oz, director del diario.
Despu¨¦s de varias amenazas, Mu?oz admite que su peri¨®dico ha dejado de investigar y se limita a informar de los sucesos. Dos reporteros han dejado el peri¨®dico y est¨¢n resguardados en un lugar seguro. "Los peri¨®dicos sufrimos una doble presi¨®n. Por un lado la del crimen organizado y por otro la del sector tur¨ªstico al que no le gusta que publiquemos estas noticias. Nuestros peri¨®dicos ya no entran a los hoteles...". Antes de terminar la frase, el director abre el caj¨®n de su escritorio y muestra un trozo de tela mal escrito; "Ya b¨¢jenle a sus chingaderas si no quieren acabar como todos...Atte: CJNG" dice la ¨²ltima narcomanta que el crimen organizado dej¨® en la puerta del peri¨®dico. Una noticia que tampoco esta vez saldr¨¢ de la zona atolera.
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